Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertaba sobre el incremento de casos de COVID-19, así como de hospitalizaciones y muertes, en el hemisferio norte antes de la temporada invernal. En este sentido, se espera un aumento de la transmisibilidad del SARS-CoV-2 por la aparición de nuevas variantes. Y es por ello que los expertos insisten en no subestimar al virus y protegerse con una de las mejores herramientas existentes: las vacunas.
Durante el seminario ‘Vacunación contra la COVID-19: la importancia de contar con un portfolio diverso de vacunas‘, organizado por Novavax, con la colaboración de ANIS, se puso de manifiesto que, a pesar de que los meses más duros de la pandemia han quedado atrás, no significa que la COVID-19 no exista. De hecho, se ha integrado al ecosistema de virus respiratorios que ya circulaban con anterioridad, como la gripe.
En este sentido, las compañías ya han comenzado a investigar una vacuna combinada de gripe y COVID-19, que cada vez está más cerca. Una de ellas es Novavax, que cuenta con una “amplia experiencia en el desarrollo de vacunas contra algunas de las amenazas infecciosas más graves del mundo”.
Toni Lloret, director general de Novavax en el sur de Europa, ha avanzado que la compañía se encuentra inmersa en el desarrollo de vacunas contra la COVID-19. “Además, estamos trabajando en vacunas combinadas de COVID-19 y gripe y vacunas de dosis alta para COVID-19”, indicó.
Lloret ve cercano el futuro mercado en el que estará incluida una vacuna de COVID-19-gripe. Mientras, desde Novavax, están comprometidos con autoridades sanitarias y trabajan conjuntamente para “actualizar las vacunas siguiendo las recomendaciones internacionales”.
En esta misma línea, Antoni Trilla, consultor sénior del Servicio de Medicina Preventiva (Hospital Clínic de Barcelona) y catedrático de Salud Pública de la Universidad de Barcelona, ve “muy probable” que alguna de las tecnologías que utilizan compañías como Novavax permita “combinar los antígenos en una misma vacuna“. “Desde el punto de vista de salud pública es muy útil”, señaló.
Vacunas adaptadas a la evolución de la COVID-19
Con un total de ocho vacunas frente a COVID-19 –Pfizer/BioNTech, Moderna, Novavax, Hipra, Sanofi, Valneva, Janssen y AstraZeneca– autorizadas en la Unión Europea en la actualidad, las compañías no se quieren detener ahí. Y es que la COVID-19, al igual que la gripe, es un virus cambiante y la aparición de nuevas variantes enfatiza la necesidad de actualizar las vacunas, tal y como destacó Raúl Ortiz de Lejarazu, virólogo y profesor de microbiología en la Universidad de Valladolid, durante su intervención en el seminario.
Ómicron ha supuesto un “salto antigénico”, con más de 50 mutaciones que han acabado con el liderazgo de variantes anteriores. “El virus con mayor replicación es el que se impone. Y el que gana es el que tiene más inmunoescape”, explicó Lejarazu. “La COVID-19 está llegando a una evolución convergente, dando lugar a una ‘sopa’ de variantes de SARS-CoV-2“, resumió el virólogo. En concreto, apuntó, las variantes predominantes de las últimas semanas han sido la XBB.1.5 y la XBB.1.5-like+F456L.
Asimismo, los virólogos han identificado “sitios de probable escape futuro en XBB”, diferenciando entre mutaciones de escape funcionalmente bien toleradas y mutaciones de escape costosas para la afinidad del receptor ACE2. “La historia de COVID-19 será la historia de sus variantes; la evolución continua del virus es inevitable se estacionalice o no“, indicó Lejarazu. Ante ello, “la vigilancia y seguimiento mundial de la aparición de variantes es fundamental y el rápido despliegue mundial de las vacunas sigue siendo una prioridad urgente”, concluyó.
Del mismo modo, Trilla aseguró que el virus “todavía va por delante de nosotros y no somos capaces de ver qué hará dentro de unos meses”. Lo que sí se sabe es que, ahora, “entre la infección, la vacunación o la inmunidad híbrida (ambas), tenemos una situación de muro de inmunidad“, concretó el catedrático de Salud Pública.
“Las vacunas disponibles frente a COVID-19 lo importante que hacen es que previenen los casos graves (ingresos hospitalarios), los casos muy graves (ingresos UCI) y la mortalidad. Reducen algo la transmisión, pero no todo lo que nos gustaría. Por ello, hay que seguir trabajando en vacunas que reduzcan o eliminen la transmisión”, apuntó Trilla. Y, en este contexto, Pfizer, Moderna y Novavax son “las únicas compañías que pueden adaptar su vacuna a la posible situación epidemiológica que se vislumbra”. “Tienen potencial disponibilidad y suministro de vacunas monovalentes XBB para otoño de 2023”, afirmó.
Cabe destacar que, precisamente este 12 de septiembre, la agencia reguladora estadounidense, la FDA, ha dado luz verde a las dosis de refuerzo actualizadas de la vacuna contra la COVID-19 de Moderna y Pfizer/BioNTech.
Existe un amplio consenso en el mundo respecto a la composición de las vacunas para este invierno en el hemisferio norte, que deberían incluir únicamente una cepa del virus derivada de la familia XBB de subvariantes de Ómicron (como XBB.1.5). “Estas vacunas monovalentes pueden emplearse tanto para las dosis de refuerzo, como para la primovacunación”, expuso Trilla.
Del mismo modo, recordó que la recomendación para este otoño es la vacunación frente a COVID-19 de personas de edad avanzada (más de 60 años), personas con inmunosupresión, adultos con comorbilidades, embarazadas y trabajadores sanitarios (incluyendo residencias).
La tecnología de Novavax
“En Novavax trabajamos día a día para conseguir nuestro portfolio de vacunas que responda a las recomendaciones de las agencias sanitarias europeas y globales”, aseveró Lloret. Y actualizar la composición de su vacuna para hacer frente a nuevas variantes COVID-19 es objetivo primordial para Novavax, que cuenta con una tecnología innovadora de nanopartículas para “mejorar la respuesta inmune”.
“El virus utiliza proteínas de superficie para adherirse e infectar células humanas. Las nanopartículas de proteínas recombinantes imitan al virus, estimulan la inmunidad, pero no son infecciosas. El uso del adyuvante es clave para mejorar la efectividad de la vacuna y mejorar la respuesta inmune”, explicó director general de Novavax en el sur de Europa.
Además, expuso Lloret, las vacunas están diseñadas “teniendo en cuenta la facilidad de transporte y almacenamiento, así como la vida útil”, pudiendo conservarse a una temperatura de entre 2 y 8 grados.