M.R/N.S | miércoles, 28 de agosto de 2019 h |

El visto bueno de la reina Isabel II al plan del primer ministro Boris Johnson de suspender el Parlamento británico no ha hecho más que aumentar los temores ante la posibilidad de que Reino Unido abandone la Unión Europea el próximo 31 de octubre sin acuerdo.

La declaración del Consejo Privado ha confirmado que el aparato legislativo será suspendido en sus funciones entre el 9 de septiembre y el 12 de septiembre hasta el 14 de octubre. Un movimiento que permite al primer ministro británico y su equipo anular prácticamente cualquier intento por parte de la oposición de detener un Brexit sin acuerdo con la Unión Europea, ya que no habría casi tiempo para aprobar ninguna enmienda.

Lo cierto es que este último movimiento acerca a los británicos al peor escenario de salida; un escenario del que viene alertando la industria farmacéutica del país desde que los británicos votasen sí a la salida de la UE. Desde la patronal que aglutina las compañías farmacéuticas afincadas en el país, la ABPI, aseguran que las empresas han hecho todo lo que han podido para prepararse para el momento de la ruptura, prestando especial atención a que no se generen problemas de acceso a medicamentos, para lo que trabajan en aspectos como aumentar las existencias o la planificación de rutas de suministro alternativas.

Así, aunque se muestran agradecidos por los 2.100 millones de libras que ofrece el Gobierno británico al sector para planificar esta salida sin acuerdo, creen que hay aspectos que escapan del control tanto del Gobierno como de las empresas de la industria, y se decantan por una salida con acuerdo como la mejor solución.

Consecuencias económicas

Tal y como se auguraba desde varios sectores industriales, ya se empiezan a ver algunos de los efectos del anuncio de Brexit duro en la economía británica. Diversos expertos señalan que el país se encuentra prácticamente “al borde de la recesión”, lo que es especialmente preocupante teniendo en cuenta que el divorcio todavía no se ha consumado; uno de los hechos que certifica esta hipótesis es la caída que ha experimentado la libra hasta los 1,09 euros desde que Johnson mostrase su predeterminación por la salida sin acuerdo.

También es preocupante que la actividad económica del país se ha detenido hasta tal punto, que, desde el desde el Instituto Nacional de Investigación Económica y Social (NIESR, por sus siglas en inglés) –una de las instituciones más prestigiosas en Reino Unido en cuanto a predicciones económicas– ya denominan la situación del país como de ‘contracción técnica’. Por otra parte, las cifras del Producto Interior Bruto tampoco atraviesan su mejor momento y Goldman Sachs señala que el Brexit ya ha costado al país un 2,5 por ciento del mismo.