Según un informe elaborado por la Oficina del Comisionado para la Equidad de la Alianza General de Pacientes, el visado sobre la triple terapia en EPOC sería un agente generador de desigualdad en el acceso entre comunidades autónomas. Las conclusiones de este documento han sido respaldadas además por especialistas, médicos de atención primaria y pacientes.
Jose Luis López-Campos, coordinador del Área de EPOC en la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), considera que este informe va muy en línea con la opinión de los especialistas, y que recoge ideas que ya en su día se abordaron en una reunión en el Ministerio de Sanidad. A este respecto, declara que la posibilidad de aplicar un visado plantea una situación bastante peculiar con respecto a la atención sanitaria: “Hay que tener en cuenta —dice— que la indicación formal de los fármacos, que es la que se reconoce en ficha técnica y por la que nos guiamos los médicos que tenemos que cumplir en la prescripción y que está sustentada por los ensayos clínicos, no se corresponde con la indicación del visado”.
López-Campos opina que esta medida les sitúa en una situación muy complicada. “En términos generales, estamos diciendo que el fármaco está indicado en una patología concreta, pero el Sistema Nacional de Salud lo va a financiar en circunstancias para las que no está indicado, que es en una triple terapia ya abierta”, explica.
Por estos motivos, desde la sociedad científica han transmitido al Ministerio de Sanidad algunas alternativas para la redacción del visado. Siguiendo este hilo, López-Campos especifica que “lo deseable es que el visado estuviera bien redactado y, sobre todo, que fuera acorde con las indicaciones formales que aparecen en la ficha técnica, ya que si no es así, crea una situación muy complicada en la práctica clínica diaria”.
Por su parte, Tomás Gómez, médico de familia del Centro de Salud Nájera, cree que este tipo de visados suponen una limitación en el acceso puesto que la mayoría de los pacientes ya está con triple terapia en dos dispositivos y se ha visto que reducirlo en un único dispositivo podría mejorar la adherencia. “Si la administración pone un visado debe pensar que estamos haciendo las cosas mal o simplemente no se fía de nosotros”, concluye Gómez.
Javier Palicio, presidente de Fenaer, ofrece la perspectiva de los pacientes suscribiendo las afirmaciones de los especialistas. “Todos los visados son incoherentes, tienen que llevar el sello de una persona que no sabe de ese tema; se podrían ahorrar un funcionario y destinar recursos a otra cosa”, sentencia Palicio de manera tajante.