Autor: Mónica M. Bernardo

“La dura experiencia de la pandemia ha puesto de manifiesto que la dedicación de recursos al medicamento y a la investigación biomédica en Sanidad no supone un gasto sino una inversión con retorno sanitario, económico y social”. Con estas palabras, el recién estrenado presidente de Farmaindustria, Jesús Ponce, ha señalado que invertir en salud mejora la productividad económica y el crecimiento del país.

Lo ha hecho en la inauguración del Foro de Alto Nivel organizado por la patronal bajo el título: ‘El medicamento y el valor social de invertir en Sanidad’ en el que también ha participado el secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés.

Inauguración del Foro de Alto Nivel de Farmaindustria

En ese contexto, Ponce ha animado al diálogo entre todos los agentes que rodean al medicamento para “encontrar el modo de recorrer el camino de reforma de nuestro sistema con el fin común de mejorar la vida de las personas”.

El presidente de la patronal ha señalado que la pandemia ha evidenciado el valor social de la Sanidad y del medicamento, tanto desde el punto de vista individual como colectivo. Sin embargo, “no hemos sabido medir ese valor en términos económicos”. En este sentido, señaló que conocemos que la caída del PIB español tras la crisis sanitaria cayó un 11 por ciento, pero no sabemos lo que han supuesto los miles de fallecimientos o el coste psicológico que ha dejado en tantas personas.

En ese escenario, ha asegurado que la pandemia nos ha demostrado que teníamos las prioridades equivocadas y que la productividad económica y el crecimiento del país se ha producido, sobre todo, gracias a los nuevos medicamentos que se han desarrollado en las últimas décadas.

Un argumento que ha sostenido con los datos de un estudio realizado entre 1999 y 2009, entre los países de la OCDE, que demuestra que hasta el 73 por ciento del incremento de vida de la población estaba relacionada con el desarrollo de nuevos medicamentos. Otros estudios que ha mencionado hacen referencia a los ahorros directos que el uso de medicamentos innovadores genera en otras prestaciones sanitarias. “Son aspectos que deberían computarse en un análisis del valor social del medicamento tal como lo requiere la legislación”, ha dicho.

Para seguir en esa senda de crecimiento, el presidente de Farmaindustria ha apuntando que lo que nos ha enseñado la pandemia “debe ayudarnos a revisar esquemas, metodologías y regulaciones para valorar mejor la salud y poder tomar medidas para el futuro”.

Evaluación de las tecnologías sanitarias

El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa también ha destacado el valor de la salud como uno de los pilares de  crecimiento sostenible en la estrategia económica del Gobierno. Una estrategia en la que ha destacado que “es esencial la colaboración pública y privada, cuyo éxito está garantizado como ha demostrado la pandemia”.

García Andrés ha señalado que ya hemos cerrado la fase defensiva de la crisis y estamos en una fase ofensiva de transformación económica “donde es necesario reforzar las capacidades tecnológicas e industriales sanitarias”. Un refuerzo que, a su juicio, debe venir de la mano de la medicina de precisión y la inteligencia artificial.

Esa fase, aseveró, está muy ligada al plan de recuperación. En ese sentido, recordó que el Gobierno ha incrementado en un 50 por ciento la inversión pública en el PERTE Salud de Vanguardia. “Esta inversión ha venido motivada por la importancia que tiene la salud en la estrategia económica del país así como por la buena marcha de la ejecución del 50 por ciento de lo ya invertido”.

García Andrés ha hecho hincapié en que es muy importante saber invertir de la mejor manera posible para lo que es esencial la evaluación del medicamento así como de las tecnologías sanitarias. “Tenemos que ser capaces de tomar mejores decisiones y para ello tenemos que invertir más en salud e introducir la medida del coste y del impacto en la mejora de la vida de las personas”, puntualizó.

También mencionó la necesidad de reforzar el elemento de autonomía estratégica en la que se está desarrollando el plan de la industria farmacéutica europea con el fin de que “Europa tenga más capacidad propia sin depender de lo que pasa fuera”.

La salud es la mejor receta

“La salud es la mejor receta para la prosperidad de un país”, así ha iniciado el profesor Antón Costas la conferencia magistral del Foro titulada ‘El valor social y económico de invertir en Sanidad’. El presidente del Consejo Económico y Social de España ha subrayado que “la falta de salud de una parte de la población resta una parte importante de esa prosperidad”, metáfora que le ha servido para reiterar la necesidad de entender la salud como una inversión necesaria.

Otra de las ideas que ha dejado sobre la mesa es tratar de ver la pandemia y la actual guerra de Urania como crisis óptimas que han propiciado acciones rápidas que de otra forma no se hubieran producido. “Las crisis bien aprovechadas son momentos óptimos que nos llevan a actuar por el bien común”, ha dicho.

Así se refirió a los planes Next Generation de la Comisión Europea y a los PERTEs que definió como “una legitimación nueva de políticas industriales y de desarrollo”.

Costas ha concluido apostando por un nuevo modelo de gobernanza regulatoria que incentive la innovación farmacéutica y el fortalecimiento del sistema de salud. Una gobernanza que considera debe ser colaborativa, continuada en el tiempo y que se ejecute de abajo a arriba.

Estimar la aportación del medicamento

Como broche final de la primera jornada del Foro se ha celebrado una mesa redonda para debatir sobre el reto de estimar la aportación del medicamento a la sociedad, así como del diseño de un marco regulatorio acorde.

Thomas Allvin, director ejecutivo de estrategia y sistemas de salud de la Efpia, la patronal europea de los laboratorios farmacéuticos, ha puesto sobre la mesa que “lamentablemente existe la idea errónea de que el coste de los medicamentos de alguna manera está impulsando un aumento masivo en el gasto”. La realidad es diferente, sostiene, ya que los presupuestos en salud de la Unión Europea se mantienen relativamente estables mientras que los medicamentos innovadores contribuyen a incrementar el ahorro en otras partes del sistema.

En este escenario, mantener las reglas de juego estables, incorporar el valor incremental del medicamento y mantener una previsibilidad necesaria a través de la innovación permanente es la receta de Jorge Padilla, director general de Compass Lexecon Europe, para negociar el precio de los medicamentos.

El profesor de gestión de la salud en la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, Frank R. Lichtenberf, apostó por la negociación y la cooperación añadiendo que siempre hay que tener presente el ahorro que genera el uso de medicamentos innovadores en otras prestaciones sanitarias. Por su parte Fabienne Bartoli, directora general de Haute Autorité de Santé (HAS) en Francia, destacó la necesidad de negociar con transparencia como la clave para generar una mayor confianza entre los agentes involucrados.


También te puede interesar…