Luis Cavanna Valencia | jueves, 05 de diciembre de 2019 h |

Que España destine tan sólo 200 millones de euros para establecer acuerdos de colaboración público privada que aceleren la llegada de innovaciones al mercado es un dato que debe llamar a la reflexión. Así lo expuso Rafael López, jefe de Oncología Médica del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, durante su ponencia Modelos de cooperación público-privada en investigación, en el marco de la jornada Desafío Oncológico. Y es que, tal y como expuso López, la inversión de España contrasta con los casi 6.000 millones que Reino Unido invierte para establecer este tipo de colaboraciones.

Este tipo de acuerdos son la forma más sencilla, según el oncólogo, de abrir nuevas vías de investigación, que aportan un enfoque innovador de sinergias entre compañías y sistema sanitario. Un ejemplo de este tipo de colaboraciones se encuentra en Galicia. En esta comunidad autónoma se ha creado un ecosistema que permite acudir a fondos europeos para mejorar los servicios públicos, realizar reformas en hospitales y en centros de investigación. Más concretamente, López destaca una iniciativa establecida con la compañía farmacéutica Roche, co-financiada por la Agencia Gallega de Innovación y que cuenta con el apoyo de Oncomet y la Fundación Ramón Domínguez-Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (FIDIS). Esta unión se materializó con la creación de la Unidad Mixta Roche-CHUS de investigación para Oncología de Precisión, que se prolongará hasta 2021, y que tiene por objetivo desarrollar iniciativas de investigación conjuntas en el ámbito de la Oncología de Precisión.

Este tipo de iniciativas, apuntó López, atraen líneas de investigación a Galicia e incentivan la transferencia de resultados de investigación al mercado. En concreto, la unión con Roche ha generado 13 puestos de trabajo, dos patentes y 15 colaboraciones externas. Se trata, en definitiva, apuntó, de “compartir riesgos y beneficios”.

Más inversión

La amplia mayoría de los expertos que intervinieron en la jornada coincidieron en señalar la necesidad de que España aumente sus esfuerzos en materia de financiación para avanzar en la investigación en oncología. En este sentido, José Luis Poveda, jefe del servicio de Farmacia Hospitalaria de La Fé, de Valencia, aseguró que mientras Francia destina más de 100 millones de euros de fondos públicos a ensayos de investigación en oncología, España invierte 270.000 euros. Desde su punto de vista, investigar disminuyendo la inversión, “es como parar el reloj para ahorrar tiempo”.

Eva Ciruelos, jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital 12 de Octubre de Madrid, puso sobre la mesa la escasa producción de patentes de España. Y es que, apuntó, “sin inversión no se puede ni retener el talento ni hacer que regresen a España”.

Para Carlos Camps, director de Programas Científicos de Fundación ECO y jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital General de Valencia, las compañías farmacéuticas no pueden ser la única fuente de financiación, “aunque eso no resta valor ni relevancia a los proyectos que se emprenden con las colaboraciones público-privadas que, dijo, están dando buenos resultados.

En el campo de la investigación, este experto aseguró que los modelos actuales están obsoletos, pues se tarda mucho en poner en marcha en proyectos y en los resultados. Además, apuntó, se están haciendo preguntas en los estudios muchas veces inútiles que, desde su punto de vista, es preciso reformular. Por ello, los nuevos modelos de investigación son, a su ver, el presente y la apuesta de futuro en oncología.