Las terapias CAR-T han abierto un sin fin de posibilidades en el tratamiento de las enfermedades oncológicas. En este sentido, Gilead junto con su compañía especializada en terapia celular Kite han abordado el papel de estas terapias avanzadas, su creciente desarrollo y los próximos pasos en el ámbito de las terapias celulares así como las necesidades aún no cubiertas de pacientes con determinados tipos de cánceres hematológicos. La jornada, celebrada en Ámsterdam, ha contado con la participación de un panel multidisciplinar de expertos internacionales en terapias avanzadas de alto nivel para ayudar a comprender que son estas terapias y como se fabrican.
Abordaje de cánceres hematológicos
En esta linea Harry Smith, Associate Director, Global Medical Affairs ha abordado las aplicaciones de estas terapias es los linfomas no Hodgkin (NHL): Linfoma difuso de células B grandes (DLBCL, por sus siglas en inglés); linfoma folicular (FL, por sus siglas en inglés); leucemia linfocítica aguda (ALL, por sus siglas en inglés) y linfoma de células del manto (MCL, por sus siglas en inglés).
El 80 por ciento de los pacientes destinados a recibir un trasplante no logran la remisión a largo plazo
No obstante Smith se ha centrado en el abordaje del DLBCL. Los resultados del tratamiento tradicional siguen siendo malos a pesar de la quimioterapia y el trasplante de células madre. De hecho, entre el 30 y el 40 por ciento de los pacientes tiene una recaída o rechaza el tratamiento de primera línea con R-CHOP (quimioterapia combinada que incluye los medicamentos rituximab, ciclofosfamida, clorhidrato de doxorubicina -hidroxidaunorrubicina-, sulfato de vincristina -Oncovin- y prednisona). Solo el 50 por ciento de los pacientes con DLBCL en recaida o refractario son considerados para la terapia definitiva con quimioterapia de alta dosis y trasplante de células madre. Es una de las grandes necesidades insatisfechas del abordaje de esta enfermedad.
Además, el 80 por ciento de los pacientes destinados a recibir un trasplante no logran la remisión a largo plazo. Por ello las terapias CAR-T se descubren como un tratamiento esperanzador para los pacientes. Cada tratamiento es específico para cada paciente, es un tratamiento totalmente individualizado.
Proceso de la terapia CAR-T
En este proceso, el profesional sanitario y el centro de tratamiento juegan un papel fundamental. El proceso cuenta con 7 pasos y dos agentes implicados, el profesional sanitario, en este caso un hematólogo o un oncólogo y el centro de tratamiento de la terapia celular. Cada uno de los agentes intervendrá en un momento concreto del tratamiento. El profesional sanitario antes y después del tratamiento, mientras que el centro será el protagonista durante el mismo.
Desde la Leucoféresis hasta la disposición del fármaco pasan entre 16 y 19 días
Es decir, si el proceso cuenta con 7 pasos: diagnóstico – leucoféresis – comunicación fabricante profesional – quimioterapia linfodepletora – infusión de sangre al paciente – monitorización y seguimiento, el rol del profesional incumbe al primer y último paso (diagnóstico y seguimiento) mientras que el fabricante se encarga del resto del proceso. Es más, el tiempo estimado desde la leucoféresis hasta la disposición del fármaco es de 16 a 19 días, dependiendo si es en Estados Unidos o en Europa. Pero, siempre con el mismo objetivo de dotar al paciente de un enfoque singular y personalizado para tratar e intentar curar el cáncer.
Kite está cambiando la forma del tratamiento del cáncer, ya que la compañía es una pionera en la terapia celular y, en más concreto en el abordaje de cáncer hematológicos. De hecho en el 2015, la FDA otorga la designación de terapia innovadora para la primera terapia celular de Kite y, a día de hoy, llega a más de 12.800 pacientes a nivel mundial a través de ensayos clínicos y sus productos comercializados.
Objetivos de Kite
Además de ello, la compañía cuenta con 5 indicaciones aprobadas en terapias CAR T, más de un millón de metros cuadrados de espacio de fabricación e investigación y desarrollo de terapias celulares, con presencia en tres continentes (América, Europa y Asia) con un total de 9 plantas dedicadas a las diferentes partes del proceso de las terapias.
Kite cuenta con más de un millón de metros cuadrados de espacio de fabricación e investigación y desarrollo de terapias celulares
Por otro lado la compañía tiene como objetivo avanzar en la automatización de la fabricación de estas terapias. En primer lugar Kite apuesta por mejorar la robustez, simplificando el flujo del proceso, permitiendo el procesamiento de sistemas cerrados. Asimismo, aboga por un aumento en la tasa de éxito y en la productividad, reduciendo el potencial de errores humanos, de procesos y de equipo, además de la disminución del tiempo de ciclo y el aumento del rendimiento. Y, por último, tratar a los pacientes de una manera más cercana y confiable más rápidamente.
Para finalizar, Clare Spooner, executive director, global medical affairs, ha añadido que la compañía esta implementando otro áreas de trabajo más allá de los cánceres hematológicos como puede ser el caso del cáncer de hígado, al que define como “una de las principales enfermedades relacionadas con la morbilidad y la mortalidad a nivel mundial. No obstante, remarca la importancia de atajar las necesidades insatisfechas que siguen presentando las neoplasias malignas hematológicas”.
Necesidades insatisfechas cánceres hematológicos
Precisamente en el tratamiento de primera línea del DLBCL el 30 – 40 por ciento de los pacientes recaerán o se volverán refractarios al tratamiento y, “sólo el 40 por ciento de los pacientes viven 5 años después del tratamiento de segunda línea”. ha aseverado la directora ejecutiva. Además, ha añadido que, en el Linfoma folicular y en los cánceres de la sangre muy raros, las opciones de tratamiento siguen siendo muy limitadas cuando los pacientes recaen o se vuelven refractarios, ya que no existe consenso ni opciones de tratamiento lo que dota de muy mal pronóstico y resultados para estos pacientes.
“Nuestra misión radica en asignar un enfoque singular a las terapias celulares para tratar de la mejor forma posible a los pacientes con cáncer y potencialmente curar la enfermedad”
Clare Spooner, executive director, global medical affairs
Por último, Spooner ha apuntalado las líneas de trabajo futuras de la compañía para mejorar la esperanza y calidad de vida de estas personas. Para ello, es necesario mejorar la eficacia y la seguridad; llegar a los pacientes los antes posible en el curso del tratamiento; investigar nuevas neoplasias hematológicas; fomentar la investigación y la asignación de nuevas terapias CAR-T y avanzar en la investigación de terapias celulares para tumores sólidos. “Nuestra misión radica en asignar un enfoque singular a las terapias celulares para tratar de la mejor forma posible a los pacientes con cáncer y potencialmente curar la enfermedad” ha concluido Clare Spooner.