“Todavía no hemos sido capaces que ciertas enfermedades dejen de ser un riesgo para la salud”, lamentaba Joaquín Mateos, director del departamento médico de MSD en España, y pensaba en el VIH, la malaria o el chikungunya, entre otras enfermedades emergentes. La ciencia avanza cuando las y los investigadores imitan a Newton y se suben a hombros de gigantes. “El ejemplo del ébola nos mostró incapaces de dar respuesta a ciertas emergencias sanitarias”, recordaba Mateos, quien también anunciaba que la vacuna contra el ébola estaba ya “muy desarrollada” y que el próximo año vería la luz.
“Esto es un tremendo orgullo para nosotros”, apuntaba Regina Revilla, directora ejecutiva de Relaciones Institucionales y Comunicación de MSD España. De hecho , ya en 2016 la EMA consideró la vacuna como medicamento prioritario y la FDA ‘Breakthrough therapy’.
La filial española de MSD ocupa el primer puesto de la compañía en cuanto a investigación clínica y participa en más del 80 por ciento de los estudios que van en esta línea. Algo en lo que se debe seguir trabajando “para continuar siendo referente” es en no apearse del tren de la tecnología. “La revolución de este siglo es sin duda la tecnológica y la digitalización”, aseveraba Revilla.
Los siguientes retos por descubrir, seguía Mateos, vacunas contra la diabetes, el tabaquismo, la obesidad, el parkinson. “Y por supuesto, contra el cáncer. Tenemos por delante un mundo retador y somos capaces de hacerlo”. Tratar a la persona que sufre un cáncer, y no el cáncer que sufre la persona seguirá siendo una esperanza que otear en el horizonte.
Una de ellas. Algunas otras se pusieron encima de la mesa en el I Congreso Virtual en Vacunas organizado por MSD en Madrid, que convocó a más de 7.000 inscritos, de los cuales 2.000 personas lo siguieron desde América Latina. Del 15 al 19 de enero, Madrid fue epicentro de más de más de 35 conferencias y cinco mesas de debate impartidas por casi medio centenar de ponentes nacionales e internacionales.
Vacunar también a los animales
La compañía MSD cuenta con más de 40 vacunas, tanto para humanos como para uso veterinario, un punto que no hay que perder de vista, según Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV). Vacunar no solo a los animales que sirven para el consumo humano sino también para los domésticos. “Así se evitarían transmisiones tanto a otros animales como a las personas”, zanjaba Mateos.
