La inmunoterapia ha supuesto un cambio de paradigma en el abordaje del cáncer. El camino para descubrir esta terapia ha sido largo y todavía queda mucho por recorrer. Tasuku Honjo es considerado uno de los ‘padres’ de la inmunoterapia, logro que le ha valido el Premio Nobel de Medicina 2018. El investigador explica para EG la situación actual de la inmunoterapia y los retos por lograr.
Pregunta. ¿Cuál es el mecanismo de acción de la inmunoterapia?
Respuesta. La inmunoterapia en cáncer está basada en el hecho de que todos los tumores cambian sus genes y se convierten en “ajenos”. Las células que mutan tienen una rápida proliferación lo que hace que se expresen como células ajenas. Normalmente, el sistema inmune las reconoce, pero el cáncer lo bloquea e impide que las ataque. A través de proteínas como las PD con signo negativo (PD-1) se puede reactivar el sistema inmune y potenciarlo para luchar contra el cáncer.
P. En alguna ocasión ha mencionado que, en cierta manera, el sistema inmune piensa. ¿Cómo se explica este proceso?
R. Cuando surgen células ajenas en un tumor, el sistema inmune es capaz de distinguirlas. Estas células ajenas surgen a partir de las células propias y, al detectar el sistema inmune algo nuevo y que no le pertenece, ataca para expulsarlas.
P. ¿Cuáles son las principales ventajas que reporta la inmunoterapia en los pacientes?
R. La primera, que tiene muchos menos efectos adversos que la quimioterapia porque no afecta a las células normales. Además, teóricamente, puede ser usado para cualquier tipo de cáncer. Actualmente se está usando en unos 17 tipos de tumores para los que está aprobada y sigue aumentando. Otro es que tiene un efecto a muy largo plazo. En el caso de la quimioterapia, en muchos casos al hacer el seguimiento se detecta que los tumores tienden a resurgir, pero con inmunoterapia, si el tumor se reduce o logramos eliminarlo, se va a lograr que se mantenga en esas condiciones y, en algunas ocasiones, incluso curarlo.
P. ¿Qué aspectos se deben tener en cuenta para que a un paciente se le pueda aplicar inmunoterapia?
R. Actualmente no hay marcadores demasiado buenos. Los más utilizados son la alta frecuencia de mutaciones dentro de un tumor, que es lo que ayuda al cuerpo a detectar que hay anomalías. Es el indicador que más ayuda en estos momentos a que el tratamiento sea eficaz. El problema es este, que ahora mismo es necesario investigar y hallar nuevos biomarcadores para que la inmunoterapia beneficie cada vez a más pacientes.
P. Bajo su punto de vista, ¿cuál es la clave para que cada vez se trate a más pacientes?
R. Hay mucha gente trabajando, pero las combinaciones creo que van a ser fundamentales. Estas combinaciones incluirían los inhibidores de PD-1 más otro elemento. Este puede ser de diferentes tipos, como quimioterapia, radioterapia u otros tipos de tratamientos. Ahora realizamos un abordaje diferente para tratar de actuar sobre la actividad de la mitocondria para que las células no se dividan tan rápidamente, proceso para el que necesitan mucha energía. Hay muchas posibilidades en este sentido, pero tendremos que esperar unos cuantos años hasta que estos avances sean realmente exitosos.

P. Aparte del PD-1, ¿hay alguna otra molécula o elemento que muestre indicios en el avance de la lucha contra el cáncer?
R. Es posible. Hay investigadores buscando otras moléculas y proteínas diferentes al PD-1 y CTLA4 que son las que actualmente han mostrado una gran utilidad. Creo que es una línea en la que hay muchas posibilidades.
P. ¿Cómo de útiles son los datos obtenidos en la práctica clínica para seguir avanzando?
R. Actualmente hay muchos ensayos clínicos en marcha teniendo en cuenta esta variable, pero tendremos que esperar unos años a que estos finalicen, ver qué resultados aportan y cómo se pueden utilizar.
P. ¿En qué tipo de tumores ha demostrado una mayor eficacia la inmunoterapia?
R. El que mejores datos ha reportado es el melanoma, pero también se han hallado buenos resultados en cáncer de pulmón. En estos dos tipos de cáncer se logran muy buenos resultados porque suelen contener una alta cantidad de mutaciones, que es un factor que ayuda a que la inmunoterapia sea efectiva en los pacientes.
P. ¿Tiene la inmunoterapia los mismos efectos que otros tratamientos como la quimioterapia?
R. Muchos menos, porque este tratamiento no es tóxico. La quimioterapia y radioterapia atacan a todas las células de una zona y la inmunoterapia inhibe un punto de control, pero no ataca al sistema inmune. Aun así, hay riesgos, como en aquellos casos en que el sistema inmune es muy fuerte de por sí, lo que puede hacer que se confunda al potenciarlo y que se ataque a sí mismo al identificar que entran en juego elementos externos.
P. ¿Es necesario aportar más recursos a la I+D para avanzar en esta materia?
R. Sí, la investigación a día de hoy es muy cara, sobre todo en biología. Se están desarrollando tecnologías muy novedosas y sofisticadas, con un coste muy alto, por lo que hay que aumentar la financiación y que cada vez más gente trabaje en ello.
P. Atendiendo a los proyectos de I+D sobre cáncer que se están desarrollando, ¿tiene alguna pista sobre cuáles podrían ser los próximos pasos en la lucha contra esta enfermedad?
R. Creo que además de buscar otras dianas terapéuticas, la combinación de terapias que tengan en cuenta la actividad de las células T va a ser fundamental en el avance contra la enfermedad.
P. ¿Puede haber, en un futuro no muy lejano, enfermedades que superen al cáncer en cuanto a niveles de mortalidad?
R. En la actualidad hay enfermedades como la demencia o el Alzheimer que afectan cada vez a más personas de edad avanzada. Éstas desembocan en problemas de salud mayores, y de momento no somos capaces de evitar su progreso, lo que causa una gran mortalidad. Quizá se deba poner el foco en este tipo de enfermedades.
P. ¿En qué proyectos está trabajando usted actualmente?
R. Estoy investigando cómo funciona el mecanismo molecular del sistema inmune. Trato de analizar cómo cambian los genes y la implicación de los linfocitos para investigar cómo se puede actuar sobre este proceso y sus posibles aplicaciones en la práctica clínica.