El sueño es una necesidad primaria, al igual que comer o respirar. Ocupa un tercio de la vida y tiene efectos para la salud, ya que un buen descanso recarga el cerebro y las funciones mentales, consolida la información adquirida durante la vigilia, optimiza el rendimiento cognitivo, permite que el cuerpo recupere su energía y reduce el estrés.
La falta de sueño dificulta la concentración, provoca cansancio, altibajos anímicos, irritabilidad y reducción de las defensas, con riesgo de contraer infecciones.
A la vuelta de vacaciones, recuperar los buenos hábitos es clave para encarar la nueva temporada que se inicia con septiembre, con nuestras actividades habituales. El inicio del nuevo curso es el momento ideal para establecer horarios que preserven el descanso, siguiendo una regularidad a la hora de ir a dormir y a la de despertar. Para adaptarnos a la vuelta a la normalidad, reduciremos la flexibilidad de los horarios de verano progresivamente, no es sano exponer al cuerpo a un cambio brusco. Es recomendable realizar actividades relajadas una hora antes de ir a la cama así como evitar pantallas que incrementan la actividad cerebral e interfieren la conciliación del sueño. En la cama, evitar dar vueltas a preocupaciones y enseñar al cerebro que es hora de dormir.
Insomnio y síndrome postvacacional
Si nos despertamos horas antes de lo previsto, o varias veces durante la noche, no estamos durmiendo bien y habrá consecuencias como estrés, ansiedad, somnolencia, lentitud de respuesta, falta de reflejos, dolores de cabeza. Se estima que el 25-35 por ciento de la población adulta española padece insomnio transitorio y el 10-15 por ciento crónico, dificultad para conciliar o mantener el sueño y no descansar bien.
Las causas de insomnio pueden ser diversas, falta de buenas medidas de higiene del sueño, malos hábitos de alimentación, falta de ejercicio físico… En ocasiones, los problemas para dormir se deben a circunstancias puntuales como el desfase horario al viajar, jet lag, periodos postvacacionales donde hemos cambiado las rutinas. Hay evidencia de una estrecha relación entre trastornos del sueño y trastornos afectivos. Entre una tercera parte y la mitad de los pacientes con insomnio padecen algún trastorno afectivo, así como estrés, estado ansioso o depresivo. La población activa es la que se ve más afectada por problemas de sueño asociados a trastornos afectivos.
Cómo conciliar el sueño a la vuelta de vacaciones
- Recuperar los horarios de sueño previos a las vacaciones progresivamente. Si nos hemos acostado 2 horas más tarde de lo habitual, adelantar 15 min. el primer día, 30 el segundo…
- Realizar actividades desactivadoras a medida que se acerca la hora de dormir como leer o escuchar música tranquila. Meterse en la cama con energía dificulta conciliar el sueño.
- Usar técnicas de relajación: respiración diafragmática, relajación muscular.
- Evitar las pantallas dos horas antes de dormir. Su luz aumenta el cortisol, hormona ‘despertador’ y reduce los niveles de melatonina.
- No retrasar la alarma, para evitar interrupciones difíciles de arreglar en el sueño.
- Evitar sustancias estimulantes a partir de media tarde.
Un sueño reparador y continuado
Existen productos como MelatoZinc gotas, de Laboratorios Viñas, pueden ayudar a mejorar el sueño y disminuir la sensación de letargo y somnolencia al despertar.
En concreto, este producto contiene zinc y melatonina, esta ultima interviene en la regulación del ritmo del sueño. A la vez, el zinc contribuye a mantener la función cognitiva normal y a proteger las células frente al estrés oxidativo.
MelatoZinc es un producto en formato gotas que permite su administración por vía sublingual, alcanzando una mayor biodisponibilidad y favoreciendo la velocidad de absorción.
Formulado a base de melatonina, que ayuda a mejorar la calidad del sueño y reducir el tiempo para quedarse dormido. La melatonina facilita la conciliación del sueño y es la alternativa de preferencia para evitar los efectos adversos de los tratamientos farmacológicos.
Incluye también zinc, que juega un papel fundamental en la regulación del estado de ánimo. Actúa como antioxidante y tiene efectos beneficiosos en los trastornos afectivos evitando interrupciones del sueño. Los complementos nutricionales de zinc y melatonina son una ayuda eficaz para mejorar el descanso y combatir el insomnio de forma natural.
Tomar 4 gotas 30 minutos antes de ir a dormir, procurando que sea siempre a la misma hora. Puede administrarse directamente en la boca o diluidas en bebidas no alcohólicas. No contiene gluten, azúcar ni lactosa, no tiene efecto sedante ni problemas de habituación o dependencia.