En el marco de una jornada celebrada en el Ministerio de Sanidad, El Global ha entrevistado a Jesús Ponce, expresidente de Farmaindustria y presidente de Novartis en España, para conocer el balance de su mandato al frente de la patronal de la industria farmacéutica española, después de que la semana pasada cogiera el relevo Fina Lladós. “Han sido dos años muy intensos, con una intención clara de impactar a la sociedad desde la innovación para las personas“, ha subrayado. Asimismo, ha insistido en que “hemos avanzado significativamente, no solo en la concienciación de la sociedad, sino también en que la propia industria adopte un enfoque mucho más proactivo, impulsando programas de colaboración conjunta”.
De cara a los próximos años, Ponce ha señalado que uno de los principales retos para la industria farmacéutica en España “es la necesidad de actualizar la legislación, tanto a nivel nacional como europeo”: “Nos encontramos ante una oportunidad histórica para modernizar un marco regulador que lleva más de 20 años en vigor“, ha admitido, haciendo referencia a las revisiones de la legislación farmacéutica de la Unión Europea y a la revisión de la Ley de Garantías del Medicamento en España. En cuanto a la relación con las autoridades sanitarias, Ponce ha destacado que ha sido “muy fluida y positiva”, con intereses comunes, como la mejora del acceso y la sostenibilidad en el sistema sanitario, así como el impulso a la investigación y desarrollo. “Todos trabajamos hacia los mismos objetivos: garantizar el acceso a los medicamentos, fomentar la innovación y fortalecer la capacidad fabril para garantizar autonomía estratégica”, ha señalado.
Entre los avances logrados durante su mandato, Ponce ha incidido en la mejora en el acceso y la disponibilidad de medicamentos, con una reducción en los tiempos de espera, aunque ha mencionado que aún quedan desafíos por superar. También ha destacado la consolidación de España como líder en ensayos clínicos, un liderazgo que, según él, debe expandirse especialmente en las fases preclínicas y en la colaboración entre la academia y los hospitales. Además, ha resaltado el fortalecimiento de la capacidad industrial del país, lo que posiciona a España como un potencial centro de innovación y producción farmacéutica en el entorno europeo.
Trabajo a largo plazo en sostenibilidad
Hace apenas una semana, Farmaindustria publicaba el informe ‘Sostenibilidad en cifras: impacto social y medioambiental de la industria farmacéutica’, el primero de sus características en España que recoge cómo este sector lleva desde hace tiempo integrando los principios de sostenibilidad en su labor con el objetivo de aportar un mayor beneficio a la sociedad y mejorar el entorno que le rodea. Entre los datos más destacados en cuanto a cuidado del medioambiente y lucha frente al cambio climático se refiere, el documento recogía que el 80 por ciento de las grandes compañías del mundo ya han firmado compromisos de cero emisiones o de emisiones neutras o que el 70 por ciento de la energía consumida por las compañías ya es de origen renovable.
En este ámbito, Ponce ha insistido que “los principales retos en este ámbito radican en comprender que la responsabilidad legal y legislativa será mucho mayor, debido a las normativas europeas que se están implementando“. Por ello, ha subrayado que la unidad de acción desde la industria farmacéutica es fundamental, “algo que ya hemos asimilado”. Sin embargo, ha admitido que es un trabajo a largo plazo que requiere el esfuerzo conjunto de todo el sector.
Equidad en salud
El Ministerio ha acogido la presentación del informe ‘Hacia la Equidad en Salud: propuestas para transformar la atención primaria en España’, impulsado gracias a la colaboración de Novartis y realizado por el Comité para la Equidad en la Atención Primaria, donde distintos actores del ámbito sanitario y social han enfatizado en la importancia de abordar las desigualdades en salud mediante un compromiso político renovado y acciones concretas. En este sentido, Ponce ha explicado que “los determinantes sociales son factores clave que condicionan las diferencias entre las personas según su localización geográfica, situación socioeconómica o edad”. Además, ha reiterado que estos determinantes no solo agravan las disparidades, sino que también incrementan el riesgo en enfermedades crónicas y de alta prevalencia, lo que genera una mayor vulnerabilidad. En el caso de las enfermedades cardiovasculares, ha reiterado que “las personas en situaciones de desventaja social presentan un riesgo cardiovascular superior al de otras poblaciones”.
Finalmente, en relación a en qué comunidades autónomas se observan las mayores desigualdades sociales, ha precisado que “España presenta una realidad muy heterogénea, por lo que existen diferencias significativas según las características geográficas y socioeconómicas de cada región”. “El estudio revela una diversidad de situaciones en todo el país, y es fundamental ser conscientes de esta heterogeneidad para abordar adecuadamente las inequidades sociales”, ha concluido.