En los últimos cinco años, los perfiles más demandados dentro del sector farmacéutico han sido los relacionados con la digitalización. Y es que digitalizar la industria se ha convertido en una de las prioridades según la consultora Hays. Sergio Hinchado, business manager de Life Sciences de Hays España, señala que este cambio en el sector es debido a “la entrada de grandes compañías
tecnológicas que apuestan por la innovación en el sector salud”. El experto añade que “esta irrupción ha roto la endogamia de la industria farmacéutica, ya que ha supuesto una competencia directa en la captación de inversiones y a la vez una auténtica lucha por el talento”.
La transformación tecnológica en el sector, destacan desde Hays, ha sido especialmente notable, puesto que se trata de un área en el que históricamente se ha valorado a profesionales que trabajan en el mismo sector, área terapéutica y posición. Además, las grandes empresas tecnológicas están cerrando acuerdos con las principales compañías del sector farmacéutico con el objetivo de lanzar nuevos productos y servicios. Para Hinchado, “la innovación constante ha permitido acortar los plazos en la investigación; la introducción de elementos de computación, como por ejemplo simuladores de big data, ha conseguido resultados similares a si se tratasen con humanos y tampoco debemos olvidar que el sector salud representa el 10 por ciento del PIB mundial”.
Radiografía del sector
Al observar el funcionamiento del mercado laboral en el sector farmacéutico destaca que prima la experiencia a la formación de los candidatos en los procesos de selección, y el principal motivo para cambiar de empresa son las condiciones económicas que se oferten. En palabras de Hinchado, “las multinacionales disponen de grandes departamentos de recursos humanos para conseguir retener el talento, con planes de evaluación, desarrollo, compensación o bonos; además, han sido los primeros en fomentar la igualdad de género y la presencia de mujeres en puestos directivos”.
Desde la consultora ponen el foco en que los profesionales cada vez cuentan con una mayor experiencia lo que supone un gran activo para las empresas que les contratan. Ahora, el reto está en el lado de las compañías, quienes tienen el papel de tratar de atraer el talento y, a largo plazo, retenerlos.
