Marta Riesgo Madrid | viernes, 03 de noviembre de 2017 h |

El Comité de Salud Educación, Trabajo y Pensiones del Senado de Estados Unidos, bajo el liderazgo de los senadores Lamar Alexander y Patty Murray celebró el pasado 17 de octubre de 2017 una audiencia con el objetivo de explorar por qué los precios de los medicamentos son tan altos en el país. De este modo, el citado comité pidió a las distintass asociaciones comerciales que representan diferentes partes de la cadena de suministro de medicamentos (fabricantes, mayoristas y farmacéuticas) que expongan sus posturas para entender qué se puede hacer para aliviar la problemática derivada de la subida de precios de ciertos medicamentos realizada en el país.

En este sentido, el presidente y director general de la patronal de medicamentos genéricos, biosimilares y de valor añadido de Estados Unidos (AAM), Chip Davis, aprovechó la oportunidad para explicar como los medicamentos genéricos y biosimilares representan la solución al desafío de los aumentos de precio.

De este modo, Davis proporcionó al comité una comprensión tanto del alcance de los ahorros proporcionados por los medicamentos genéricos, cómo de las diferencias del modelo comercial del sector del genérico respecto al de marca.

“Los medicamentos genéricos representan más del 89 por ciento de todas las recetas dispensadas en los Estados Unidos, pero solo el 26 por ciento de los gastos en medicamentos con receta, lo que supone un ahorro para los pacientes y los pagadores de casi 5.000 millones de euros a la semana”, explicó el director general de la patronal. “Los medicamentos de marca, por otro lado, representan el 11 por ciento del mercado de medicamentos recetados, pero aglutinan el 74 por ciento de los costes”, dijo.

“Los genéricos operan en un mercado deflacionario, no en un mercado inflacionario, como los medicamentos de marca. Las marcas pueden seguir aumentando sus precios porque generalmente son monopolios, a diferencia de los genéricos, donde existe competencia”, explicó Davis. La hipercompetencia entre los fabricantes de medicamentos genéricos, continuó, “junto con un número limitado de compradores (en el caso de los genéricos hay tres mayoristas que controlan el 90 por ciento del mercado), obligan a bajar los precios”.

Por todo ello, para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de los fabricantes de medicamentos genéricos y biosimilares para que los estadounidenses puedan continuar beneficiándose del ahorro y el acceso, el director general de la patronal de Estados Unidos alentó al Senado a considerar políticas que reconozcan los desafíos que un mercado deflacionario y desequilibrado crea para estos negocios.

Medidas concretas

Así, alentó a las autoridades a poner fin a las prácticas anticompetitivas de las empresas de marca y a favorecer igualmente el acceso y la innovación. Además, aseguró que comprender la diferencia entre los dos sectores de fabricación de medicamentos con receta es fundamental “si queremos mantener los ahorros proporcionados por los medicamentos genéricos”. Con este fin, Davis defendió la acción del Congreso para aprobar la Ley bipartisan Creates Act, para derogar la penalización de genéricos de Medicaid y acelerar las políticas anticipadas para aumentar el uso de biosimilares dentro de Medicare.

Según la organización el 89 por ciento de los medicamentos prescribidos en Estados Unidos fueron genéricos en 2016, representando un total de 3.900 prescripciones realizadas por los facultativos. No obstante, esto sólo representa el 26 por ciento de los costes totales de medicamentos realizados en el país en 2016. Y es que, tal y como asegura la patronal en el último informe del mercado de genéricos en el país, los ahorros generados por estos medicamentos al sistema sanitario norteamericano son cuantiosos, alcanzando los 256.000 millones de dólares en 2016.