El Global Madrid | viernes, 14 de junio de 2019 h |

La sede del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Alicante ha acogido la sesión de formación No somos lo que comemos, nuevos datos sobre la composición de alimentos, probióticos y epigenética, promovida por esta institución con la colaboración de la compañía farmacéutica Stada.

La sesión científica, que ha reunido a más de 70 farmacéuticos alicantinos, ha sido impartida por María Teresa García, reconocida farmacéutica, bióloga y nutricionista de salud pública, que ha abordado diversos aspectos en materia de epigenética, las interacciones entre nutrientes y no nutrientes de la dieta, así como los probióticos que pueden influir en el microbioma, material genético correspondiente a la microbiota (conjunto de microorganismos que habitan en el organismo).

En este sentido, García ha señalado que “actualmente la población española se encuentra en transición nutricional, pasando de las patologías por carencias a las que se manifiestan por exceso, lo cual unido al uso creciente de alimentos procesados puede tener consecuencias en la microbiota en forma de disbiosis. En este contexto alimentario actual, es de gran importancia incorporar probióticos para restablecer el equilibrio de la microbiota”.

Esta experta ha destacado que “esto puede determinar funciones fundamentales para la salud como mejorar la función barrera de las mucosas protegiendo frente a la acción de patógenos, especialmente a nivel intestinal y vaginal, así como procesos inmunitarios y en la síntesis de vitaminas”.

Eficacia en la microbiota

Los probióticos son microorganismos vivos que administrados en cantidades adecuadas confieren un beneficio a la salud del organismo contribuyendo al correcto funcionamiento de la microbiota autóctona. Estos organismos han demostrado su eficacia en situaciones de desequilibrio de la microbiota a distintos niveles: digestivo, urinario, vaginal y bucal.

De esta forma, permiten mejorar trastornos como la diarrea en adultos o niños (infecciosa o asociada al uso de antibióticos), el estreñimiento, la pesadez o los gases. Han demostrado también efectos beneficiosos a nivel urinario y en los distintos desequilibrios de la flora vaginal que derivan en vaginosis bacteriana o vulvovaginitis candidiásica, así como en el cuidado de la sequedad vaginal.