Llega el decenio de la colaboración

Artículo de opinión de Héctor Castro, presidente del COF de La Coruña

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2020 no estará exento de retos para la profesión farmacéutica como es habitual. Abandonamos una década y comenzaremos otra, con la ilusión que ello supone para quienes compartimos una visión dinámica, social y asistencial del importante papel sanitario del farmacéutico. Cada nuevo año, cada nueva década, es una nueva oportunidad para desarrollarnos profesionalmente y continuar aportando valor al sistema de salud que tenemos la suerte de disfrutar en España. Y es que, sin duda, el decenio que pronto iniciaremos será el de la colaboración entre los diferentes niveles asistenciales, entre los profesionales sanitarios y de otros múltiples ámbitos, coordinados por la administración, para la mantener excelencia en los cuidados y la atención al paciente, la del abordaje del envejecimiento y la cronicidad también desde las oficinas de farmacia, la de la reivindicación del importante papel de la farmacia rural y la de un modelo de farmacia, como es el español, que jugará un papel crucial en múltiples ámbitos como en la prevención de la enfermedad y la educación sanitaria, en la intervención comunitaria, la coordinación de las estrategias sociales y otros muchos campos en desarrollo, además de su inherente vertiente asistencial.

“En Galicia tenemos un desafío mayor, y es el abordaje de la cronicidad y la atención a la dependencia unido a factores como la despoblación, la dispersión o la soledad no deseada”


En Galicia tenemos, si cabe, un desafío mayor que en el resto de España, y es el abordaje de la cronicidad y la atención a la dependencia, pero agravado y unido a factores como la despoblación en los entornos rurales, la dispersión geográfica o la soledad no deseada. Esta situación está ya siendo objeto de análisis profundo y de adopción de algunas medidas nuevas hasta la fecha, como la incorporación de la atención farmacéutica domiciliaria desde las farmacias, recogida en la nueva Ley 3/2019, de 2 de julio, de Ordenación Farmacéutica de Galicia, que otorga un papel estratégico a nuestra profesión, en coordinación con el resto de profesionales, en cuanto al abordaje de los pacientes en su propio domicilio en determinadas situaciones, y en cuyo desarrollo ya se está trabajando.
Y es que la farmacia de la provincia de A Coruña, al igual que toda la farmacia gallega, catalizada por los múltiples proyectos que ha venido desarrollando el Consejo General de Farmacia en los últimos años (muchos de los cuales verán la luz a lo largo de este 2020), está preparada para abordar y registrar sus intervenciones en el seguimiento farmacoterapéutico protocolizado a los pacientes, la adherencia a tratamientos, la indicación farmacéutica, elaboración de sistemas personalizados de dosificación (pendientes de incorporar próximamente al Concierto de Prestación Farmacéutica de Galicia) u otras cuestiones como su incorporación a los programas de cesación tabáquica o la humanización entre otros muchas campos en los que el farmacéutico, en igualdad de condiciones en todo el territorio nacional, en zonas rurales o urbanas, puede aportar mucho para mejorar la sanidad. Ejemplo de ese esfuerzo, capilaridad y cercanía que siempre ha caracterizado a nuestro modelo de farmacia es el impulso y puesta en marcha de NodoFarma Asistencial, una plataforma que ya permite transformar a la red de farmacias españolas en el escenario de las farmacias en red. Un concepto en el que el centro de nuestro sistema, el paciente, se beneficiará de un espacio en cualquier farmacia en el que tendrá a su disposición un lugar donde almacenar, custodiar, compartir, seguir, consultar toda la información que se genere fruto de las intervenciones de su farmacéutico en el cuidado de su salud.
Un futuro de la farmacia que se ha convertido ya en presente, fruto de la transformación de nuestra profesión a todos los niveles, como siempre hemos hecho, con la profundidad y al ritmo que la sociedad nos demanda.
Un futuro que se empieza a construir desde que el farmacéutico comienza su formación en una etapa tan temprana como lo es la de su formación universitaria, que en Galicia ha tenido su centro neurálgico en la facultad de Santiago de Compostela, empapándonos de valores que, como profesionales, empezamos a adquirir de nuestros profesores en una Facultad que año tras año cubre la totalidad de sus plazas con lista de reserva, referente nacional e internacional por su capacidad docente e investigadora, con algunos de los equipos de investigación más punteros del mundo, desarrollando proyectos internacionales, firmando acuerdos con grandes empresas, pero que en estos momentos está pasando uno de los episodios más aciagos de su historia. Los problemas estructurales y de contaminación del suelo donde se ubica el edificio, donde nos alojábamos todos sus alumnos, han provocado el tener que buscar una ubicación alternativa para impartir las clases y la distorsión en la docencia del grado de farmacia. Una realidad que a lo largo de todo este año ha protagonizado páginas de prensa a nivel local y autonómico, y minutos en radio o televisión, además de numerosas reivindicaciones a nivel social.
Esta situación, que provocará que se gradúen por primera vez alumnos de farmacia que no hayan pisado nunca su Facultad en su vertiente docente, ha provocado tener que adoptar la solución de derribar al actual edificio donde se ubica nuestra Facultad, para erigir otro en su lugar, sin los problemas que arrastraba el actual de manera histórica, con el consiguiente esfuerzo económico que conllevará este hito, y donde los colegios esperamos encontrar la colaboración de todas las Administraciones, autonómicas y nacionales. En este caldo de cultivo los estudiantes de Farmacia gallegos se han ido refugiando en aulas de otras facultades, en un complejo entramado de horarios y ubicaciones que no facilita el desarrollo profesional de una titulación que ha sido bandera de nuestra comunidad, y que forma a los profesionales que sustentan una red de puntos sanitarios que en Galicia supera los 1.345, y aglutina a más de 5.000 profesionales.
El COF de A Coruña ve fundamental que se acometa una solución a este déficit de infraestructuras universitarias, ya en proyecto, que está afectando a nuestra profesión, con la seguridad de que 2020 traiga estas y otras resoluciones positivas para los retos actuales.n