No es habitual que una misma compañía se alce en una misma edición con dos de los reconocimientos más importantes de los Premios Fundamed. Ha ocurrido este año. María Río subió por segunda vez al escenario a recoger la estatuilla de mejor Compañía del Año para Gilead.

En su discurso, Río aseguró que el premio es un reconocimiento al esfuerzo de la compañía. “Somos eminentemente una compañía investigadora, que busca la innovación. Pero que también tiene un reto muy especial: buscamos aquello que parece imposible”, apuntó.

Un reto que en la década de 1990 comenzó a dar grandes frutos con el desarrollo de tratamientos antivirales para el VIH que han conseguido que, a día de hoy, podamos hablar de una enfermedad crónica


Un reto que en la década de 1990 comenzó a dar grandes frutos con el desarrollo de tratamientos antivirales para el VIH que han conseguido que, a día de hoy, podamos hablar de una enfermedad crónica. Lo volvió a hacer en 2013, cuando Sovaldi, tratamiento frente a la Hepatitis C, lograba su primera aprobación en Estados Unidos. Un tratamiento que ha conseguido altas tasas de curación en una enfermedad mortal. Y más recientemente, y así lo ha reconocido también este año el jurado de los Premios Fundamed, marcó un antes y un después en el abordaje del cáncer hematológico con Yescarta, terapia CAR-T para el tratamiento de pacientes adultos con linfoma B difuso de células grandes (LBDCG) refractario o en recaída y linfoma B primario mediastínico de células grandes (LBPM).

“Gracias a ello, hemos conseguido poder poner a disposición de todos un medicamento, remdesivir, que ha demostrado mejoría en pacientes COVID-19″

Remdesivir frente a la COVID-19

Esta filosofía también se ha aplicado en un momento “difícil y duro” como el actual. “Gracias a ello, hemos conseguido poder poner a disposición de todos un medicamento, remdesivir, que ha demostrado mejoría en pacientes COVID-19 grave en ensayos clínicos y que ha logrado la aprobación europea para pacientes de neumonía que requieren oxígeno”, confesó Río.

Y es que, tal y como indicó la vicepresidenta y directora general de la multinacional en España, “cuando uno llega a conseguir aquello que parece imposible, la satisfacción es enorme”. El impacto, sentenció, “se ve en los pacientes y en la sociedad y, realmente, no hay mayor recompensa”