Un sistema capaz de reponerse y recuperar la actividad perdida, por Gotzone Sagardui

Por Gotzone Sagardui, consejera de Salud del Gobierno Vasco

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El año 2022 ha sido, para nuestro Departamento de Salud, el año de la recuperación y esperamos que el 2023 lo siga siendo. Iniciamos el ejercicio pasado en pleno impacto de la ola provocada por Ómicron y lo terminamos recuperando, en muchos ámbitos los datos de actividad anteriores a la pandemia.

Es cierto, y hay que tenerlo muy presente, que la pandemia no ha terminado y no hay certezas sobre su evolución, lo hemos aprendido en ocasiones anteriores; siguen produciéndose contagios, hay camas ocupadas por personas enfermas por la COVID-19 en nuestros hospitales y se siguen produciendo fallecimientos además de la sucesión de nuevas variantes que siguen apareciendo.

El esfuerzo para la recuperación durante este año ha sido muy importante, por eso quiero trasladar un mensaje de especial agradecimiento a todo nuestro personal, a los y las profesionales que están realizando un gran esfuerzo para normalizar la atención y recuperar todo aquello que la pandemia pospuso o ralentizó conjuntamente con los equipos directivos de todas nuestras organizaciones.

Quiero hacer una mención especial a la atención primaria. Hemos hecho un importante esfuerzo para aumentar la cartera de servicios de la atención primaria: incorporación de profesionales en farmacia comunitaria, fisioterapia y salud bucodental, desarrollo de la indicación de enfermería, obras de infraestructura para mejorar las instalaciones, dotación de herramientas tecnológicas y formación para conseguir consultas más resolutivas y evitar demoras y desplazamientos a la ciudadanía.

La recuperación de la actividad ha llegado también a programas como los de cribados de cáncer de mama, cérvix o colon, y a la reducción de las listas de espera, especialmente las quirúrgicas. No hemos llegado aún a niveles previos a la pandemia, lo sabemos y lo reconocemos, pero el sistema ha demostrado que es capaz de reponerse e ir recuperando la actividad perdida.

“Para este año, el primer reto sigue siendo hacer frente a las consecuencias de la pandemia, utilizando todos los medios posibles, así como seguir avanzando en la mejora de la sanidad pública”

Al margen del área asistencial, el año pasado fue muy fructífero en el apartado normativo y de planificación estratégica. Elevamos al Parlamento Vasco, para su aprobación, un proyecto de Ley de Salud Pública; y ultimamos un nuevo Plan de Salud para los próximos 8 años, un plan de actuación frente al ictus, una estrategia de Atención a Enfermedades Neurodegenerativas, la renovación del Plan de Adicciones, un nuevo Plan de Salud Mental. Todos estos planes y estrategias verán la luz a lo largo de los primeros meses de este 2023.

Para este año, el primer reto sigue siendo hacer frente a las consecuencias que la pandemia ha dejado, utilizando todos los medios personales y materiales disponibles, así como seguir avanzando en la mejora de la sanidad pública desde la inversión en instalaciones, en equipamientos, en personal, en formación y en investigación e innovación.

Una revisada Estrategia de Atención Primaria guiará la ampliación de servicios ya iniciada en el año 2022 con la implantación de la gestión en función de la demanda. La atención hospitalaria recibirá un gran impulso con nuevos proyectos de creación, ampliación o reforma de centros como el de Tolosa, de los hospitales de Galdakao, Basurto, Cruces, Zumárraga, Arrasate, Bidasoa y la protonterapia en Onkologikoa.

En el ámbito de la atención sociosanitaria, en el año 2023, se producirá el despliegue de la nueva estrategia aprobada por todos los agentes implicados en esta materia en Euskadi gracias a la reciente aprobación del Decreto de Gobernanza Sociosanitaria, a la próxima firma de los nuevos convenios de colaboración con la Diputaciones Forales y a la proyección de nuevos recursos de atención sociosanitaria.

Y más allá de las inversiones en infraestructuras de atención primaria y hospitalaria, y la incorporación de nuevas tecnologías, Osakidetza-Servicio Vasco de Salud, abordará en el año 2023 una tarea crucial en su fortalecimiento y futuro: la estabilización de la plantilla.

Durante este año se culminarán las OPE 2018-2019, (3.535 plazas en dos fases) y se realizarán las pruebas de las OPE de reposición de los años 2020, 2021 y 2022, además de la OPE de Estabilización de 2021, que se celebrarán de forma conjunta y que incluyen 7.639 plazas. Procesos que facilitarán la consolidación de más de 11.000 plazas en nuestro compromiso de conseguir una temporalidad inferior al 8% en el Servicio Vasco de Salud Osakidetza.