La compañía Roche ha anunciado que el Ministerio de Sanidad ha dado luz verde a la financiación de Phesgo, combinación de Perjeta (pertuzumab) y Herceptin (trastuzumab) para pacientes con cáncer de mama HER 2 positivo precoz y metastásico. Este tratamiento se administra por vía subcutánea; esto supone una mejora respecto a terapias anteriores que se administraban por vía intravenosa, ya que reduce molestias en las pacientes y el tiempo que se dedicaba a la perfusión. Todo esto repercute además en la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Esta mejora en la administración repercute directamente en la calidad de vida de los pacientes. En palabras de José Ángel García Sáenz, oncólogo médico en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, ha destacado durante la rueda de prensa de presentación del fármaco que, además de las incomodidades que se reducen con esta administración, “la principal novedad es que es una forma galénica que aúna los dos fármacos“. Asimismo, García Sáenz señala que la principal ventaja de esta combinación para las pacientes es que “se humaniza el tratamiento, ya que antes la administración requería horas mientras que ahora se hace en solo unos minutos”.
Para Beatriz Pérez Sanz, directora médica de Roche, “este avance responde a la creciente demanda en los sistemas sanitarios de contar con opciones terapéuticas más rápidas y flexibles“. Asimismo agrega que esta innovación es fruto de escuchar a los pacientes ya que a través de varios estudios han comprobado que “prefieren este tipo de administración mediante una única inyección”.
Sostenibilidad del sistema
“El tratamiento lo teníamos, el reto era mejorar a varios niveles, como el asistencial, en calidad de vida para los pacientes y en sostenibilidad“, asevera Federico Plaza, director de Corporate Affairs de Roche. A este respecto considera que el objetivo final es “conjugar eficacia con eficiencia para contribuir a mejorar el sistema”. En esta idea coincide García Sáenz, sosteniendo que “el gran avance de este tratamiento consiste en que mantiene la eficacia respecto a otras alternativas y mejora la calidad de vida”.
Uno de los puntos que destacaron los ponentes es la demora hasta que el fármaco ha estado disponible en España, contrariamente a lo que ha sucedido en otros países del entorno. Aquí, Plaza ha manifestado que “la Agencia Europea del Medicamento aprobó el fármaco en 2020 y hasta mayo de 2023 no se ha conseguido que esté disponible en España”.
Estas aprobaciones se basan en los resultados del ensayo en Fase III Federica, que demostró que la terapia con esta vía de administración era bioequivalente a su perfusión vía intravenosa, manteniendo además un perfil similar de seguridad y tasas de respuesta tumoral comparables
Otro de los ahorros derivado del uso de este tratamiento es que, como ha indicado García Sáenz, al administrarse subcutáneamente este tratamiento, “evita efectos adversos prevenibles derivados de la vía intravenosa”. Y es que, aunque se puedan desencadenar reacciones leves al inocularse la inyección, estas son menores que las asociadas a terapias que requieren venopunción.
Calidad de vida
Como han mencionado los participantes en este evento, la mayor repercusión positiva de este tratamiento recae sobre la calidad de vida. Cada año se diagnostican en España alrededor de 35.000 casos de cáncer de mama de los que, alrededor del 18 por ciento son HER2 positivo. Así, como ha afirmado García Sáenz, “además de mejorar los recursos invertidos, va a ayudar a todas las pacientes que puedan beneficiarse del mismo a pasar menos tiempo en el hospital, en concreto, alrededor de un 70 por ciento menos”.
De esta manera, García Sáenz ha destacado que esto “mejora la percepción de calidad de vida que tienen las pacientes”, ya que acudir sólo unos minutos en lugar de varias horas a recibir el tratamiento, tiene un impacto mucho menos invasivo. Por ello, el oncólogo ha concluido que “una vez se había conseguido alargar la vida de las pacientes con este tratamiento, el objetivo ahora es ensancharla“.