La vacuna de China del tipo inactivada candidata contra la COVID-19 es segura y genera una respuesta inmune. Así lo resumen los datos de las pruebas clínicas publicados en ‘The Journal of the American Medical Association’.

El documento de investigación proporcionó un análisis intermedio de los ensayos clínicos de las fases 1 y 2 de esta vacuna desarrollada por el Instituto de Productos Biológicos de Wuhan. Éste está subordinado a China National Biotec Group (CNBG), afiliado a Sinopharm, y el Instituto de Virología de Wuhan de la Academia de Ciencias de China.

La investigación incluyó datos sobre 320 voluntarios sanos de entre 18 y 59 años. De estos, 96 participaron en ensayos clínicos de la fase 1 y 224 tomaron parte en la fase 2.

La investigación reportó además títulos medios geométricos de anticuerpos neutralizantes en los voluntarios, que se separaron en grupos de dosis baja, media y alta.

Los resultados mostraron que la vacuna indujo eficazmente anticuerpos neutralizantes en los voluntarios. Además demostró una buena inmunogenicidad, es decir la capacidad de una sustancia para desencadenar una respuesta inmune.

El trabajo de investigación también evaluó la seguridad de la vacuna y concluyó que no se observaron reacciones adversas graves. La reacción adversa más común fue dolor en el lugar de la inyección, seguida de fiebre, ambas leves y autolimitadas.


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