Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 04 de noviembre de 2016 h |


La iniciativa legal pretende dar al ministro poderes para requerir información sobre gastos de producción o de suministro



La BGMA asegura que en Reino Unido ya existen mecanismos para controlar los incrementos de precio no justificados


La decisión del Gobierno de Reino Unido de registrar en el Parlamento una iniciativa para frenar los incrementos de precios registrados en algunos fármacos fuera de patente ha puesto en alerta al sector de los genéricos, que considera que esta decisión podría poner en riesgo un sistema que funciona bien tanto para los pacientes como para el NHS. “Es importante que el éxito obtenido a la hora de obtener unos bajos precios en un amplio número de productos no se vea minado por una acción diseñada para hacerse cargo de los recientes incrementos de precios registrados en un 1 por ciento de los medicamentos genéricos, que pueden estar justificados o no”, asegura Warwick Smith, director general de la BGMA, la Asociación Británica de Fabricantes de Genéricos.

La iniciativa legal pretende dar al ministro de Salud poderes para requerir “a cualquier persona involucrada en la fabricación, distribución de medicamentos” que facilite información sobre los costes de producción o los gastos de suministro de los medicamentos. Las primeras críticas de la industria ya se hicieron públicas durante la fase de consulta, y giraban en torno a tres áreas. Algunas incidieron en la insuficiencia de la propia consulta. Otras señalaron que la Autoridad Nacional de los Mercados y la Competencia ya tiene amplios poderes para regular y hacer frente a los “abusos del mercado”. Otras más, por último, sugirieron que los pasos anunciados podrían llevar a desabastecimientos y retiradas de productos del mercado.

La BGMA insiste en estos mismos argumentos. “Entendemos el deseo del Gobierno de monitorizar y controlar los precios de los medicamentos en el NHS allí donde la competencia no garantiza unos límites efectivos, pero debemos reconocer que el Reino Unido se beneficia de uno de los mercados de genéricos más competitivos de Europa, con algunos de los precios más bajos disponibles”, asegura su director general. Los datos aportados por la patronal indican que el control del precio de los genéricos por la vía de la competencia ha sido un elemento central del éxito de Reino Unido, llegando a reducir los precios de fábrica “en un 90 por ciento o más” con respecto a la marca original equivalente.

No es el único dato que subraya la competitividad de un mercado que ofrece otros argumentos a favor de mantener el statu quo actual: la competencia genérica ahorra al NHS más de 13.000 millones de libras (unos 14.000 millones de euros) cada año y favorece el acceso al permitir tratar a un mayor número de pacientes. Por otro lado, apostar por la flexibilidad de precios ha permitido al mercado atraer a numerosos proveedores, que a su vez mantienen una presión a la baja de los precios gracias a la competencia.

En línea con lo señalado en la fase de consulta, la patronal añade que en Reino Unido ya existen mecanismos establecidos para controlar los incrementos de precios no justificados. “Allí donde la competencia no controla los precios, los acuerdos a los que hemos llegado dan al Departamento de Salud la facultad de intervenir y, si es necesario, trasladar casos a la Autoridad de los Mercados y la Competencia —recuerda Warwick Smith— Necesitamos que este mecanismo de intervención funcione de manera efectiva” ante los casos de incrementos injustificados que, insiste, son “extremadamente raros”.

Reino Unido y el ‘No’ a las subastas

La patronal británica de los genéricos se apoya todavía en un último argumento para convencer al Gobierno de que no siga adelante con su propuesta: la experiencia internacional. Para la BGMA, otros mercados que carecen de una flexibilidad en los precios y que están caracterizados por una fijación de los mismos mucho más rígida muestran que los destabastecimientos de medicamentos como “algo habitual”, poniendo a los pacientes en riesgo y dando como resultado unos precios que de media son más elevados que los de Reino Unido.

Este argumento no es nuevo. Ejemplo de ello es que desde hace años el sector británico se ha posicionado en contra de la política llevada a cabo en muchos países europeos para limitar el coste de los genéricos a través de subastas y otros mecanismos centralizados. Particularmente desde el año 2002, la Asociación Británica de Fabricantes de Genéricos ha trabajado con el Gobierno británico para asegurar que esto no se convierte en realidad en el Reino Unido. La web de la patronal incide aún en ello: “La Asociación continúa trabajando contra las licitaciones centralizadas en la Atención Primaria. Nuestro sistema de la competencia ha dado lugar a un mercado de fuentes múltiples, que reduce al mínimo las posibilidades de desabastecimientos y da como resultado los precios más bajos del mercado en Europa”.

La respuesta del Gobierno a los temores del sector

Los temores expresados por el sector de los medicamentos genéricos durante la fase de consulta del cambio legal que se proyecta no calaron en el Gobierno británico. Su respuesta indicó, en primer lugar, que el Departamento de Salud continuará trabajando codo con codo con la Autoridad de los Mercados y la Competencia y alertando sobre los casos que puedan constituir un abuso de mercado. Pero la enmienda legal continúa adelante, apoyada en buena parte en las consideraciones que habían remitido diversos agentes del sistema sanitario inglés, y que destacaron que efectivamente el precio de algunos medicamentos genéricos se ha incrementado “significativamente” en los últimos años. El Ejecutivo ha decidido, eso sí, mantener abiertas las vías de comunicación con todos los agentes para debatir los detalles sobre los nuevos requisitos, cuando éstos se apliquen, y para seguir modificando, si fuera necesario, los acuerdos actualmente existentes en materia de precios para asegurar el suministro de medicamentos en el mercado.

Actualmente, el Gobierno recopila información acerca de algunos medicamentos genéricos pero dicha remisión de información es puramente voluntaria. En ella no participan todos los fabricantes, mayoristas y proveedores de medicamentos genéricos y por lo tanto la información que se recaba no cubre todas las ventas de genéricos al National Health Service. La intención del Gobierno es la de legislarlo para exigir a todas las partes de la cadena de suministro que faciliten al secretario de Estado de Salud, cuando éste así lo solicite, toda la información relativa a la compra-venta de medicamentos. Esta información permitirá, según la enmienda registrada en el Parlamento, adoptar “decisiones más informadas” en términos de reembolso y ayudará a evaluar la eficacia de los acuerdos de fijación de precios de medicamentos.