J. R-T. Madrid | viernes, 30 de septiembre de 2016 h |

La contribución del genérico a los sistemas nacionales de salud supera el prisma económico. Estos medicamentos, además de ahorrar a los Estados miembro de la Unión Europea unos 100.000 millones de euros en 2014, también generan mucho empleo. Según la patronal Medicines for Europe, el 75 por ciento de los fármacos genéricos dispensados en el Viejo Continente fueron fabricados dentro de las fronteras. Además, en la actualidad, la cuota de mercado alcanzado por estos medicamentos —en términos de unidades— fue del 56 por ciento. Además, según esta asociación, los medicamentos genéricos han conseguido mantener los niveles de la factura farmacéutica europea desde 2005 a pesar de que el número de pacientes se ha multiplicado por dos en el mismo periodo.

Medicines for Europe también ha analizado el impacto del medicamento genérico por grupos de países pertenecientes a la Unión Europea, estableciendo tres grupos. En el primero se situarían países como Polonia, Eslovenia y Eslovaquia, que vieron cómo en los grupos más desentendidos de la población aumentó en gran medida el acceso, si bien el precio también creció ligeramente. El segundo grupo lo compondrían España, República Checa y Austria. En estos estados se produjo un aumento notable en la democratización del acceso y se ha conseguido que el presupuesto destinado a gasto farmacéutico permanezca estable. Por último, el tercer grupo lo componen Alemania, Francia, Italia, Irlanda y Suecia. En estos cinco países el acceso ha aumentado de forma considerable además de haber conseguido reducir la factura farmacéutica considerablemente. Es en estos estados donde el genérico ha conseguido su objetivo principal: aumentar el acceso a las terapias y contribuir a la sostenibilidad del sistema.