Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 26 de octubre de 2018 h |

La RAE define el término ‘inercia’ como la propiedad de los cuerpos de mantener su estado de reposo o movimiento si no es por la acción de una fuerza. En una segunda acepción, ‘inercia’ hace referencia a la rutina, significado que ha tomado importancia creciente en el ámbito sanitario para mejorar la adherencia a los tratamientos, tanto farmacológicos como no farmacológicos, y definir todo fallo en el inicio o en la intensificación de los mismos. El cumplimiento de determinados hábitos diarios es una de las claves de autocuidado de la salud más importantes para el control de enfermedades, pero la sociedad todavía tiene camino por recorrer en este importante campo del autocuidado de la salud, según ha puesto de manifiesto el I Estudio Sociológico sobre Rutinas de los Españoles, de Lilly.

El objetivo de este trabajo, realizado a partir de las respuestas de 2.003 personas de 18 a 64 años de edad de todas las comunidades autónomas, ha sido analizar las conductas que más repiten los españoles en su día a día, así como sus propósitos, en aspectos como la alimentación, el ejercicio físico, el sueño, el uso de la tecnología o la salud en general, poniendo de manifiesto si son o no los mejores hábitos o si, de no serlo, podrían cambiarse por otros.

Los hábitos de los españoles

En adherencia al tratamiento farmacológico, los hábitos en materia de cumplimiento apuntan a que un 88,4 por ciento de los españoles respeta tanto los horarios como las tomas de los medicamentos, una realidad que, sin embargo, encuentra importantes matices a nivel regional. Llama la atención en este sentido la diferencia existente entre la adherencia farmacológica de la población en Navarra (93,1 por ciento) frente a la de Extremadura (81,7 por ciento) o Castilla y León (79,5 por ciento).

Lo mismo ocurre cuando de lo que se trata es de analizar el comportamiento en relación a la toma de medicamentos sin receta. En general, el 78,6 por ciento de los encuestados aseguró tomar los fármacos bajo prescripción médica —una actitud que, por tramos de edad, está mucho más asociada a las personas de edades avanzadas que a población joven—, frente a un 13,7 por ciento de la población todavía toma medicamentos sin receta. Pero también aquí las diferencias territoriales importan: La Rioja y Aragón son las comunidades donde más población argumenta consumir medicamentos sin prescripción médica.

Junto con este último dato, también cabe destacar el porcentaje de personas que, a pesar de no tener una enfermedad crónica, lleva consigo algún medicamento. Como media, el 21,5 por ciento de españoles, porcentaje que se eleva hasta el 30 por ciento en el caso de las mujeres.

En relación al tratamiento no farmacológico, los resultados arrojan, para empezar, un contraste entre las metas marcadas por los españoles y las rutinas que aseguran tener en su vida diaria. Así, por un lado, un 65,6 por ciento de los encuestados dice hacerse el firme propósito de practicar ejercicio de forma habitual, mientras que un 43,5 por ciento afirma que apenas hace ejercicio.

En el caso de la alimentación, hasta un 73,9 por ciento hace suyo el propósito de seguir una dieta saludable en su día a día. Dato que choca, nuevamente, con algunas de las costumbres reconocidas durante la encuesta, como la de no calcular las cantidades (79,3 por ciento), no realizar cinco comidas al día (59,9 por ciento) o no incorporar verduras en el menú (37 por ciento). En general, según el estudio, el 66 por ciento de la población tiene costumbres que le cuesta mucho cambiar y el 33 por ciento no logra mantener las rutinas que se propone.


Un estudio subraya la importancia de cumplir ciertos hábitos y modificar otros para el control de las enfermedades



La Rioja y Aragón son las CCAA donde más población argumenta consumir medicamentos sin receta


#CambiaTurutinaendiabetes

El I Estudio Sociológico sobre Rutinas de los Españoles forma parte de la campaña #CambiaTuRutinaEnDiabetes, que busca concienciar sobre la importancia de cumplir ciertos hábitos diarios en el control y la prevención de esta enfermedad. “Todos tenemos integradas en nuestro día a día rutinas que repetimos, aunque no sean las mejores para nuestra salud. En diabetes también ocurre y mediante esta campaña, queremos hacerlas visibles y concienciar sobre sus consecuencias”, ha destacado Jesús Reviriego, responsable médico de Lilly Diabetes.

Mantener unos niveles de glucosa elevados de forma prolongada en el tiempo pueden acarrear complicaciones crónicas que se van manifestando de forma progresiva.. En el ámbito de la diabetes, se estima que menos de un 50 por ciento de los pacientes con diabetes tipo 2 cumplen los objetivos recomendados de control glucémico.