Revisar las maletas después de un viaje -sobre todo las de tela-, no recoger muebles de la calle y lavar la ropa a gran temperatura son algunos de los consejos que dan los expertos para prevenir a las chinches. “Lo primero que hay que hacer es identificar su presencia. Los adultos, que son de un color marrón rojizo, tienen un tamaño visible a simple vista y se pueden ver. Lo que pasa es que es muy raro verlas porque, aunque ni saltan ni vuelan, huyen de la luz y corren mucho”, ha asegurado Inmaculada Castillo, doctora en Farmacia y coordinadora de proyectos de colegiados Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid.

Siempre que aparece una noticia sobre plagas en la tele, comenta la experta, el ciudadano acude a las farmacias a preguntar. “Cómo sé si tengo chinches, nos preguntan. Y como están hablando de viajes internacionales y del Camino de Santiago, cuando alguien regresa quiere saber si ha podido coger chinches”. Al volver de un viaje, recomienda la especialista, lo mejor es no guardar las maletas que se han utilizado en el dormitorio y, sobre todo, no dejarlas debajo de la cama.

En los hogares, para salir de dudas, hay que localizar los lugares habituales de anidamiento, “que son las grietas, los muelles de los somieres, los colchones, la ropa de cama y en las maletas, restos de chinches muertos y huevas o ninfas, que son más pequeñitas y de color café claro, y excrementos que son como pinceladas de color negro intenso. Y, finalmente, si tienes picaduras”.  

Las chinches suelen picar en cara, brazos y piernas porque son las partes del cuerpo que no están tapadas por las sábanas. Las picaduras aparecen en una línea recta ancha y se producen por la noche. “Es importante saber que una plaga de chinches no la puedes eliminar con un espray casero, hay que ponerse en manos de profesionales”, recuerda la experta.

España no se enfrenta a “un brote grave de chinches”

España no se enfrenta en estos momentos a “un brote grave de chinches”. Así se ha expresado Eliseo Martínez, coordinador del grupo de Epidemiología y Promoción de la Salud de la Asociación Española de Dermatología y Venereología. El experto reconoce que, al hablar de plagas, “es difícil disponer de datos fiables que permitan cuantificar la magnitud del problema de forma precisa” por lo que es difícil realizar comparaciones fiables. En Francia, continúa Martínez, “parece que sufren un problema mucho más grave que en España, ya que en su caso se acumulan alertas sobre afectación en colegios, cines o trenes”.

“Algunos colegas hemos percibido un aumento de este tipo de consultas, pero no es algo generalizado ni existe actualmente la impresión entre dermatólogos de que estemos ante un brote grave de chinches en España”, asegura.

Estos insectos, que en edad adulta miden unos cinco milímetros, suelen alojarse en cajones, tornillos, enchufes, ropa de cama, sofás y sillas, y se mueven de un lado a otro cuando las personas viajan. “Las chinches pueden alojarse en las costuras y dobleces de las bolsas de equipaje, en las ropas dobladas, en la cama -y ropa de cama-, en el mobiliario y, en general, en cualquier rincón donde puedan esconderse”, enumera Martínez.

Sobre las posibles causas de la expansión de la plaga, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) ya alertaba hace unas semanas de que el aumento generalizado de las temperaturas favorecía a la proliferación de insectos.

De entre las posibles causas más relevantes, el experto en Dermatología coincide en que el aumento de número de casos podría deberse a que “este último verano ha sido especialmente largo y cálido” y apunta que, en verano, también se viaja más. “Por último, se ha planteado la hipótesis de que las chinches puedan estar desarrollando resistencias frente a los pesticidas habitualmente utilizados”.

¿Qué hacer con las picaduras de chinches?  

Normalmente, asegura Martínez, “las picaduras de chinches tienden a mejorar de forma espontánea, por lo que el tratamiento no siempre es obligatorio. En caso de que el picor sea intenso, pueden usarse corticoides en crema o antihistamínicos orales”. Por otro lado, “es muy importante evitar el rascado para prevenir que se produzcan heridas que promuevan infecciones”.

“En caso de que haya numerosas lesiones y sean muy pruriginosas -que piquen mucho-, hay que ir al médico, que pautará tratamiento para evitar complicaciones. Del mismo modo, si hay signos de sobreinfección o afectación del estado general”. Las chinches suelen picar en la cara, el cuello, los brazos y las manos, y es importante saber que no existen evidencias de que estos parásitos tengan capacidad para actuar como vectores transmisores de enfermedades para los humanos.

Entre las posibles complicaciones, enumera Martínez, se encuentran la sobreinfección, que puede producir un impétigo o una celulitis; anemia y complicaciones muy infrecuentes como una reacción alérgica a la picadura, que “en su forma más grave se manifiesta como anafilaxis”.

Ante la sospecha de tener chinches en un domicilio, Martínez también recomienda llamar a una empresa especializada en plagas y fumigaciones para que hagan una evaluación de la vivienda y apliquen si es necesario un tratamiento de desinsectación.


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