Los rebrotes están marcado un verano lleno de incertidumbre. El mundo entero se prepara para la temida segunda ola, que en Europa puede llegar con más fuerza con la incidencia también de enfermedades respiratorias típicas de los meses de otoño. Pero, entre toda esta incertidumbre la industria farmacéutica ha arrojado durante estas últimas semanas pequeños rallos de esperanza que hacen pensar que la vacuna está más cerca de lo que se podía esperar.

Hace tan solo unos días conocíamos datos de la vacuna candidata BNT162b1, que investigan Pfizer y BioNTech. La revista Nature publicó datos de un ensayo clínico preliminar realizado con 45 adultos sanos de 18 a 55 años. Estos datos muestran que la vacuna ha demostrado una robusta respuesta inmunológica. Tal y como se desprende de estos datos, los niveles de anticuerpos neutralizantes de los participantes fueron de 1,9 a 4,6 veces más altos que los de personas que habían sufrido la COVID-19. Los candidatos recibieron una dosis de 10 microgramos (μg), 30 μg, 100 μg o un placebo. Además, los participantes de los grupos 10μg y 30μg también recibieron una segunda dosis el día 21. Según los datos provisionales del estudio clínico en fase 1/2, realizado para evaluar la seguridad, tolerabilidad e inmunogenicidad de la vacuna, esta era bien tolerada. Además, la respuesta inmunológica aumentó con el nivel de la dosis y con una segunda. Además, los efectos secundarios mostrados son tolerables: menos del 20 por ciento de los pacientes tuvieron fiebre leve o moderada.

Tan solo unos días más tarde de conocer estos alentadores datos, las compañías anunciaban la intención de obtener la autorización o aprobación regulatoria de su vacuna en octubre de 2020. De esta forma, si los plazos previstos se cumplen, ésta sería la vacuna más rápida del mundo.

Estudio clínico histórico

Por su parte, la compañía estadounidense Johnson & Johnson está preparando el mayor ensayo clínico llevado a cabo hasta el momento por la industria farmacéutica para probar la vacuna contra la COVID-19.

La farmacéutica planea inscribir a 60.000 participantes en un ensayo de fase 3 que comenzará el próximo mes, según la base de datos de ensayos clínicos del gobierno de EE.UU. Los participantes recibirán una inyección intramuscular (IM) de Ad26.COV2.S para la prevención del nuevo coronavirus en adultos de 18 años o más.

El pasado mes de julio, la compañía publicaba en Nature los primeros datos de la vacuna. Los resultados muestran que la vacuna basada en el vector del serotipo 26 del adenovirus (Ad26) produjo una respuesta inmune robusta, como lo demuestran los “anticuerpos neutralizantes” generados. Anticuerpos que previenen exitosamente la infección posterior y proporcionando protección completa o casi completa de los pulmones del SARS-CoV-2 en primates no humanos (PNH) en estudios preclínicos.

AstraZeneca sigue avanzando

A finales del mes de julio Nature publicaba los primeros resultados de la vacuna ChAdOx1 nCoV-19 vectorizada con adenovirus, que codifica la proteína espiga del SARS-CoV-2, desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca.

Los datos del estudio muestran que la vacuna provoca una respuesta inmune y reduce la carga viral en macacos expuestos al coronavirus. Esta respuesta fue predominantemente en los linfocitos Th1, como lo demuestra la subclase de IgG y el perfil de expresión de citoquinas. De este modo, la vacunación con ChAdOx1 nCoV-19 (régimen de primer y solo refuerzo) indujo una respuesta inmune humoral y celular Th1 / Th2 equilibrada en macacos rhesus. Se trata de una de las vacunas más avanzadas y, de hecho, el Ministerio de Sanidad ha confirmado que España participa en el acuerdo de compra centralizada que la Comisión Europea (CE) alcanzó con AstraZeneca para disponer de dosis cuando la candidata esté en el mercado.

Y justo unas horas después de conocer los datos aportados por la vacuna candidata de la farmacéutica británica AstraZeneca, la revista New England Journal of Medicine (NEJM) publicó un estudio que revela que la vacuna de la compañía estadounidense Moderna (ARNm.1273) genera una ‘respuesta inmunológica robusta’ en un estudio en primates. Asimismo, los datos revelan que esta vacuna ofrece protección contra la infección por SARS-CoV-2 en las vías respiratorias superiores e inferiores en primates no humanos.

Nuevas evidencias sobre tratamientos

Al tiempo que se empiezan a desgranar los primeros estudios sobre las vacunas en investigación, durante estas semanas se han conocido datos sobre tratamientos que pueden ayudar a combatir esta pandemia. Es el caso del inhibidor de la IL-6 Tocilizumab, desarrollado por Chugai y Roche, que ha mostrado como su uso puede mitigar la enfermedad grave causada por el coronavirus. Así se desprede de un estudio observacional realizado en 13 hospitales americanos con pacientes de 18 o más años que necesitaban apoyo en la UCI. Compararon los resultados de los pacientes que recibieron tocilizumab con los que no. Las conclusiones obtenidas, y publicadas por The Lancet, fueron que los pacientes con Covid-19 que requirieron apoyo en la UCI y que recibieron tocilizumab tuvieron una mortalidad reducida.

Por otro lado, hace unos días la agencia de Estados Unidos FDA autorizaba finalmente el uso de emergencia de la terapia con plasma de pacientes que se han recuperado de la Covid-19. La FDA analizó los resultados de 20.000 pacientes que recibieron transfusiones de plasma. Estos tenían menos de 80 años, habían sido hospitalizados y aún no utilizaban un ventilador. Al menos un 35 por ciento tuvieron una recuperación favorable.


TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR…