Nos encontramos ante un nuevo ciclo político que no oculta los cambios que afronta 2024, ni el nuevo equilibrio parlamentario que convierte la legislatura en algo más impredecible de la cuenta.
En la lista de prioridades informativas que elabora el grupo Wecare-U, editores de El Global, Gaceta Médica y EDS-Economía de la Salud, hemos seleccionado muchos de los asuntos que las instituciones, sociedades, compañías y demás organizaciones que participan en este anuario tienen muy presente.
Es posible que la sanidad deba pasar a la ofensiva, y que deba tener una actitud más activa que reactiva. Sin duda, por primera vez se da la circunstancia de una cartera sanitaria en manos de un partido que no es ni el PSOE ni el PP y parte de una hoja en blanco, sin trayectoria ni condicionantes. Pero aún debe mostrar que es capaz de gestionar un CISNS de partidos de distinta naturaleza y signo, como nunca antes había ocurrido.
Gobierno, oposición y el resto de partidos de uno y otro signo pueden bailar a un lado o a otro en materia sanitaria, y esta legislatura puede hacer que las propuestas parlamentarias, aunque no sean abundantes, sí tengan resultados más impredecibles. La acción, en lugar de la reacción, que exigen para la sanidad algunos líderes políticos, se puede aplicar a los nuevos modelos profesionales y asistenciales, a la iniciativa en investigación o a la gestión y anticipación de presupuestos.
Durante la pandemia reciente se ha demostrado que es la colaboración público privada el eje del éxito en los resultados de la investigación. Pero es preciso definir con claridad este ámbito, en un ejercicio de realismo con lo que puede y no puede hacer cada una de las partes por separado. Si bien todos creemos que lo público es esencial y equitativo, como la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), hay que ver si es realista iniciar una actividad pública en esferas que van más allá, como la empresarial.
El tiempo dirá si el impulso de una empresa publica farmacéutica, con todos los matices que requiere, resulta una buena decisión para el sistema sanitario y pasa los pacientes. Inversión en sanidad es una de las cuestiones que más ha preocupado siempre a las CC.AA. es el presupuesto sanitario.
“Sin una decisión de mejorar la financiación, la sanidad tendrá una rémora para acometer las reformas necesarias para avanzar en los cambios oportunos”
La infrafinanciación ha sido y es destacada para la mayoría de las CC.AA. y nuestro sistema sanitario no permite vislumbrar que la sanidad vaya a tener todos los recursos que requieren las distintas prioridades identificadas. Por ello, es preciso una decisión de Estado de mejorar la financiación sanitaria.
Partidos de uno y otro signo han flirteado con la idea de subir la inversión en sanidad hasta el 7% del PIB, como se ha afirmado en los programas electorales de 2023. Pero para eso es preciso que la sanidad figure entre las prioridades presupuestarias con mayor inversión, a pesar de que es el mayor presupuesto (más del 40% de media) de cada CC.AA.
Sin una decisión de mejorar su financiación a nivel de Estado, la sanidad tendrá una rémora para acometer las reformas necesarias para avanzar en los cambios oportunos. Si estamos de acuerdo con las prioridades sanitarias, debe poder avanzarse en los medios para llevarlas a cabo. En este Anuario de la Sanidad 2024 explican los distintos responsables sanitarios nacionales y autonómicos sus visiones y opiniones que ofrecen pistas claras del futuro inmediato.
Desde algunas CC.AA. insisten en que todas las propuestas deben ir acompañadas del presupuesto correspondiente, ya que de lo contrario no es posible acometer inversiones con los presupuestos actuales ya delimitados, como afirman sin excepción todos los responsables autonómicos. Y muchos de éstos responsables lo verbalizan con la llamada a evitar el “yo invito y tú pagas”, como se dice coloquialmente.
En cuanto a la política farmacéutica, la intención de esta legislatura es ir adelante con la reforma de la Ley del Medicamento, algo que la compleja realidad parlamentaria ha puesto difícil, si no se llega a un consenso amplio entre Gobierno y oposición. Se espera que debajo de la estructura de Leyes y Reales Decretos haya normas, directrices y guías, según expresan desde la Dirección General de Cartera Común, como una forma de responder a los retos y a la agilidad que plantea el sector. Y todo esto, sin perder de vista las discusiones del paquete europeo de reformas en materia farmacéutica, en un año electoral en la Unión Europea con la cita del 6-9 de junio. Si el objetivo es que en materia sanitaria exista confluencia entre los países de la UE, será necesario analizar esas diferencias y tenerlas presente.
Como también es necesario preguntarse en qué lugar debe situarse España respecto a otros países de su entorno. Una respuesta que explicará las políticas que se pongan en marcha en el futuro inmediato