Carmen Montón parece no tener costumbre de adelantar acontecimientos. En cada aparición pública la ministra prefiere ceñirse al guión, no desvelar demasiado el horizonte para no errar el tiro. Puede calificarse esta actitud como prudencia pero los silencios también tienen carga semántica. Su comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados tuvo varios anuncios, con fechas y camino a recorrer. Montón fue muy clara respecto a la recuperación de la universalidad, los primeros pasos de la supresión del copago o la apuesta por la atención primaria y la enfermería. También lo fue respecto a la profesión médica en general, asegurando tener listo el ansiado Registro de Profesionales para el primer trimestre de 2019 y la urgencia de reducir la temporalidad.
Sin embargo, quedaron silencios que no fueron rellenados por palabras, aunque fueran vacuas. No hubo mención alguna al reconocimiento de especialidades que tanto el Congreso de los Diputados como ella misma durante su etapa como consejera de Sanidad en la Comunidad Valenciana han demandado insistentemente. Íntimamente ligado con este aspecto Montón tampoco hizo referencia a la Troncalidad que truncó el Supremo en el año 2015. El silencio se hizo más atronador en política farmacéutica, sobre todo porque fue cuestionada por ello hasta en dos ocasiones. El silencio inundó a las subastas de medicamentos y al pacto de sostenibilidad que el anterior gobierno tenía firmado con Farmaindustria. Habrá que esperar para conocer sus planes.
Mención aparte merece la financiación en materia sanitaria. No habrá reforma y esa losa le perseguirá durante un tiempo. Trató de zafarse con anuncios como el de reactivar los fondos de Cohesión y de Garantía Asistencial pero se le olvidó el de la financiación de la hepatitis C —o de la innovación en general— tan demandado por la Montón consejera.
Hubo otros aspectos que quedaron en el aire pero no sucumbieron al silencio. La talidomida es el mejor ejemplo. Se defendió de votar en contra de la enmienda presentada por el PP pero no despejó del todo en qué consistirá el anteproyecto de ley que preparan para buscar una salida para los afectados. En contraposición, sí hubo claridad para sumar a los pacientes a las decisiones que toma el Ministerio. AGP y FEP serán los asesores de la ministra.