Los logros y avances pasados y presentes en vacunas apuntan a un futuro prometedor. Y es que la innovación en la vacunación –la estrategia de salud pública más eficaz para prevenir enfermedades infecciosas– es continua y el panorama futuro es muy amplio. Su uso ha reducido significativamente la larga de enfermedades prevenibles en los últimos 40 años y se estima que evita entre 4 y 5 millones de muertes al año en el mundo.

Durante el V Seminario para periodistas, ‘Vacunas, una historia de éxitos’, organizado por Pfizer en colaboración con la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), celebrado este 19 de abril como antesala de la semana Mundial de la Inmunización (del 24 al 30 de abril), los expertos participantes han realizado un recorrido sobre el pasado, el presente y el futuro de la vacunación.

“Es en el futuro donde debemos poner el foco”, ha destacado. Olga Fernández Castro, vocal de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS). Precisamente, la compañía Pfizer está muy centrada en ello: “Para Pfizer es fundamental seguir trabajando para conseguir innovaciones que cambien la vida de los pacientes”, ha expuesto Maite Hernández, directora de comunicación de Pfizer para el sur de Europa.

Ángel Gil, Federico Martinón-Torres, Olga Fernández, Luis Jodar y Maite Hernández.

Coste-efectividad de las vacunas

La vacuna es la “intervención más coste-efectiva en salud pública que ha cambiado la historia de la humanidad”. Así lo ha afirmado Luis Jodar, vicepresidente Senior y Director Médico Mundial de Vacunas de Pfizer, quien ha agregado que la introducción de las vacunas “ha hecho que la calidad de vida haya aumentado durante estos años”.

La investigación y el desarrollo de vacunas de Pfizer se remonta a más de un siglo, comenzando con la vacuna frente a la viruela, “única enfermedad que se ha conseguido erradicar por el momento”, según ha destacado Jodar, quien ha insistido en la importante revolución que ha supuesto la vacunación en la salud pública. Una afirmación que se confirma al observar la tasa de niños vacunados en 1975 (un 5 por ciento) y en la actualidad (entre un 80 y un 85 por ciento).

Para Ángel Gil, profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid), la eficacia de las vacunas es indudable: “En el momento en que aparece una vacuna, el impacto que tiene sobre la enfermedad es enorme”.

Y es que el experto ha puesto de relieve que las enfermedades infecciosas tienen un alto coste para los sistemas de salud. En concreto, Gil ha puesto como ejemplo la gripe y la neumonía neumocócica, que causan un gran impacto en términos de uso de recursos y costes derivados. “La neumonía neumocócica supone 75 millones de euros anuales”, ha indicado.

“El coste anual de las infecciones prevenibles por vacunación en adultos mayores de 45 años se estima en 134,1 millones de euros debido a costes directos e indirectos, siendo el 44 por ciento debido a la enfermedad neumocócica y el 39,5 por ciento a la gripe”, ha asegurado el experto en Medicina Preventiva.

Por otro lado, Ángel Gil ha apuntado que el coste previsto de la vacunación a lo largo de toda la vida se estimó en 726,06 euros por cada mujer sana y 625,89 euros por cada hombre sano durante el 2019. En personas con condiciones de riesgo, que requieren un mayor número de vacunas, osciló entre 982,99 y 1.815 euros por persona. Por tanto, el profesor Gil considera que, “teniendo en cuenta el relativo bajo coste de la vacunación a lo largo de la vida y los importantes beneficios que conlleva para la salud, podemos afirmar que esta medida es útil y rentable“.

Retos en la vacunación

Una de las lecciones aprendidas de la pandemia, según Federico Martinón-Torres, jefe de Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela (La Coruña), es que las vacunas han marcado “un punto de inflexión”, permitiendo además poner el valor el conjunto de las vacunas en la sociedad.

De hecho, la COVID-19 ha puesto el foco en las personas de mayor avanzada, aunque “hemos visto que las vacunas pueden ser igual de importantes en la población infantil que en la adulta“. “También nos ha hecho ver la importancia de la vacunación a lo largo de la vida”, ha añadido el pediatra.

Sin embargo, el especialista ha reconocido que, a pesar de que la COVID-19 ha mejorado la concienciación sobre la vacunación del adulto, continúan vigentes la mayoría de los retos en la vacunación en este grupo población. Así, considera que se deberían incluir las vacunas como un elemento más de calidad de vida, de manera que “forme parte de los hábitos saludables del adulto”. También ha instado a incentivar a través de la la información y la educación a los profesionales para que “prioricen más la vacunación en la población no pediátrica”.

Del mismo modo, Martinón-Torres es partidario de “explotar al máximo los calendarios de los que disponemos y ampliar las coberturas“. “En España tenemos margen de mejora tanto en posición como cobertura: tenemos un buen calendario, pero debemos trabajar en incorporar las nuevas vacunas que van surgiendo, homogeneizar los calendarios entre las comunidades y tratar de mejorar las coberturas vacunales”, ha mencionado.


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