El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) ha organizado un curso online sobre como actuar en casos de efectos no deseados por el uso de productos estéticos. La sesión se ha realizado a través de un webinar titulado: “Cosmetovigilancia desde la Farmacia Comunitaria”.

“Los efectos adversos son aquellas reacciones adversas atribuibles a la utilización normal de un producto cosmético”, ha explicado Cristina Arizmendi Vélez, farmacéutica y jefe de Servicio de Cosmetovigilancia y Seguridad de Productos Cosméticos del Departamento de Productos Sanitarios de la Agencia Española del Medicamentos y el Producto Sanitario (Aemps).

Como profesionales sanitarios, los farmacéuticos deben notificar a la Aemps los efectos adversos graves que estén relacionados con un producto de cosmética (un producto destinado a las partes mas superficiales del cuerpo, como piel, uñas, pelo…) y pueden hacerlo a través de la NotificaCS, un portal al que se puede acceder desde al pagina oficial de la Aemps.

“Cuantos más efectos no deseados se notifiquen, ya sean graves o no graves, más información tendrá la Aemps y así podremos ayudar a quienes sufren estos efectos, los consumidores”, ha comentado Arizmendi, que, mediante un tutorial explicativo ha enseñado como rellenar los formularios y cuestiones que pide este portal de la Aemps al farmacéutico, como pueden ser el numero de lote del producto que haya podido causar el daño, la frecuencia de uso del cosmético, etc.

“Conocer la frecuencia de uso o como ha sido la aplicación del mismo, es fundamental para conocer el motivo del efecto no deseado, ya que puede haber un problema en el modo de empleo del cosmético, lo cual no significaría que el producto genere problemas, si no que ha sido mal utilizado. Si el farmacéutico detecta esto no tiene por que notificarlo”, ha apuntado Tomás Muret Ramón, Vocal Nacional de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios Farmacéuticos.

“Los farmacéuticos tenemos la obligación de comunicar inmediatamente los efectos graves no deseados de un cosmético”

Cristina Arizmendi Vélez, jefe de Servicio de Cosmetovigilancia y Seguridad de Productos Cosméticos del Departamento de Productos Sanitarios de Aemps

También han comentado la importante que es saber si el efecto no deseado se ha producido tras “reexponerse” al mismo, para estar seguros de que sea dicho cosmético el causante de la sintomatología de las personas que acuden a la farmacia.

Aspectos legales

Arizmendi ha recordado que para que un cosmético sea seguro debe siempre adaptarse al reglamento 1223/2009 sobre productos cosméticos del CE. En el que se establecen bases relacionadas con la presentación, el etiquetado, las instrucciones de uso y eliminación, entre otras medidas.

También ha mencionado el Real Decreto 85/2018 en el que se regulan los productos cosméticos. “En el articulo 10 de este real decreto de dictamina que los profesionales sanitarios, entre los que estamos los farmacéuticos, tenemos la obligación de comunicar inmediatamente los efectos graves no deseados de un cosmético”, ha recordado Arizmendi.

“El 95 por ciento de los casos reportados en 2022 produjeron una incapacidad temporal en quienes los sufrió, solo un 5 por ciento de los mismos requirieron de hospitalización”

Cristina Arizmendi Vélez, jefe de Servicio de Cosmetovigilancia y Seguridad de Productos Cosméticos del Departamento de Productos Sanitarios de Aemps

Asimismo, ha recordado que la cosmetovigilancia es necesaria para proteger la salud y para “identificar posibles riesgos” en los cosméticos comercializados, aunque hayan sido comprados fuera de una farmacia. También para establecer una relación causal entre el efecto no deseado y el propio producto, además de servir como una fuente de información epidemiológica que permita realizar estudio retrospectivos que incrementen el conocimiento sobre este tipo de productos y sus ingredientes.

Por otra parte, ha mencionado la evolución del numero de casos investigados por la Aemps, que presentan una línea claramente descendente. De los 76 casos graves y no graves de 2019, a los 52 de 2022. Aun así la ponente se ha mostrado cautelosa, ya que puede que este descenso en la notificación de casos esté relacionada directamente con la pandemia.

“La cercanía del farmacéutico con las personas y la evaluación que este puede hacer desde su perspectiva sanitaria como profesional cualificado es fundamental para mejorar la calidad de los cosméticos”

Tomás Muret Ramón, Vocal Nacional de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios Farmacéuticos

“El 95 por ciento de los casos reportados en 2022 produjeron una incapacidad temporal en quienes los sufrió, solo un 5 por ciento de los mismos requirieron de hospitalización”, ha comentado la experta, que además ha desglosado las categorías de los cosméticos que presentaron estos efectos. “ Cuatro casos se produjeron por productos relacionados con el cuidado del cabello, 33 por el cuidado personal, siendo esta categoría la más frecuente”, ha añadido.

El papel del farmacéutico

“La cercanía del farmacéutico con las personas y la evaluación que este puede hacer desde su perspectiva sanitaria como profesional cualificado es fundamental para mejorar la calidad de los cosméticos”, ha comentado Muret, que ha expuesto que preguntas debe de hacer y como debe actuar el farmacéutico ante estos casos.

“Hay que preguntar sobre los síntomas, sobre donde y cuando se está aplicando el tratamiento, si es adecuado a la tipología cutánea de la persona, si tiene una piel sensible o reactiva y o si ha notado alguna anomalía en el propio producto”, ha recomendado Muret, que ha recordado que en caso en que los productos no sean adecuados al tipo de piel, estén caducados, tengan una mala conservación o se hayan utilizado fuera del área del cuerpo para el que están estipulados, no deben de ser notificados.

“Si el farmacéutico observa que no hay una evolución positiva del paciente durante un periodo de tiempo, también debe derivarse al médico”

Tomás Muret Ramón, Vocal Nacional de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios Farmacéuticos

Asimismo, ha recomendado derivar al médico y notificar a la Aemps en caso de que se presenten lesiones cutáneas graves o cuando se tenga la sospecha de que se trata de una reacción adversa a estos cosméticos. “Si el farmacéutico observa que no hay una evolución positiva del paciente durante un periodo de tiempo, también debe derivarse al médico”, ha añadido.

Cristina Arizmendi ha recordado a los farmacéuticos asistentes al curso online que la Aemps realiza campañas sobre las buenas practicas del uso de productos cosméticos, de la exposición al sol de forma segura y de como prevenir los piojos entre otras muchos notas informativas, crípticos y decálogos.

Por otra parte, ha querido concluir con la importancia de que tienen los farmacéuticos a la hora de notificar los efectos no deseados relacionados con productos cosméticos, “la participación de los profesionales de la farmacia comunitaria es esencial dada su cualificación, formación y experiencia, así como por su compromiso y trato cercano que tienen con las personas que acuden a sus establecimientos”, ha finalizado.


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