Marta Riesgo Madrid | miércoles, 12 de abril de 2017 h |

La entrada de nuevos fármacos inmuno oncológicos está cambiando por completo el abordaje de estas patologías. Sin embargo, con la llegada de estas nuevas terapias, se presenta un gran reto: la búsqueda de biomarcadores. Así lo aseguró Julio Lambea, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, durante su intervención en el XIII Encuentro para el Abordaje Multidisciplinar del Cáncer. “El principal desafío actualmente se encuentra en la búsqueda de biomarcadores porque, aunque hemos logrado avances con la identificación del PDL1, este se nos queda corto y necesitamos algo más”, explicó.

En el mismo sentido se pronunció Manuel Cobo, médico adjunto del servicio de Oncología del Hospital Universitario de Málaga, que insistió en la necesidad de trabajar en la individualización y la personalización de los tratamientos oncológicos para poder aportar el mayor beneficio clínico posible y, para ello, “los biomarcadores se convierten en un objetivo clave”.

Y es que, actualmente, el 30 por ciento de los pacientes tratados con fármacos inmuno oncológico no responden adecuadamente al tratamiento, tal y como explicó Vicente Guillén, jefe del departamento de Oncología Médica de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología y presidente de la Fundación ECO. Avanzar en este sentido, apuntó, no sólo aportará beneficios a los pacientes, sino también en términos de sostenibilidad. “Estamos hablando de medicamentos con un elevado coste y es importante poder identificar de una forma correcta a qué pacientes podemos administrárselos sabiendo que estos aportarán resultados claros”. De este modo, si se avanza en una individualización del tratamiento, se conseguirá obtener mayores beneficios clínicos, así como avanzar en la sostenibilidad del sistema sanitario.

No obstante, este no es un camino que empiece ahora, tal y como explicó, Javier de Castro, Jefe de la Unidad de Cáncer de Pulmón en el Hospital Universitario La Paz. Y es que, actualmente, apuntó, se puede decir que el 40 por ciento de los pacientes con cáncer de pulmón se pueden beneficiar de estas terapias. “En los últimos 10 años hemos avanzado de manera exponencial en la identificación de subgrupos de pacientes con mutaciones del tumor; hoy en día disponemos además de inhibidores específicos contra esos tumores que son eficaces y que aumentan la supervivencia de forma prolongada”, señaló. Y es que, bajo su punto de vista, se puede decir que la inmuno oncología “es una completa revolución”.

De hecho, este profesional aseguró que, actualmente, en lo referente a cáncer de pulmón “se está realizando tratamientos personalizados aproximadamente al 40 por ciento de los pacientes”. Y es que, esta es una de las patologías donde la inmuno oncología está mostrando mayores beneficios.

Avanzando en combinaciones

Otro de los grandes retos que se presenta en este área son las combinaciones de tratamientos inmuno oncológicos. De hecho, son numerosas las compañías farmacéuticas que se encuentran actualmente investigando en esta dirección. En opinión de Lambea, estas combinaciones de terapias ofrecerán grandes beneficios en términos de calidad de vida y supervivencia aunque, actualmente, aseveró, “el reto es ver qué tratamientos podemos combinar, para qué tumores podemos aplicar estas combinaciones y obtener datos clínicos que aporten beneficios”.

Y es que la mayoría de los expertos presentes en el encuentro multidisciplinar coincidieron en este punto. Así Rafael López, jefe del servicio de Oncología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago aseguró que “es necesario empezar a combinar y a secuenciar los nuevos tratamientos”. En el mismo sentido se pronunció Santiago Ponce, jefe de Unidad de Cáncer de Pulmón del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre, quien aseguró que, actualmente, “existen abiertas más de 700 investigaciones de combinaciones, no sólo entre fármacos inmuno oncológicos, sino con otro tipo de terapias que pueden aportar grandes beneficios a los pacientes”.

“Pensamos que las combinaciones de fármacos serán más activas que la molécula sola; el problema es establecer las razones claras por las que realicemos una combinación, pero es claramente el futuro hacia donde nos dirigimos”, expuso Lambea.

Cambio ensayos clínicos

Los ensayos clínicos en este área también fueron protagonistas durante el encuentro de especialistas. En este sentido, Pilar García Alfonso, jefe de Sección del Servicio de Oncología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón apuntó a un cambio de esquema en lo referente a los ensayos clínicos. “Estamos sufriendo ya una evolución importante, pasando de los grandes ensayos clínicos que hasta ahora se realizaban en fase III con grandes poblaciones, a ensayos más dirigidos a subgrupos de pacientes, menos numerosos pero con conclusiones más concretas y, sobre todo, más rápidas”, explicó. Esto, dijo, ya se puede observar con la inmunoterapia, donde se presentan ensayos con un menor volumen de pacientes pero con datos más concretos que aportan evidencia más específica.

Esta claro que la imnuno oncología no sólo supondrá una revolución a nivel clínico, sino también a nivel económico. Y es que este mercado está previsto que alcance los 34.000 millones de dólares en 2024, según el último informe publicado por la consultora internacional Globaldata que toma como referencia los siete principales mercados. El estudio, asegura que, en 2019, este mercado alcanzará los 14.000 millones de dólares, gracias a la entrada de nuevos fármacos innovadores.