GSK ha celebrado la cita “Next in Lupus” con el objetivo de presentar y dimensionar el lupus a las nuevas generaciones de clínicos y ha contado con la participación de las tres especialidades clave en el abordaje de la enfermedad: reumatología, medicina interna y nefrología. Se han presentado los principales retos en el abordaje del Lupus Eritematoso Sistémico (LES) y la nefritis lúpica (NL) incluyendo la importancia de la medición de parámetros clínicos de forma rutinaria y de tener en cuenta la seguridad de los tratamientos a la hora de tomar decisiones terapéuticas.

“Next in Lupus” ha presentado los principales retos en el abordaje del LES y la NL y la importancia de la medición de parametros clínicos de forma rutinaria

Los expertos asistentes han profundizado en la utilidad de otro tipo de habilidades fundamentales en su día a día profesional, como el desarrollo de una comunicación eficaz o una lectura crítica. Como ha señalado Eva Mora, directora comercial de la Unidad de Especialidades de GSK España, esta cita ratifica el compromiso de GSK con la formación de los especialistas en el tratamiento del lupus y con los pacientes para satisfacer sus demandas y mejorar su calidad de vida.

Daño orgánico en lupus

En este sentido, Irene Altabás, reumatóloga del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, ha explicado que el daño orgánico en lupus se define como “aquellos cambios irreversibles después del diagnóstico de la enfermedad. Este daño puede ser debido a la enfermedad, a los efectos secundarios de los tratamientos empleados o a las comorbilidades. El daño se traduce en una peor calidad de vida y peor supervivencia, por lo que entre nuestros objetivos principales como médicos está evitarlo o al menos retrasarlo lo máximo posible”.

El abordaje terapéutico del lupus se sustenta en tres pilares básicos: formación, experiencia e investigación

El abordaje terapéutico del lupus representa un reto para los profesionales sanitarios, quienes necesitan de unas competencias que, según ha afirmado Altabás, se sustentarían en tres pilares básicos: formación, experiencia e investigación. Como ha aseverado, “la formación en el área de las enfermedades autoinmunes sistémicas está muy potenciada por nuestra sociedad científica, la Sociedad Española de Reumatología (SER). También las compañías farmacéuticas en el área del lupus, como GSK, organizan eventos formativos durante todo el año que nos permiten estar actualizados constantemente”.

Asimismo, la reumatóloga ha recordado que, “la formación de un médico nunca acaba, y aún menos en enfermedades tan complejas como el lupus en las que cualquier mínimo avance es un logro”. Por otro lado, ha animado también a los jóvenes a implicarse en la investigación, “ya que aporta otra visión más amplia de la patología, con un gran valor para el manejo clínico de nuestros pacientes”, según ha señalado. Además, al ser una patología relativamente poco prevalente ha recomendado a los jóvenes clínicos realizar estancias en centros especializados donde se vean muchos pacientes con lupus “y así ganar experiencia en el manejo para poder aplicar lo aprendido en sus centros”.

Abordaje multidisciplinar

Reumatología es una de las especialidades responsables del abordaje de las enfermedades autoinmunes sistémicas como el lupus, pero no es la única. Es más, Altabás ha destacado la importancia de realizar un abordaje multidisciplinar de esta enfermedad “incluyendo atención primaria, asegurando así una derivación temprana de los pacientes con el fin de realizar un diagnóstico y tratamiento lo más temprano posible”.

Irene Altabás ha destacado la importancia de realizar un abordaje multidisciplinar de esta enfermedad incluyendo atención primaria para realizar un diagnóstico y tratamiento lo más temprano

Así, el nefrólogo interviene en el manejo del paciente con lupus en el momento en que este presenta una afectación renal, en la gran mayoría de casos secundaria a la misma enfermedad autoinmunitaria, lo que se conoce como nefritis lúpica; pero en ocasiones también cuando existe algún proceso intercurrente o complicación, como por ejemplo toxicidad renal farmacológica. 

De hecho, hasta el 40 por ciento de los pacientes pueden llegar a presentar afectación renal durante los primeros diez años de la enfermedad. En opinión de Marc Xipell nefrólogo del Hospital Clínic de Barcelona, es muy positivo que los nefrólogos, aporten su visión de especialista en el manejo de la enfermedad. “Tenemos experiencia en otras enfermedades inmunitarias o de distinta índole y esta se puede aprovechar para el tratamiento de estas patologías renales. Además, disponemos de mucha experiencia en el manejo de inmunosupresores para el tratamiento de los pacientes con trasplante renal, y algunos de estos fármacos se están utilizando cada vez más en el paciente con nefritis lúpica”, ha destacado.

Medicina Interna

El servicio de medicina interna también interviene en el manejo terapéutico del paciente con lupus. Para Jorge Álvarez Troncoso, facultativo especialista en medicina interna en el Hospital Universitario La Paz de Madrid, el especialista en medicina interna está implicado en todas las fases de la enfermedad, desde el diagnóstico hasta el seguimiento a largo plazo. Tal y como ha informado el nefrólogo, “en la fase de diagnóstico se requiere un alto grado de sospecha clínica debido a la diversidad de los síntomas del lupus. Una vez sospechamos que un paciente puede tener lupus, coordinamos las pruebas de laboratorio y las técnicas de imagen necesarias para confirmar el diagnóstico”.

“En la fase de diagnóstico se requiere un alto grado de sospecha clínica debido a la diversidad de los síntomas del lupus

Jorge Álvarez Troncoso, facultativo especialista en medicina interna en el Hospital Universitario La Paz de Madrid

Con respecto al tratamiento, es fundamental personalizar el uso de las terapias inmunosupresoras adecuadas en función de la severidad de la enfermedad y las características del paciente. “Durante el seguimiento, evaluamos la respuesta al tratamiento, intentamos minimizar los posibles efectos secundarios de las medicaciones y monitorizamos de forma estrecha la aparición de nuevos síntomas”, ha detallado. De esta manera, el abordaje multidisciplinar del lupus se traduce en un diagnóstico temprano de la enfermedad, evitando así retrasos en los tratamientos y con ello un control temprano de la actividad de la enfermedad. “En suma, evitar el daño irreversible y mejorar la calidad de vida de los pacientes con lupus”, como ha resumido Altabás.


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