Entre otras cuestiones, 2022 pasará a la historia como el ejercicio en el que se constató una crisis de suministros e incremento sin precedentes en los costes productivos a nivel global —debido al aumento del precio de la energía, transporte, etc.— de los que no ‘escapó’ ningún sector. Tampoco, por ende, la industria sanitaria.

Esta situación conllevó unos niveles de inflación nunca vistos. Por ejemplo, según destaca IQVIA, desde 1985 no se observaba en España una variación interanual del índice de precios al consumidor (IPC o inflación) de doble dígito como la experimentada en el último año. La inflación acumulada en 2022 es del 5,7 por ciento, aunque se llegaron a alcanzar registros en algunos meses del 10 por ciento.

¿Qué impacto ha tenido esta situación en el acceso de los pacientes a productos de Consumer Heath en el último año? El mínimo posible… Gracias a los esfuerzos de las compañías en sus políticas de precios y tal como pone de manifiesto el informe de IQVIA ‘Dinámicas de precios del mercado de Consumer Health en un contexto inflacionario’. En líneas generales, la industria ha ‘cuidado’ al paciente frente a la inflación evitando que impactase en su economía.

Según este informe —que analiza la variación del PVP de 6.500 referencias de Consumer Health en el canal farmacia, excluyendo aquellas financiadas y los productos directamente relacionados con la COVID-19— la amplia mayoría de compañías (un 77 por ciento) redujeron o ‘congelaron’ los precios, o los incrementaron moderadamente por debajo del crecimiento de la inflación en la comparativa entre octubre de 2021 y octubre de 2022.

En concreto, un tres por ciento de las referencias analizadas vieron reducir su PVP en más de un cinco por ciento, un 15 por ciento disminuyeron su precio entre un 0-5 por ciento, un seis por ciento mantuvieron intacto su precio y un 53 por ciento realizaron incrementos “moderados” por debajo del cinco por ciento (tasa porcentual semejante a la del IPC subyacente).

Compañías y categorías

Prosiguiendo con el análisis, IQVIA destaca que algo menos de la mitad de las compañías analizadas ha decidido no aumentar por encima del cinco por ciento “ninguna de sus referencias comercializadas”.

Según el perfil de las empresas, son las clasificadas como “pequeñas” —con unas ventas inferiores a 10 millones en el último TAM a PVPIVA— las que han sido más “conservadoras” en las estrategias de precios en un entorno de crisis de suministros e incremento de costes productivos. Dentro de este grupo, en un 56 por ciento de las compañías “ninguna” de sus referencias subió un cinco por ciento o más su precio. “En general, son las compañías del segmento de OTC las que han seguido una política de precios menos agresiva”, destaca este informe.

Respecto a las categorías, las que han experimentado un menor impacto de la coyuntura productiva y económica actual en el PVP de los productos ha sido la de cuidado facial (solo un dos por ciento de incremento del precio promedio), así como la categoría de higiene oral (con solo un 17 por ciento de referencias con aumentos por encima del cinco por ciento).

En el otro extremo, la categoría en la que más referencias han visto aumentado su PVP es la de nutrición infantil, una dinámica que IQVIA explica en que el sector alimentario es uno de los que más ha impactado la crisis de suministros, los mayores costes productivos y el mayor aumento del IPC asociado a este contexto.

Previsiones para 2023

El informe recuerda que “históricamente el mercado de Consumer Health y su evolución se ha visto muy influenciado por el estado general de la economía del país”. Por ello, IQVIA considera que la situación actual obligará a nuevas dinámicas en las estrategias de precios del sector.

“El contexto económico obligará a muchas empresas inmiscuidas en el mercado del autocuidado a replantearse su política de precios, pero esta nueva política de precios será en un entorno económico menos favorable donde se espera una desaceleración del PIB”, destacan.


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