“Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son un reto social que hay que abordar correctamente”, ha asegurado el ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, durante la presentación del informe ‘Hacia una mejor salud cardiovascular en España’. Estas patologías son la primera causa de hospitalización y muerte en nuestro país, y además tienen un gran impacto económico, en el año 2020 supusieron un gasto total de 7.700 millones. Esta cifra supone un incremento del 20 por ciento del coste total relacionado con estas enfermedades, en comparación con las cifras de 2014, y retrata la tendencia progresiva que están experimentando estas patologías. Según Jesús Ponce, presidente de Farmaindustria, “estas enfermedades suponen un desafío latente y un problema que puede quedar oculto”.

En 2020 las enfermedades cardiovasculares implicaron un gasto de 7.700 millones de euros

En este sentido, Europa ha implementado la Estrategia en Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud, y fruto de esta medida surge el informe ”Hacia una mejor salud cardiovascular en España”. Este dictamen elaborado por PwC, pretende impulsar en el viejo continente una plataforma para la salud cardiovascular, de la mano de Farmaindustria y la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (Efpia).

Por su parte, Victoria Tzouma, copresidenta de la plataforma de salud cardiovascular de la Efpia, ha apostado por el trabajo conjunto para mejorar el acceso a la innovación y a los tratamientos para “una de las enfermedades más prevalentes de toda Europa”. Además, ha destacado que, “es una oportunidad para España para ser un referente internacional en el abordaje de las ECV estableciendo modelos de prevención tanto directos como indirectos, con un enfoque integral”. De hecho, en la elaboración han participado un gran número de expertos de todos los ámbitos: administración sanitaria; sociedades científicas; clínicos reconocidos internacionalmente; organizaciones de pacientes e industria farmacéutica.

Prevención e inequidades

Miñones, ha destacado la perspectiva preventiva del informe: “hay que trabajar desde la base, reduciendo los factores de riesgo, fomentando la educación y potenciando los hábitos saludables. El objetivo no es otro que mejorar el nivel de la salud cardiovascular en todas las etapas, incidiendo en la prevención y en la calidad de vida de las personas”. Por ello, el ministro ha felicitado a Farmaindustria, Efpia y PwC por el documento y ha asegurado que “la investigación, desarrollo e innovación son ejes, junto a la prevención, de las políticas del Ministerio para mejorar la salud cardiovascular”.

El documento muestra diferencias según los niveles educativos y de ocupación, que evidencian distintos niveles de exposición a los factores de riesgo

No obstante, el informe ha sacado a la luz ciertos datos reveladores respecto al abordaje de las enfermedades cardiovasculares. Al igual que sucede en la mayor parte del continente, la atención cardiovascular en España se ha focalizado en el tratamiento de los episodios agudos (infartos de miocardio o embolias) lo que refleja una clara ausencia de programas de prevención y diagnóstico precoz, así lo ha retratado el catedrático de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Tamargo, quien ha señalado que sólo dos tercios de las unidades cardiológicas en España ofrecen rehabilitación cardiaca y solo una de cada diez personas es consciente de sus niveles idóneos de colesterol.

Inequidad

Por otro lado, el informe plasma la gran inequidad existente en nuestro país en todos los ámbitos. El documento muestra diferencias según los niveles educativos y de ocupación, que evidencian distintos niveles de exposición a los factores de riesgo. Las tasas de colesterol, de hipertensión, de obesidad o diabetes son menores en los profesionales de nivel más altos que en los trabajadores no cualificados. 

Estas cuestiones dejan patente el potencial de mejora y arrojan una conclusión, que la atención debe transitar del foco de la atención de episodios agudos en hospitales hacia la prevención en todos los centros de atención primaria. Un viraje que hace necesario mejorar la recopilación de datos, algo que se produce de forma desigual en España: sólo seis comunidades autónomas cuentan con un registro activo de ECV y, de ellas, únicamente la mitad utilizan los datos con fines adicionales a la elaboración de informes.

La atención debe transitar del foco de la atención de episodios agudos en hospitales hacia la prevención en todos los centros de atención primaria

Por ello, es fundamental la recopilación de más datos, de mayor calidad y más accesibles para que puedan ser integrados en las historias clínicas electrónicas y, de esta manera, mejorar la atención, así lo ha ensalzado el jefe de Servicio de Cardiología y Unidad de Cuidados Continuados del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y catedrático de Cardiología en la misma universidad, José Ramón González Juanatey, quien ha subrayado la importancia de mejorar la recogida y medición de datos de salud e innovar en la organización. “No podemos seguir con modelos clásicos. En modelos digitalizados no toda la demanda se tiene que resolver con desplazamientos. Tienen que viajar los datos, no las personas”, ha aseverado Juanatey.


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