Con la llegada del verano y las vacaciones, las personas dejan de lado sus hábitos saludables pudiendo poner en jaque su salud digestiva. Los excesos calóricos, el consumo de alcohol, las comidas azucaradas o abundantes en grasas y comidas exóticas muy especiadas pueden terminar pasando factura a la salud intestinal.
En este sentido, Julio Maset, médico de Cinfa, ha señalado que las vacaciones suelen ser una excusa para interrumpir las rutinas de autocuidado lo que puede provocar que el sistema digestivo se vea afectado. “Para prevenir estas posibles alteraciones, los alimentos ricos en fibra y las frutas y verduras se alzan como respuesta de control ante estos problemas. Y tampoco debemos dejar de seguir practicando ejercicio con cierta frecuencia”, ha añadido Maset.
Autocuidado de viaje
Las precauciones para evitar “incidentes” digestivos han de tomarse tanto en nuestras vacaciones cerca de casa como en destinos exóticos o internacionales. Este verano, tras el anuncio de la OMS declarando el fin de la pandemia a nivel internacional, se prevé que un amplio número de españoles se desplace fuera de nuestras fronteras, a tenor de los datos que ya se observaban el año pasado.
“Ahora, nos sentimos libres de nuevo para viajar al destinos lejanos y exóticos; por ello, es necesario tener presente el riesgo de alteraciones digestivas ante dietas más inusuales con ingredientes diferentes y, generalmente, muy especiadas. Igualmente, es básico tener en cuenta el riesgo de contraer una intoxicación alimentaria por consumir alimentos en mal estado o agua (y hielo) no potabilizada y sufrir la conocida como diarrea del viajero”, ha recalcado Maset.
“En la mayoría de los casos no reviste gravedad, porque por lo general, el cuerpo acaba acostumbrándose a las nuevas condiciones ambientales, pero puede dar al traste con nuestras vacaciones”, ha advertido el doctor. Para reducir el riesgo de padecer la diarrea del viajero es necesario, entre otras medidas, asegurarse de beber agua embotellada, evitar los cubitos de hielo en las bebidas y no consumir frutas sin pelar, ensaladas o verduras y carnes o pescados crudos o poco cocinados.
Consejos para el verano
- Tomar frutas y verduras en abundancia salvo que viajes a un país con medidas de higiene dudosas.
- Mantén horarios regulares de comidas. Ello contribuirá a que la interrupción de las condiciones ambientales y tus rutinas no sea tan abrupta, lo que facilitará a tu sistema digestivo adaptarse a los cambios.
- Evita las comidas copiosas y la excesiva ingesta de grasa. Procura compensar con una cena ligera o espacia esos platos tan abundantes en varios días. El calor y las comidas al aire libre también son fuente de posibles intoxicaciones alimentarias.
- No abandones la actividad física. Siempre puedes dar un paseo por la playa, correr al aire libre. De esta manera, contribuirás tanto a un mejor tránsito intestinal como a un mejor balance entre ingesta y consumo de energía y evitarás volver a casa con algunos kilos de más.
- Bebe líquido de manera abundante. Recuerda ingerir como mínimo dos litros de agua al día para mantener tu organismo hidratado. Te ayudará tanto a hacer frente al calor como a evitar el estreñimiento.
- Toma agua embotellada y evita las bebidas con hielos. En destino exóticos, opta siempre por agua embotellada. Asegúrate de que la botella está precintada o de que la abren delante de ti. Café e infusiones puedes tomar, ya que se elabora con agua hervida previamente. Los refrescos embotellados también son bebidas recomendables en destinos poco desarrollados, pero pide que no les pongan cubitos de hielo, ya que estos pueden contener bacterias o virus al estar hechos a partir de agua del grifo.
- No tomes frutas sin pelar en los países en vías de desarrollo. Tampoco ensaladas, verduras y carnes o pescados crudos o poco cocinados. Igualmente, evita el marisco, mayonesas, cremas y leche o derivados que no ofrezcan garantías sanitarias suficientes; restringe el consumo de productos de pastelería y helados, y procura no consumir alimentos de puestos ambulantes.
- Incluye en tu botiquín antidiarreicos y laxantes. Consulta a tu farmacéutico sobre cuáles son más adecuados para tu viaje. En el caso de que suelas padecer acidez estomacal o sufras enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), lleva también contigo antiácidos o tu medicación habitual para este problema.
- No abuses del alcohol. No es cierto que el alcohol ayude a mejorar la digestión. De hecho, su consumo retrasa el vaciamento gástrico, incrementando la posibilidad de acidez y pesadez, además de ser una fuente de calorías en grado elevado.
- Consulta la necesidad de vacunarte si viajas a un país exótico. Entre las vacunas aconsejadas para muchos destinos se suelen encontrar la de hepatitis A o la fiebre tifoidea, ambas transmisibles por alimentos o agua y, según el destino, la de cólera. Consulta en el centro de vacunación internacional de tu comunidad autónoma, con al menos un mes de antelación. Algunas vacunas requieren varias dosis o un tiempo previo suficiente.