Buscar equilibrios y estabilidad

Por Enrique Ordieres, presidente de CINFA

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Por Enrique Ordieres, presidente de CINFA.

Un año más, con motivo de mi participación en este Anuario, dedico unos momentos de reflexión a lo acontecido en 2021, intentando proyectar lo que podremos vivir en 2022.

No está siendo fácil la gestión de esta larga pandemia: ni en lo que se refiere a la empresa, vida personal… ni siquiera en lo relacionado con la salud. Yo creo que todos vivimos cierta sensación de agotamiento, que no sabemos bien qué consecuencias nos puede deparar en el medio y largo plazo.

Si hay una palabra que considero caracteriza a este año, es “incertidumbre”; en todos los sentidos. A nivel económico, hay varios aspectos que quiero reseñar. Fundamentalmente, al final del año, en todo el mundo y en muchos y diferentes sectores, se ha producido un importante incremento de la demanda que no se ha podido atender de manera ágil y adecuada desde las empresas locales. Esta situación ha provocado problemas en las cadenas de suministro, circunstancia que no ha sido ajena a nuestro sector farmacéutico. Bien es cierto, que el esfuerzo realizado en nuestro país en los últimos años ha permitido que no sea un problema que trascienda a los pacientes. Pero, igualmente, debemos hacer una reflexión al respecto.

Por un lado, nos encontramos con importantes incrementos en los costes energéticos. La industria farmacéutica es muy dependiente de la energía, fundamentalmente, para la gestión del aire necesario en sus procesos: climatización, secado, etc. Todo ello, a pesar de los grandes esfuerzos que realizamos para conseguir cada vez una mayor eficiencia, incluso después de la creación, en nuestro caso, de un importante parque solar que vamos a aumentar de manera significativa a lo largo de este año.

Por otro lado, también es conocido el incremento de los costes del transporte. La deslocalización producida en las últimas décadas hace que gran parte de nuestras materias primas y excipientes los tengamos que adquirir a proveedores lejanos. Y esto no sólo es un problema de costes, sino también de tiempo a la hora de reaccionar ante cambios repentinos en la demanda.

Por último, y más significativo, están los costes de las materias primas y materiales de acondicionamiento. Me parece positivo que cada vez seamos más exigentes en la calidad de estas. Pero la capacidad de detección de trazas o partes por millón de diferentes productos que a veces son subproductos de las propias materias, nos está llevando a grandes incrementos en los costes (en muchos casos se pueden duplicar o triplicar).

“La deslocalización producida en las últimas décadas hace que gran parte de nuestras materias primas y excipientes los tengamos que adquirir a proveedores lejanos. Y esto no sólo es un problema de costes, sino también de tiempo a la hora de reaccionar ante cambios repentinos en la demanda”

Así que, desde la industria, y desde hace muchos años, estamos haciendo un gran esfuerzo para optimizar nuestros procesos y buscar una necesaria eficiencia, ya que los precios de nuestros productos finales, los medicamentos, están regulados y de modificarse, suele hacerse a la baja.

También es complejo la búsqueda de un equilibrio entre la deseada eficiencia y el tener una capacidad de reacción ante cambios en la demanda, como se han producido en este último año. En el sector farmacéutico, cualquier cambio, incluso en el más sencillo de los procesos de fabricación o cambio de proveedor, requiere de muchos meses para obtener la validez de las autoridades regulatorias. Y esto complica mucho esa deseada capacidad de reacción.

A pesar de ello, en Grupo Cinfa llevamos muchos años trabajando en este sentido: en la búsqueda de ese necesario equilibrio entre la capacidad de reacción y la eficiencia, siempre sin escatimar un solo euro en la calidad final, que es la base de nuestro modelo farmacéutico. Por eso, hemos invertido más de 360 millones de euros en la última década, tanto en I+D como en instalaciones y activos fijos.

Y por eso, también, nuestras peticiones van dirigidas a la búsqueda de una mayor estabilidad y previsibilidad que nos permitan seguir invirtiendo y creando riqueza en nuestro país. En Cinfa, avanzamos en el cumplimiento de ese plan estratégico que nos ha llevado a invertir más de 200 millones de euros hasta 2024 (que seguro superaremos). Lo hacemos de manera convencida, y en unos pocos meses tendremos operativa una nueva planta que nos permitirá tener esa capacidad de reacción ante cualquier situación que se pudiera producir en el futuro. Y, además, con una importante creación de puestos de trabajo, tan necesarios en nuestro país.

“Nuestras peticiones van dirigidas a la búsqueda de una mayor estabilidad y previsibilidad que nos permitan seguir invirtiendo y creando riqueza en nuestro país; llevamos años trabajando en ese sentido”

Para terminar, no quiero dejar de hacer una reflexión sobre el compromiso de nuestra compañía en seguir aportando valor a nuestra comunidad, tanto en la creación de empleo, sostenibilidad e innovación. Buscando siempre mejorar como empresa humana, diversa e inclusiva; en la conciliación y desarrollo profesional y, por supuesto, buscando, junto a la farmacia, iniciativas que nos acerquen a las necesidades de nuestros pacientes.

En estos nos centramos en 2022, esperando que esta “situación pandémica” se normalice y nos permita ser más previsibles y vivir más felices en el futuro cercano.


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