Jaime
Giner
Presidente del Consejo Valenciano de Colegios Farmacéuticos | jueves, 21 de febrero de 2019 h |

Desde el MICOF siempre hemos pensado que es fundamental la cooperación entre profesionales sanitarios para la mejora continua de los procesos asistenciales y, por ende, de la salud de los ciudadanos. De dicha colaboración pueden surgir ideas, proyectos o iniciativas que enriquezcan las profesiones sanitarias y, al mismo tiempo, ayudan a mejorar la atención al paciente que es, sin lugar a dudas, nuestro principal objetivo.

2017 fue un año difícil para los profesionales de la farmacia. Por un lado, la Administración sanitaria valenciana excluyó a los farmacéuticos comunitarios de su proyecto de atención sociosanitaria y por otro, en los últimos meses estamos viviendo en los medios de comunicación un ataque feroz e injustificado de algunos dirigentes de la profesión de Enfermería hacia los Farmacéuticos Comunitarios y Oficinas de Farmacia, que no hacen sino retroalimentar el mito de que ambas profesiones no colaboran conjuntamente.

Sin embargo, desde el Colegio realizamos un gran esfuerzo para conseguir que ya en 2018 la Administración finalmente apostara por un modelo de atención social que aglutinara a todos los actores y profesionales que participan del proceso. Porque, como siempre hemos dicho, la atención al paciente está por encima de personalismos e intereses políticos y en este sentido todos unidos debemos remar hacia el mismo lugar: ofrecer una asistencia de calidad que cumpla con las demandas de atención social actual y que, a su vez, contengan el gasto sanitario.

Los profesionales farmacéuticos valencianos consideramos que es necesario establecer modelos colaborativos que den estabilidad y mejoren la salud de las personas. Porque, como nunca nos cansaremos de decir, el paciente tiene que ser nuestro objetivo común, la de los farmacéuticos y la del resto de profesionales sanitarios, y no podemos, ni debemos nunca, basar nuestras actuaciones en criterios personales que excluyan la participación de todos.

Tan solo a través de estos modelos colaborativos podremos garantizar plenamente el derecho de los ciudadanos a recibir la prestación farmacéutica en condiciones de igualdad, ya sea en su propio domicilio o en el ámbito sociosanitario en el que se pudiera encontrar, permitiendo con ello que sea considerado como una persona más que necesita atención sanitaria. Esta igualdad no se consigue limitando las libertades de los ciudadanos, sino ampliando las que no están al alcance de los desfavorecidos.

Pero no solo es importante la colaboración interprofesional o incluso intersectorial, sino que, además, y como ha quedado demostrado, es necesaria una buena y fluida relación con la Administración para llevar adelante proyectos como Domi-EQIFar, desarrollado por la Conselleria de Sanitat y los Colegios Oficiales de Farmacia de Alicante, Castellón y Valencia, o el proyecto INDICA + PRO, una iniciativa, pionera en España, que pretende valorar el ahorro que supone para el Sistema Nacional de Salud, la solución de síntomas menores desde la farmacia comunitaria mediante el servicio de indicación farmacéutica que ha sido posible gracias a la participación de las sociedades científicas tanto de farmacéuticos como de médicos junto con las Universidades de Sydney y Granada y que cuenta además con la participación de la Consellería de Sanitat, el Colegio de Médicos de Valencia, el MICOF y, por supuesto, asociaciones de enfermos.

Estos proyectos persiguen prestar un servicio de atención farmacéutica integral a pacientes y tienen como principios la equidad, la calidad, la integración y la atención farmacéutica integral, siempre con un equipo multidisciplinar. La atención en salud no se entiende si no se concibe como un proceso sumatorio de todos los colectivos sanitarios y también no sanitarios implicados en la consecución de un proyecto de cuidado de la ciudadanía.

Así, el proyecto Domi-EQIFar cuenta en el Departamento de Salud Arnau-Llíria de Valencia con el trabajo coordinado de un equipo formado, entre otros, por profesionales de la medicina, la enfermería, la farmacia de atención primaria, la farmacia comunitaria o de trabajo social.

Desde el mes de noviembre de 2017, este equipo multidisciplinar se ha reunido periódicamente y, fruto del trabajo conjunto, se ha desarrollado un proyecto adecuado a las necesidades del Departamento.

En cuanto al proyecto Resi-EQIFar, tras meses de lucha por parte del MICOF contra una propuesta que considerábamos injusta, conseguimos que el nuevo equipo de la Conselleria decidiera no aplicarla. En todo momento hemos considerado que el modelo propuesto en 2017 no solo no beneficiaba a los residentes de los centros, sino que era excluyente con las oficinas de farmacia e incluso con atisbos de inconstitucionalidad.

La nueva propuesta de la actual Conselleria ha abierto un nuevo camino e, inicialmente, estamos satisfechos. Obviamente, queda mucho trabajo por delante de cara a desarrollar y negociar su desarrollo reglamentario, pero es un buen punto de partida puesto que no solo ya no excluye a ningún agente, sino que esta propuesta recoge varios modelos de prestación farmacéutica que pueden convivir, en función del número de plazas de los centros.

Desde el MICOF siempre estamos y estaremos abiertos a tender puentes de colaboración con la Administración y con el resto de los agentes implicados para madurar un modelo de atención farmacéutica sociosanitario accesible, de calidad y eficiente a través de un modelo colaborativo que proponga mecanismos para mantener la continuidad asistencial, la integración y el seguimiento de la prestación farmacéutica en el ámbito asistencial.

Tan solo si trabajamos en equipo conseguiremos ofrecerle al paciente una atención farmacéutica de calidad.


“Solo a través de modelos colaborativos podremos garantizar plenamente el derecho de los ciudadanos a recibir la prestación farmacéutica en condiciones de igualdad”