Bidafarma, pionera en distribución farmacéutica ética

Por Antonio Mingorance, presidente de Bidafarma

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En un mundo interconectado, la distribución farmacéutica es fundamental para la atención sanitaria. Por eso, Bidafarma se mantiene como un líder económico y ético en un sector que demanda una visión integral y sostenible. Nuestro compromiso con la salud de las personas, la transparencia con nuestros socios y la responsabilidad ambiental son los pilares que sustentan nuestro camino hacia el futuro de la farmacia.

Como presidente de Bidafarma, una cooperativa de farmacéuticos comprometida con la salud, quiero resaltar la importancia de la economía social como marco de nuestra labor desde nuestros inicios. Por eso, más allá de los datos económicos, nuestro enfoque se centra en asegurar que el medicamento llegue oportunamente al paciente y en fortalecer la labor de la farmacia.

En este sentido, nuestra misión va más allá de las transacciones comerciales. Buscamos ser agentes de cambio positivo en la sociedad, guiados por valores éticos arraigados en principios de equidad y solidaridad. Para nosotros, la equidad significa que todas las personas, sin importar su situación económica o geográfica, tengan el derecho fundamental de recibir el medicamento que necesitan. La solidaridad, por otro lado, no es simplemente una colaboración estratégica, sino un vínculo humano que nos conecta con la sociedad, inspirándonos a ser catalizadores de cambio social y contribuir a la mejora de la salud de la población.

Si bien destacamos los logros económicos de Bidafarma, con una facturación de 2.806 millones de euros en 2023 y proyecciones de superar los 2.910 millones en 2024, es esencial abordar estos datos sin perder de vista que, más que números, estos logros se integran en nuestra filosofía de economía social, donde el éxito económico es un medio para alcanzar un fin irrenunciable: asegurar que los medicamentos lleguen a quienes los necesitan.

Reconocemos los desafíos del panorama farmacéutico, acentuados por la pandemia que ha revelado vulnerabilidades en las cadenas de suministro y sistemas sanitarios. La contribución crucial de la profesión farmacéutica durante la crisis del Covid-19 y el entorno actual de incertidumbre internacional resaltan la necesidad de ayudar a la visibilidad del Sistema Nacional de Salud. Una situación en la que la resiliencia y la adaptabilidad se vuelven esenciales, y como sector farmacéutico, debemos ser proactivos en anticipar y abordar amenazas emergentes.

Nuestro liderazgo, reflejado en un aumento de cuota de mercado del 0,58 por ciento, no solo implica conquistar espacio en el mercado, sino también influir positivamente en la sociedad, abogando por prácticas comerciales éticas y sostenibles. La expansión logística, con nuevos almacenes estratégicos, refleja nuestra respuesta a las demandas del mercado. Sin embargo, es crucial que este desarrollo logístico no desconecte con la esencia de la atención farmacéutica centrada en las personas.

“La expansión logística, con nuevos almacenes estratégicos, refleja nuestra respuesta a las demandas del mercado. Sin embargo, es crucial que este desarrollo logístico no desconecte con la esencia de la atención farmacéutica centrada en las personas”

Tras la pandemia, Bidafarma ha reforzado su enfoque asistencial, presentando propuestas de formación y servicios, y firmando acuerdos para mejorar la prestación farmacéutica. Ser propiedad de los farmacéuticos y estar al servicio de la farmacia significa que nuestra actividad esencial es la distribución de medicamentos. Por eso, todas nuestras líneas de negocio se orientan a facilitar a la farmacia un desempeño óptimo en el cuidado de la salud de los pacientes, con el manejo del medicamento en el centro de nuestras competencias profesionales.

Bidafarma, siendo propiedad de los farmacéuticos y estando al servicio de la farmacia, tiene como actividad esencial la distribución de medicamentos. Ello nos hace enfrentamos a desafíos del futuro y del presente como la escasez de fármacos, un problema multifactorial que requiere la colaboración de todos los agentes de la cadena sanitaria. La falta de éstos constituye un problema significativo de resolución incierta, pero trabajamos para establecer condiciones óptimas que garanticen el acceso de los ciudadanos a su medicación en las mejores condiciones.