Durante este mes de marzo de 2023 se cumple el tercer aniversario de la declaración de la pandemia Covid-19 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del estado de alarma decretado en todo el territorio nacional español para afrontar la situación de emergencia sanitaria. Tres años después, estos hechos marcan un antes y un después en nuestras vidas y están llamados a convertirse en uno de los hitos históricos del siglo XXI.
El exceso de mortalidad atribuible a la pandemia en 2020 y 2021 es, según un estudio de la propia OMS, de 14,83 millones de muertes en todo el mundo, casi tres veces mayor de lo estimado previamente. Es bien conocido que las consecuencias han ido más allá de la salud, provocando la mayor recesión económica internacional desde la Segunda Guerra Mundial y una crisis social derivada del incremento de la desigualdad y la pobreza.
Nuestro sistema sanitario resistió, con gran entrega y dedicación por parte de los profesionales, la dureza de una situación que amenazaba con desbordar sus capacidades y recursos. Todos los sanitarios, y especialmente los profesionales de Urgencias y Emergencias, lo recordamos muy bien y tenemos muy presente todo lo vivido en aquellos días. Pero tres años después, mientras intenta recuperar la normalidad, el sistema sanitario sigue tensionado y termina por acusar el impacto demoledor de esta crisis sanitaria que ha hecho estallar sus costuras dejando aflorar las múltiples carencias que permanecían latentes.
La infrafinanciación, mal endémico de nuestra sanidad pública (con un gasto sanitario muy por debajo del promedio europeo), el exceso de temporalidad, la precariedad laboral y el déficit de profesionales son sólo algunos de los problemas que resulta urgente afrontar.
“Es el momento de trabajar unidos para conseguir un sistrema sanitario más eficaz, de mayor calidad y más seguro”
En este escenario, la percepción de los ciudadanos sobre el funcionamiento de la sanidad pública ha empeorado de manera notable durante el pasado año: según el último barómetro sanitario del CIS, casi el 45 por ciento de los españoles cree que necesita “cambios fundamentales” o que “funciona mal y necesita cambios profundos”. Desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias -Semes- consideramos que para abordar estos cambios es imprescindible alcanzar un Pacto de Estado por la Sanidad Pública entre todos los actores implicados, y así lo venimos reclamando en los últimos meses.
Es necesario afrontar, con espíritu de consenso y compromiso, las reformas estructurales del Sistema Nacional de Salud que permitan resolver los múltiples problemas que aqueja. Y en particular, reforzar debidamente tanto los servicios de atención primaria como los servicios de urgencias y emergencias, los dos puntales fundamentales de la sanidad de nuestro país, antes de que sea demasiado tarde para todos.
Entre estas reformas necesarias se encuentra la creación de la Especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias, una aspiración legítima de los urgenciólogos españoles que esperamos sea una realidad en 2023. Tras la publicación en julio del pasado año del Real Decreto 589/2022, en el que se regula el procedimiento y los criterios para la creación de nuevas especialidades, y el trabajo ya realizado durante estos meses en la comisión de recursos humanos del SNS, no hay motivo para que la regulación de la formación especializada en Medicina de Urgencias y Emergencias sufra más demoras.
Contamos con el apoyo profesional, manifestado reiteradamente por la Organización Médica Colegial, de los principales partidos políticos, gobiernos autonómicos y, lo que es más importante, de los pacientes. Terminará así la anomalía que supone la falta de reconocimiento de una especialidad presente en Europa y en más de 100 países en todo el mundo, que tiene un ámbito de acción bien definido y que precisa para su adecuado desempeño de una formación específica, estructurada y reglada.
Creemos que es el momento de trabajar unidos para conseguir un sistema sanitario más eficaz, de mayor calidad y más seguro, que tenga la capacidad de dar respuesta a todos los pacientes; y para que sus profesionales alcancen unas condiciones equiparables a las de nuestro entorno europeo. En Semes estamos dispuestos. Ahora es el momento.