El Global Madrid | miércoles, 30 de enero de 2019 h |

“El modelo de investigación biomédica, en constante evolución, es cada vez más abierto, colaborativo, multicéntrico e internacional”. De esta manera Farmaindustria responde a un informe publicado por la organización ‘Salud por derecho’ en el que se ofrecen datos sobre la amplia inversión en I+D que realiza el Estado, y como se pierde el control de la cuantía invertida al transferirse el trabajo a centros públicos de investigación, universidades y otras empresas resultantes de esas investigaciones a las empresas privadas de salud.

Desde Farmaindustria explican que la industria farmacéutica, lidera el sistema de investigación y, además, lo financia en lo que concierne al desarrollo de nuevos medicamentos (la mayor parte de la I+D pública en salud no está relacionada con los medicamentos), coopera con universidades, hospitales y centros de investigación públicos y privados en todo el mundo con el objetivo común de aumentar el conocimiento y encontrar nuevos medicamentos que curen o controlen las enfermedades y mejoren la calidad de vida de las personas. En base a este modelo, la organización alega que se han conseguido grandes hitos y avances, con datos tales como el significativo aumento de la supervivencia en pacientes de cáncer, o la transformación del abordaje de las enfermedades reumatológicas y controlar enfermedades mortales (como el sida) o curarlas (como la hepatitis C).

Farmaindustria apunta además que la industria farmacéutica española es líder en I+D industrial (más del 20 por ciento del total) con una inversión anual de 1.147 millones de euros en 2017, un 5,7 por ciento más que en el año anterior; resaltan la importancia de estos datos teniendo en cuenta además que esta cifra lleva cuatro años consecutivos creciendo, multiplicando además por cuatro la de hace 20 años.

Respecto a la financiación, desde la patronal afirman que casi la mitad de estos fondos financiados por la industria (47,2 por ciento) se invierte ya en proyectos de investigación liderados por diferentes compañías e instituciones que forman parte del tejido investigador del país, por lo que consideran a las grandes empresas del sector como principales dinamizadoras de esta actividad. En esta misma línea, declaran que la industria farmacéutica aporta hasta el 2 por ciento de sus ventas de medicamentos dispensados por el SNS, cifra que ascendió a 133 millones de euros en 2016, para financiar directamente al sistema público de investigación (a través del Instituto de Salud Carlos III, el principal organismo público de investigación en España) y al Sistema Nacional de Salud. Sin abandonar el tema, aclaran que distintas iniciativas de la industria farmacéutica se orientan a impulsar la colaboración público-privada en investigación tanto preclínica como clínica y como muestra de ello revelan que ocho de cada diez ensayos clínicos de nuevos medicamentos registrados en España están promovidos por compañías farmacéuticas, convirtiendo además a nuestro país en el segundo país, tras Estados Unidos, en participación en ensayos en todo el mundo.

Para concluir, recuerdan que la información sobre investigación es pública a todos los niveles, y destacan el compromiso que tiene la industria farmacéutica con la colaboración público- privada en la investigación biomédica, con el objetivo de consolidar todo un tejido investigador en España y generar riqueza y empleo. Además, creen que comparte el objetivo social básico de que esta creciente colaboración revierta a la sociedad en forma de nuevo conocimiento y, sobre todo, nuevos medicamentos. En palabras de la organización “todas las medidas orientadas a reforzar esta cooperación en beneficio del paciente contarán con el respaldo de las compañías farmacéuticas”.