| viernes, 21 de septiembre de 2018 h |

El Plan Nacional contra la Hepatitis C ha sido todo un éxito en lo relativo al tratamiento de los pacientes. Se comenzó por lo urgente, por aquellos pacientes es estadios avanzados de la enfermedad que más necesitaban la auténtica innovación que supusieron los últimos antivirales. Dos años después, tras la celebración de un Consejo Interterritorial, Ministerio de Sanidad y comunidades autónomas acordaron democratizar el acceso a estos tratamientos y están siendo atendidos todos los pacientes con independencia de su gravedad. Ahora, son muchos los hepatólogos que coinciden en señalar que tras lo urgente hay que dar paso a lo importante: avanzar en la detección mediante cribados para poder alcanzar el objetivo final, la eliminación del virus en nuestro país.

Tras muchas jornadas de debate en foros especializados, este nuevo avance para el Plan Nacional aterriza en el Congreso de los Diputados. El próximo día 26 la Comisión de Sanidad tendrá que dar respuesta a una Proposición No de Ley que no debe dejar a ningún grupo parlamentario de perfil. Toca significarse por el bien común. Una de las cuestiones que aún crea polémica es el tipo de cribado que debe llevarse a cabo. ¿poblacional, por edad, por grupos de riesgo? El PSOE, autor de la iniciativa que abordará el Congreso, plantea la última de estas opciones aunque muchos profesionales especializados en hepatitis C han apuntado que incluso un cribado a toda persona mayor de 18 años sería coste-efectivo.

Pero lo principal es otra cuestión. ¿Qué medios humanos tiene el Sistema Nacional de Salud para avanzar en la estrategia? El convencimiento general es que la Atención Primaria debe dar un paso al frente y convertirse en protagonista de esta nueva etapa de la Estrategia Nacional. Pero si bien esto es cierto y necesario no lo es menos que evitar que se formen cuellos de botella. La Atención Primaria es necesaria para esto y para otras muchas cosas por lo que se necesita de una inversión real que permita a estos profesionales tomar las riendas que se les quiere asignar con garantías. De nada servirá instar al Ministerio a contar con esta especialidad si en los Presupuestos, tanto nacionales como autonómicos, no se acompaña la decisión de medios económicos. El reto de eliminar la hepatitis C de España no debe quedar sólo en un titular que no traspase los muros del Congreso.