De la sanidad a la salud

Artículo de opinión de Enrique Ruiz Escudero, Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid

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Concluye un año que coincide con un final y un comienzo de legislatura en el ámbito autonómico. Un momento propicio para hacer balance y trazar algunas directrices. La sanidad madrileña es un referente en España y una de las mejor valoradas de Europa. Es el resultado de una política sanitaria que, desde una visión científica y humanista, implica a todos los agentes del sector público y privado en el desarrollo de una asistencia sanitaria universal, con el paciente como protagonista, con plena libertad para elegir cómo y por quien desea ser atendido.

Nuestra acción sanitaria se significa por su vocación de liderazgo en ámbitos de vanguardia, como los trasplantes, los Centros de Referencia Nacional, la tecnología diagnóstica y terapéutica, en las estrategias en terapias avanzadas y en la investigación biomédica. BioMAD es ya una realidad, como también, los avances en telemedicina, la Historia Clínica Electrónica y la Receta Electrónica Interoperable.

Actuamos desde una perspectiva sociosanitaria que traspasa los límites físicos de las consultas, la denominada “sanidad líquida”. Con vocación de asistencia clínica personalizada, proyectada en el ámbito social y colectivo. Una cultura de salud con una actitud integradora, respetuosa y transparente, en la acción y en la gestión. Por eso, al tiempo que hemos dotado todos nuestros hospitales con servicios de geriatría, apostamos por la atención y hospitalización domiciliaria. Al tiempo que modernizamos la actuación en urgencias y emergencias, y también, somos una Comunidad Cardioprotegida.

Hemos modificado la Tarjeta Sanitaria Individual para responder a la demanda del colectivo LGTBI y hemos aprobado dos leyes esenciales, como la Ley de Derechos y Garantías de las Personas en el Proceso de Morir, y la Ley de Profesionalización de la Gestión Sanitaria, pionera en España.

Todos estos avances han sido posibles por dos razones. Porque hemos logrado un récord histórico en el presupuesto destinado a la sanidad madrileña, que representa el 41 por ciento del presupuesto regional. Más de 30.000 millones de euros en cuatro años, lo que supone un incremento de 817 millones desde 2015. En 2019, hemos superado por vez primera los 8.000 millones de euros. Porque contamos con profesionales de primerísima línea, a nivel clínico y humano, que todos los días ponen su vocación, su conocimiento y su entrega al servicio del paciente. Son sinónimo de garantía de calidad, seguridad y excelencia.

Pero a pesar de los evidentes avances, nos mantenemos alerta porque somos conscientes que la asistencia sanitaria de hoy es una secuencia en movimiento cuyos paradigmas han variado sustancialmente. Vivimos un momento histórico en el que la Sanidad se torna en Salud. O lo que es lo mismo, en ‘ciencia de la vida’.

Nuestro paciente es más exigente, está más formado e informado y ha depositado en nosotros importantes expectativas para garantizar su cuidado y bienestar. Además, es más longevo, con mayores posibilidades de ser crónico, y necesita unos cuidados integrales. Un hecho fundamental puesto que la Comunidad de Madrid tiene una media de vida de 85 años. La más alta de España. Debemos sentirnos orgullosos porque hemos ganado ‘años a la vida’, pero es el momento de ‘ganar vida a los años’.

“Quiero enfatizar la importancia de la medición de resultados. El dato nos fortalece y también lo hará con nuestro sistema sanitario”

En el gobierno regional estamos trabajando diferentes líneas de actuación que conformarán los pilares de la asistencia de los próximos años. Estamos fortaleciendo y mejorando nuestra Atención Primaria para que sea más integral y comunitaria, con un incremento de presupuesto en 146 millones desde 2016, con un nuevo Plan de Infraestructuras. Reforzaremos el importante papel de la enfermería, y la continuidad asistencial.

Actualizaremos prácticamente todos los hospitales mediante un Plan de Modernización de las Infraestructuras dotado con más de 1.000 millones de euros en los próximos 10 años. Empezaremos por los 7 más importantes, como es el caso del Hospital La Paz. Vamos a articular una política farmacéutica que nos permita hacer un uso racional de los medicamentos, garantizando el acceso a los de alto impacto, al tiempo que mejoramos la adherencia. Iremos de la mano de los farmacéuticos, en el marco de la futura Ley de Farmacia.

La Salud Pública es otro eje fundamental de nuestra política sanitaria. Seguiremos profundizando en medidas para la promoción, prevención y educación para la preservación y cuidado de la salud física, psicológica y ambiental, desde un enfoque transversal en todas nuestras políticas, que incluye la lucha contra la violencia de género.

Queremos enfatizar la atención a colectivos vulnerables, como los mayores, los jóvenes y los enfermemos mentales, con iniciativas como el Plan de Atención Integral en Longevidad, Fragilidad y Soledad, el Plan Integral contra el Cáncer, que incluye 4 Unidades de Oncología para la atención de jóvenes, o el Plan de Salud Mental. Nuestra apuesta por la Humanización de la asistencia es ya veterana. Dotada con su propia estructura orgánica, vamos a seguir avanzando su Plan de actuación, con la participación de los pacientes y profesionales en la Escuela Madrileña de Salud.

Los profesionales son, como decía, la savia fundamental de nuestra asistencia sanitaria. Hemos mejorado sus condiciones laborales convirtiendo 9.100 eventuales en interinos. Hemos reconocido la carrera profesional suspendida desde 2010 y hemos convocado una OPE histórica para los próximos tres años con 19.700 plazas. Y queremos reducir todavía más la eventualidad estructural.

Asimismo, quiero enfatizar la importancia de la medición de resultados. El dato nos fortalece y también lo hará con nuestro sistema sanitario. Por tanto, es necesario reenfocar el sistema hacia la búsqueda de resultados en salud y elaborar una “Estrategia del Dato” que pase por medir, evaluar y difundir qué estamos haciendo y cómo lo estamos llevando a cabo, y así tomar decisiones en base a la eficiencia. Este será un objetivo vital para los años venideros.

Finalizo estas reflexiones abogando por lograr un Pacto por la Sanidad como instrumento para asegurar la sostenibilidad, la eficacia y la equidad. Solo desde una perspectiva integral seremos capaces de hacer frente a los desafíos presentes y futuros. Gregorio Marañón decía que ‘la verdadera grandeza de la ciencia acaba valorándose por su utilidad’. Sigamos trabajando para ser útiles en la clínica, razonables en la gestión y humanos en el camino que recorremos junto a nuestro paciente lograr el sueño de ganar vida a los años.