Una especialidad clave para la asistencia hospitalaria del futuro

Por Jesús Díez Manglano, Presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI)

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Por Jesús Díez Manglano, Presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).

La crisis sanitaria originada por la irrupción de la COVID-19 hace ya casi dos años ha puesto de manifiesto sobremanera que la Sanidad es un pilar clave en cualquier Estado de Bienestar y que debemos proteger y fortalecer nuestro sistema sanitario y cuidar a sus profesionales. También puso de relieve la importancia de la figura del médico internista en nuestro SNS, un especialista polivalente, humanista y con visión global del paciente que está y ha estado siempre en primera línea para salvar vidas y hacer frente al SARS-CoV-2.

Desde el comienzo de la pandemia, los internistas han atendido a más del 80 por ciento de pacientes COVID-19 hospitalizados no críticos, han vertebrado equipos COVID y han facilitado la rápida y necesaria reorganización funcional de los hospitales, de forma coordinada con otros especialistas, profesionales sanitarios y niveles asistenciales. Pero además de esta faceta asistencial de la medicina interna española, también destaca otra: la investigadora. Los internistas españoles han liderado el conocimiento clínico y la búsqueda de evidencia científica sobre el SARS-CoV-2 con el Registro SEMI-COVID, uno de los mayores repositorios de datos clínicos sobre el virus de Europa y del mundo con participación de más de 700 investigadores de 136 centros hospitalarios, datos de más de 25.500 pacientes españoles y con más de 40 investigaciones ya publicadas en revistas de impacto nacionales e internacionales.

En el contexto actual de incertidumbre y de desafíos en materia de salud pública, no cabe duda de que también se atisban oportunidades para el cambio, para la óptima reorganización funcional de las instituciones sanitarias que marcan los tiempos actuales y para la mejora continua en el campo de la salud y, en este sentido, nuestra especialidad se erige como clave. Medicina interna, por su carácter integrador, generalista y holístico, es fundamental para hacer frente a los desafíos que aún plantea a día de hoy la pandemia y también para desdibujar y analizar retos de futuro sobre cómo debe ser, por ejemplo, el hospital del futuro y la asistencia a los pacientes. Para ello, hemos plasmado recientemente en la publicación “El hospital del futuro” todas nuestras reflexiones al respecto.

Creemos que urge dar una respuesta adecuada en el futuro más inmediato a esos pacientes cuyas patologías no COVID no han podido tener el seguimiento adecuado y estrecho por el impacto de la pandemia, que obligó a cerrar consultas y a centrar prácticamente todos los esfuerzos en combatir el SARS-CoV-2. Pero por otro, también es preciso abordar con garantías los retos de futuro que suponen la cronicidad y la pluripatología en el SNS, ya que cada vez vemos que llegan a consulta pacientes más complejos y con más carga de comorbilidad, así como otros desafíos como el cambio climático, las denominadas enfermedades emergentes o la implantación óptima de la telemedicina y la salud digital.

Medicina interna, por su carácter integrador, generalista y holístico, es fundamental para hacer frente a los desafíos que aún plantea a día de hoy la pandemia y también para analizar los retos de futuro

Por su formación multidisciplinar y su conocimiento clínico de múltiples campos de la medicina, los internistas están altamente cualificados, preparados y entrenados en buscar soluciones a problemas complejos y también en el manejo de la incertidumbre en el contexto clínico y en investigación. Desde la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) hemos puesto en marcha este 2022 un plan piloto de recertificación que permitirá a los internistas estar constantemente formados, capacitados y acreditados profesionalmente. Es un plan voluntario que, al margen de los requisitos que estipulen las autoridades sanitarias en cada momento, da un paso más allá y busca la excelencia y que se suma a las múltiples iniciativas formativas que SEMI viene promoviendo desde hace años en todos los ámbitos de interés de la Medicina Interna en el seno de sus grupos de trabajo para conseguir una medicina interna de alto valor para profesionales y pacientes.

Es cierto que la dimensión de lo vivido en esta crisis sanitaria, una de las mayores de nuestra historia reciente, es algo que no imaginábamos cuando empezó la pandemia. Pero también es cierto que, a lo largo de la historia, los internistas han estado en primera línea siempre que se les ha necesitado. Los inicios del VIH/SIDA o el Síndrome del Aceite Tóxico, son otros ejemplos de crisis y momentos de incertidumbre en los que medicina interna tuvo un papel determinante.

Aunque tenemos ante nosotros un escenario complejo, estoy seguro de que los internistas, como hemos hecho hasta ahora, seguiremos dando lo mejor de nosotros mismos en esta crisis sanitaria. En esta tarea no estamos solos. Nos hallamos ante un momento crucial que no debemos desaprovechar para que, conjuntamente con otros especialistas, profesionales sanitarios, gestores, instituciones sanitarias, administraciones y pacientes, podamos salir reforzados de ella y decidir colectivamente el futuro de nuestra Sanidad en aras de fortalecerla para lograr el mayor bienestar y calidad de vida posible para todos.