Uno de los grandes objetivos que se ha marcado Europa en materia de salud es acabar con las necesidades médicas no cubiertas, entre las que destaca la lucha contra las resistencias antimicrobianas (RAM). Un objetivo que requiere la colaboración de todos los agentes implicados en salud para acabar con cerca de las 33.000 muertes anuales que se producen en el continente debido a bacterias multirresistentes. Así se puso de manifiesto en la jornada ‘La lucha contra la resistencia antibiótica. El papel de la innovación’, organizada por Fundamed, con la colaboración de Shionogi.

Desde Farmaindustria, el director del Departamento Técnico, Emili Esteve, ha señalado a El Global, la importancia de celebrar este tipo de encuentros y la necesidad de impulsar nuevos mecanismos que fomenten el desarrollo de nuevos antibióticos.

“Estas jornadas son muy interesantes porque ponen de manifiesto que el ámbito de la salud ha cobrado una importancia capital en la UE y la lucha contra las RAM se encuentra en la agenda de los representantes políticos y autoridades sanitarias en unos momentos en los que se va a actualizar la legislación europea después de 20 años”, ha puntualizado.

Tal y como se recordó en el encuentro, la preservación de los antibióticos requiere “mucho trabajo” ya que los antibióticos se administran en el 50 por ciento de los pacientes ingresados en el hospital.

En ese sentido, el papel de la industria es esencial. “Las compañías farmacéuticas realizan la investigación y desarrollo de prácticamente todos los nuevos medicamentos. Actualmente, la industria farmacéutica innovadora tiene cerca de 90 fármacos en desarrollo para combatir las infecciones resistentes a los tratamientos actuales. Estos potenciales fármacos están dirigidos a combatir 17 patógenos distintos y la utilidad de muchos de ellos se está estudiando en varios de estos patógenos a la vez”, ha resaltado Esteve.

Por ello, cuando se configuró la Estrategia Farmacéutica Europea se incluyó la necesidad de incentivar la investigación y a la industria en las necesidades no cubiertas, entre ellas, la RAM. “El 80 por ciento de las empresas que centran sus esfuerzos en la RAM son pymes y estamos viendo cómo desaparecen o se deslocalizan. Por ello, tenemos que focalizar estos incentivos a la investigación, producción y el desarrollo de nuevos antibióticos“, indicó Dolors Montserrat, eurodiputada del PPE, durante jornada.

Sin embargo, para materializar medidas que apoyen a la industria se necesitan leyes. “El retorno de la inversión en I+D se obtiene en los medicamentos convencionales con la comercialización de muchas unidades de producto. En nuevos antibióticos, lo deseable es lo contrario: que del producto se comercialicen muy pocas unidades, las estrictamente imprescindibles”, ha incidido el portavoz de Farmaindustria.

Por tanto, una solución “podría ser que este déficit de producto (no comercializado) se pueda transferir a otro producto, bajo unas reglas, que aumente su régimen de exclusividad por un tiempo adicional”, ha añadido. A este incentivo se le denomina Extensión de la exclusividad transferible. La ventaja de este mecanismo en la UE —según este experto— impulsaría el desarrollo de nuevos antibióticos. “Se dispondría de un retorno de la inversión tangible al final del camino”, ha explicado.

La necesidad de nuevos antibióticos se ha convertido en una prioridad para la UE puesto que las RAM son una amenaza creciente que están lejos de desaparecer. “Por ello, esta propuesta demuestra el compromiso de los laboratorios innovadores con el desafío de impulsar la investigación en áreas no rentables. En definitiva, intentamos proporcionar soluciones modernas e imaginativas que, también con la colaboración de las instituciones públicas, nos permitan avanzar para dar respuesta a este importante desafío”, ha concluido director del Departamento Técnico de Farmaindustria, Emili Esteve.


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