La patronal europea del autocuidado, la Aesgp, ha valorado positivamente el trabajo que está realizando la Comisión Europea para elaborar una nueva Estrategia Farmacéutica. Hasta el 15 de septiembre está abierto el plazo para presentar aportaciones a la misma; el objetivo es enriquecerla y que todas las áreas del sector farmacéutico queden representadas.

Desde la Aesgp consideran que la hoja de ruta que se ha marcado para esta estrategia supone un avance para el sector. Y es que, opinan que tiene muy en cuenta la innovación sostenible y la disponibilidad y asequibilidad de medicamentos y tecnologías médicas para los ciudadanos. Pero esta valoración positiva no es óbice para que insten a incluir peticiones concretas relativas al autocuidado.

Autocuidado y sostenibilidad

Una de las reclamaciones históricas de la Aesgp es que el autocuidado gane protagonismo dentro del sector, por su contribución a la sostenibilidad de los sistemas sanitarios. Así, recuerdan que este tiene como objetivo promover y mantener un buen estado de salud. Esto, se realiza a través de la prevención de enfermedades y el tratamiento de síntomas, fomentando la autonomía de los ciudadanos y ahorrando visitas a sistemas sobrecargados.

Asimismo, subrayan que la alfabetización sanitaria y la educación en prevención pueden conducir a mejores resultados de salud. Otros de los puntos que remarcan es que, el cambio de estatus legal de determinados fármacos de prescripción médica a venta libre, podría aumentar las oportunidades para una mejor gestión de la atención médica. En este sentido recuerdan que los datos de evidencia en vida real, pueden fortalecer la seguridad de los medicamentos sin receta; esto induciría a una mejor gestión de la atención médica.

Competitividad del mercado

Otro de los puntos que remarcan desde la Aesgp es que “un mercado competitivo saludable y una cadena de suministro resistente impulsan el éxito del sector farmacéutico europeo en medicamentos sin receta”.

Siguiendo este hilo, consideran que el sector farmacéutico es vital para el crecimiento y la prosperidad europeos, caracterizándose por una competencia sana que se deriva de la amplia cantidad de opciones disponibles. Para dar continuidad a este aspecto, instan a mantener un campo de juego competitivo y una legislación proporcional, crucial para la certeza empresarial y para atraer inversores.

Foco en los desabastecimientos

Respecto a la producción y aprovisionamiento en Europa, la Aesgp destaca que estos deben depender de la sosteniblidad de la cadena de suministro global; de esta manera, se podrían reducir los efectos de la eventual escasez de medicamentos.

La patronal señala que los europeos tienen acceso a una gran variedad de productos asequibles que asegura el acceso, lo que se debe en parte a la globalización de la cadena de suministro, con unas importaciones y exportaciones más que consolidadas.

Uno de los puntos a los que aluden es que la producción ‘onshoring’ (la que se produce dentro de las fronteras de la UE reubicando los procesos comerciales), resuelva los problemas de escasez; aquí, señalan que es una medida que puede resultar demasiado proteccionista, y que se deberían abordar las raíces de la escasez, para equilibrar la producción dentro de las fronteras de la UE con la adquisición de productos de terceros países. Lo que sí recomiendan para evitar desabastecimientos es establecer reservas estructurales de medicamentos, en función al nivel de riesgo de cada producto.

De la crisis de COVID-19 instan a quedarse con la flexibilidad regulatoria que se ha adquirido; indican que esta podría aplicarse en otros casos así como mantenerse en un escenario post-pandemia.

Salud pública y medio ambiente

Dentro de este apartado, desde la Aesgp hacen referencia a varios puntos. En primer lugar, aluden a que el fomento del uso de productos de autocuidado puede impactar positivamente en aspectos como que se realice un menor uso de antibióticos. De esta manera, señalan, podrían reducirse los problemas derivados de las resistencias antimicrobianas.

Respecto al medio ambiente, señalan que la industria farmacéutica ya cuenta con ejemplos de prácticas ecológicas en sus operaciones de producción; creen que desde la industria ya se están abordando las posibles carencias en este área, y aunque consideran que incidir en este aspecto en la Estrategia Farmacéutica puede contribuir a implantar medidas de mitigación efectivas.

En cuanto a los medicamentos no utilizados y caducados, consideran que han de tomarse medidas para su correcto reciclaje. Asimismo, impulsar una reducción de los residuos farmacéuticos, sin que esto comprometa el derecho de los pacientes a acceder a tratamientos adecuados.

Regulación ‘inteligente’

Una de las opciones a las que apuntan desde la Aesgp para mejorar el acceso y disponibilidad de medicamentos y productos farmacéuticos es la ‘regulación inteligente’. Por ello, instan a facilitar el cambio de estatus legal de los medicamentos para mejorar su disponibilidad (como ya apuntaban en su primera aportación) así como a incluir la flexibilidad y las decisiones basadas en riesgos, ajustando algunas prácticas regulatorias para reducir la carga de trabajo de las agencias y garantizar una mayor disponibilidad de los productos.

Asimismo, solicitan una modernización del sistema de variaciones de la EMA, de tal manera que se refleje la evolución de las necesidades regulatorias por los avances tecnológicos y los cambios de tendencia que han experimentado los pacientes.

Por último, llaman a que en la estrategia se incluya una mayor protección a las PYMEs farmacéuticas; en este sentido, consideran que añadir normativas específicas para las mismas, es crucial de cara a salvaguardar las fuentes de innovación. Aquí, también piden que mejoren los incentivos a la innovación en estas corporaciones, eliminando trámites que les ayuden a reducir la carga administrativa.


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