Stéphane Bancel, CEO de Moderna, ha informado en una entrevista en el medio francés Journal di Dimanche que la vacuna de la biotecnológica estadounidense contra la COVID-19 precisará de una tercera dosis de refuerzo. Teniendo en cuenta que la llegada de nuevas variantes aumenta el riesgo de expansión de la pandemia, Bancel señala que están “probando tres estrategias de reuferzo en diferentes personas vacunadas el año pasado en ensayos clínicos: una contra la cepa de Wuhan, como la vacuna actual de Moderna; otra contra la cepa sudafricana y una tercera que mezcla a las dos”. La compañía está realizando ensayos de anticuerpos para medir la eficacia ante estas variantes. “Una vez conozcamos los resultados, esperamos que a principio de junio, lanzaremos un estudio sobre cientos de personas; el objetivo es poder enviar los datos a las agencias reguladoras en agosto para su aprobación en septiembre”, explica Bancel.

EL CEO de Moderna explica que han considerado necesario que se administre una dosis de recuerdo, teniendo en cuenta los antecedentes de otras enfermedades similares. “Creemos que nuestra vacuna será eficaz durante un periodo de uno a tres años, en función de cada sujeto, salvo que surjan nuevas variantes que acrecenten la amenaza; por eso debemos anticiparnos y vacunar con una tercera dosis a aquellos grupos de riesgo desde final de verano”, indica. Entre los grupos que primero deben recibir el preparado, especifica que se encuentran “aquellos que se encuentran en residencias de ancianos, que recibieron su primera dosis a principio de año”. Retrasar la administración de esta dosis, dice, “provocaría numersosas hospitalizaciones y muertes”. Por ello apunta que “todos los adultos, incluso los jóvenes deberán recibir un refuerzo para proteger a las personas frágiles no vacunadas”.

Vacunación en adolescentes

Otro de los puntos al que se refiere Bancel es a ampliar los grupos de edad a los que se vacuna. Respecto al temor de una cuarta ola indica que “para verano, todos los adultos que deseen vacunarse habrán recibido una primera dosis; entonces será necesario dirigirse a los adolescentes de 12 a 17 años”. Para ello, manifiesta que enviarán “una solicitud de autorización de comercialización a la Agencia Europea del Medicamento (EMA), a principio de junio”; agrega que lo ideal sería protegerles “antes de final de agosto, ya que si no se vacuna masivamente no se puede descartar el riesgo de una cuarta ola”.

Liberación de patentes

Bancel expresa que “a excepción de Pfizer y Moderna no existen productores de vacunas ARNm con capacidad a nivel mundial”. Por ello, cree que “si se suspendieran las patentes, los productores tendrían que tomar medias como comprar máquinas y contratar personal”. Además, especifica que “Pfizer y BioNTech están construyendo una infraestructura para fabricar 4.000 millones de dosis y Moderna 3.000 millones más; con ello, en 2022 podremos ofrecer una dosis de refuerzo para todo el planeta”.

Con todo esto considera que “el levantamiento de patentes no cambiará nada este año”. Eso sí, plantea que “sería un gran error estratégico porque desalentaría a los inversores”. “Las patentes son una de las claves del retorno de la inversión, y sin ellas Moderna no podría haber recaudado las cuantías que ha conseguido desde su inicio”.

Asimismo, opina que esto no repercutirá en una distribución equitativa de las vacunas aludiendo a que “el mecanismo Covax, del que Moderna participa, es una excelente herramienta para entregar dosis a los países pobres; Unicef se encarga de garantizar que los países que reciben las dosis tengan la capacidad de almacenamiento necesaria”. Por último, detalla que “las 3.000 millones de dosis que producirá Moderna el próximo año no están destinadas a países ricos, sino a estos países con menos recursos”.


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