Tras los cierres y la desaceleración en 2020, la industria manufacturera ha dado soluciones innovadoras a los nuevos desafíos originados por la pandemia. Como la adopción acelerada de tecnologías y soluciones de fabricación avanzadas. Desde proveedores de maquinaria y robótica, software y tecnología hasta fabricantes nativos, todo ello, ha transformado -y todavía lo sigue haciendo- las operaciones y los modelos comerciales a escala.

Tal y como detallaron los expertos que acudieron a la última Reunión Anual del Foro Económico Mundial celebrada en Davos, “la creciente importancia de las consideraciones ambientales, sociales y de gobierno también está impulsando el cambio, aumentando la productividad y reduciendo el impacto ambiental, al mismo tiempo que hace que el área de producción sea más limpia y segura para los trabajadores”.

Desafíos para la adopción generalizada

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (UNID), los beneficios de la fabricación avanzada se basa en que las industrias que utilizan tecnología más innovadora experimentaron un mejor rendimiento de producción.

No obstante, presenta desafíos continuos para estos expertos. El acceso, los incentivos y las inversiones disponibles para los fabricantes varían según diversos factores, incluida la ubicación y el tamaño de la empresa. Si no se controlan, apuntan desde UNID, el cambio climático, la inestabilidad geopolítica, la disparidad de riqueza, la escasez de recursos y la escalada de la interrupción de la cadena de suministro solo ampliarán estas brechas.

Las industrias que utilizaron tecnología más innovadora experimentaron un mejor rendimiento de producción

La responsabilidad de la comunidad manufacturera global, tal y como se concluyó en el foro, es “incluir a las naciones en desarrollo, así como a las pequeñas y medianas empresas en la Cuarta Revolución Industrial y más allá”. Sin embargo, con una gestión adecuada, los profesionales que acudieron al foro aseveraron que estos avances pueden empoderar a una fuerza laboral más inclusiva y minimizar el impacto ambiental general de este sector.

Según los expertos, “las organizaciones del sector público y privado deberán trabajar juntas para crear hojas de ruta que permitirán a los fabricantes desarrollar nuevas capacidades para la resiliencia en las cadenas de valor”.

Tres prioridades principales

El camino para hacer omnipresente la fabricación avanzada, aseguraron durante la reunión, “comienza con un alto grado de cambio y colaboración”. Para llegar a ese objetivo, los expertos identificaron tres prioridades para la asociación entre los líderes de la industria y los defensores del sector público:

  1. Innovación: Compartir ideas, tecnologías y mejores prácticas abiertamente.
  2. Inclusión: aprovechar el potencial de la fabricación avanzada para poner a las personas en primer lugar.
  3. Sostenibilidad: avanzar en las operaciones sostenibles a través de una mayor eficiencia.

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