M.r Madrid | viernes, 29 de septiembre de 2017 h |

Incentivar el consumo de medicamentos genéricos menos costosos es esencial para lograr contener los costes de los sistemas nacionales. Sin embargo, las diferencias de precio y de descuento de estos medicamentos entre países presenta escenarios diferentes entre las diferentes naciones europeas. Así lo pone de manifiesto un estudio realizado por investigadores de la London School of Hygiene & Tropical Medicine publicado en The Milbank Quarterly.

El estudio analizó los datos referentes a 2013 sobre los precios de más de 3.000 medicamentos genéricos en 13 países diferentes europeos. La comparativa desveló que los precios de estos medicamentos en Suiza son, de media, más de dos veces y medio más costosos que en Alemania, y seis veces más que los registrados en Reino Unido.

La proporción de medicamentos genéricos recetados oscila entre el 17 por ciento en Suiza y el 83 por ciento en el Reino Unido, entre los países incluidos en el estudio. Por el contrario, aproximadamente 9 de cada 10 recetas expedidas en Estados Unidos pertenecen a medicamentos genéricos.

El artículo analiza cómo los reguladores y los responsables políticos en Europa y los Estados Unidos pueden facilitar el acceso de los medicamentos genéricos al mercado, estimular la competencia de precios entre los fabricantes de medicamentos genéricos y aumentar el uso de estos medicamentos.

Olivier J. Wouters, investigador de la London School of Economics and Political Science y autor principal del estudio, aseguró que “potenciar el consumo de medicamentos genéricos en lugar de los fármacos de marca es una de las intervenciones más efectivas para rentabilizar la atención sanitaria, siendo una medida perfecta para lograr ahorar cientos de millones de euros anualmente”.

Desde su punto de vista los gobiernos deben romper las barreras que impiden el acceso oportuno a medicamentos genéricos asequibles para los pacientes”.

“Los resultados del estudio ponen de relieve la importancia de la cooperación entre los países europeos para obtener los mejores acuerdos posibles para sus sistemas de salud y, en última instancia, sus poblaciones”, aseguró el profesor Martin McKee, de la London School of Hygiene & Tropical Medicine.