Innovación como fórmula magistral, por Luis Díaz-Rubio

Por Luis Díaz-Rubio, director general de Janssen Iberia

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En estos primeros meses que llevamos de 2023 hemos podido corroborar las previsiones que indicaban que éste iba a ser un año de cambios, no exento de desafíos, marcado en general, por el contexto macroeconómico al que nos enfrentamos tanto en Europa como a nivel global, y el impacto que ello conlleva en los costes, así como la volatilidad geopolítica.

Sin duda, desde la industria farmacéutica tenemos mucho que aportar en un entorno como el actual, donde está claro el rol fundamental que juega la innovación. Los datos hablan por sí solos; casi el 20 por ciento de toda la I+D industrial de nuestro país la desarrolla nuestro sector, lo que supone más del 9 por ciento de la inversión en este ámbito llevada a cabo por la totalidad del tejido empresarial, y el 6,1 por ciento de la investigación total de la economía española, teniendo en cuenta la investigación tanto pública como privada. Una cifra que además ha ido incrementándose y que en 2021 alcanzó su máximo histórico, con 1.267 millones de euros, un 9,2 por ciento más que el año anterior. Asimismo, casi la mitad de los recursos que invertimos están destinados a I+D en proyectos realizados conjuntamente con hospitales, universidades y centros públicos y privados, reflejo de la importancia de la colaboración público-privada para el desarrollo de este sector estratégico.

Y lo más importante: todo ello se traduce en oportunidades para las personas que tienen una enfermedad. En soluciones para ofrecer más y mejor tiempo, en esperanza para que en algunos casos podamos hablar de cronificación e incluso de curación de una patología. En los próximos meses seguiremos viendo cómo los avances científicos se combinan con las nuevas tecnologías para ofrecernos un futuro alentador, donde podamos facilitar diagnósticos más certeros, tratamientos a medida para cada paciente y alternativas donde antes no las había.

En Janssen seguimos trabajando con ese compromiso, marcado por un espíritu inconformista, que nos empuja cada día a buscar fórmulas para ofrecer a los pacientes y profesionales sanitarios las herramientas necesarias para el manejo de las patologías y, sobre todo, conseguir que éstas sean accesibles. Porque de poco sirve el desarrollo de un fármaco innovador si no es posible que llegue a aquellos que los necesitan.

Desde la industria farmacéutica tenemos mucho que aportar en un entorno como el actual, donde está claro el rol fundamental que juega la innovación, de hecho, casi el 20% de toda la I+D industrial de nuestro país la desarrolla nuestro sector”

Así, en 2022 conseguimos, gracias a la colaboración con los diferentes agentes sanitarios; que por primera vez en medio siglo los pacientes con depresión mayor resistente tengan a su disposición un fármaco con un nuevo mecanismo de acción; que las personas con esquizofrenia cuenten con más facilidades para la recuperación de su proyecto de vida; que en esclerosis múltiple los pacientes continúen aumentando sus posibilidades de tratamiento; o en VIH, aportar flexibilidad a las personas que conviven con el virus. Además, hemos logrado ampliar las indicaciones de dos de nuestros fármacos para abordar el dolor e incapacidad de las personas que tienen artritis psoriásica y seguir evolucionando para derribar el paradigma de la incurabilidad del mieloma múltiple.

Y es ese espíritu inconformista el que nos empuja a seguir avanzando para traer nuevas opciones este año para diferentes tumores sólidos como el cáncer de pulmón, para añadir más opciones terapéuticas para los pacientes con cáncer de la sangre -tanto en leucemia linfocítica crónica como en mieloma múltiple-, apostar por la investigación en enfermedades raras como la hipertensión arterial pulmonar o la retinosis pigmentaria ligada al cromosoma X, entre otras.

Este es nuestro compromiso: hacer llegar a los pacientes la innovación, tendiendo la mano a la colaboración, contribuyendo a fortalecer el tejido industrial y la economía del país, sin dejar de lado nuestro compromiso con la comunidad y con el medioambiente, porque no podemos olvidar que nuestra salud va intrínsicamente ligada a la del planeta.

Sabemos que no es tarea fácil, pero contamos con la mejor herramienta: nuestra motivación por contribuir a la salud de las personas.