El pasado 31 de marzo la comisaria de Salud de la Unión Europea, Stella Kyriakides anunciaba una nueva fecha para la revisión de la Estrategia Farmacéutica de la UE: el 26 de abril. Esta es la tercera moratoria para la publicación del texto. Nathalie Moll, directora general de la Federación Europea de Asociaciones de la Industria Farmacéutica (Efpia), cree que la industria europea debería centrar el foco en dos prioridades: la primera, encontrar herramientas más allá de la legislación para mejorar el acceso y la disponibilidad de medicamentos y asegurar que esta estrategia se somete a controles exhaustivos de competitividad.
Mejorar el acceso y la disponibilidad
Así, en un artículo publicado en la página web de la Efpia, Moll recuerda que “los ciudadanos de diversos países de la Unión Europea esperan seis veces más que los de territorios vecinos para acceder a terapias innovadoras”. En este sentido, urge a contar con una estrategia europea sólida cuanto antes, por las repercusiones que tiene una legislación de este nivel en los tratamientos que necesitan los pacientes. En este sentido, la directora de la Efpia precisa que, teniendo en cuenta la evidencia de las razones detrás de las demoras en acceso y las barreras para mejorarlo, “es posible desarrollar soluciones pragmáticas que realmente funcionen“.
“Acciones como las relacionadas con el desarrollo de un marco que permita diferenciar el precio de los medicamentos entre países, cumplir compromisos como presentar solicitudes de precio y reembolso en los dos años posteriores a la autorización de comercialización o introducir nuevos métodos para la fijación de precios y financiación de medicamentos, ya existen a diferentes niveles, y no es necesario esperar a que se publique la nueva legislación para aplicarlos”, desarrolla. En este sentido apuesta por “un enfoque colaborativo” para materializar estos modelos en diferentes territorios.
Control de competitividad
Por otra parte, Moll cree que toda aquella regulación que se publique que afecte al sector debe someterse a controles de competitividad exhaustivos, de tal manera que los países de la Unión Europea no pierdan su posición respecto a otros competidores. Así, señala que “tanto el compromiso público expresado por la presidenta de la UE, Ursula von der Leyen, como las recientes conclusiones del Consejo Europeo para fortalecer la competitividad de la UE y los incentivos a la innovación subrayan la importancia de que las políticas europeas fomenten la competitividad de sus industrias clave“.
Siguiendo este hilo, la directora de la patronal opina que estos mecanismos de control son imprescindibles para que la nueva legislación no esté “diseñada para ahorrar millones” en pos de políticas que, en la práctica “le cuesten a la UE miles de millones en inversiones y crecimiento perdido“.
Por último, Moll concluye que “la industria necesita esta revisión de la legislación para actualizar el marco regulatorio europeo, adaptado a una ciencia que avanza más rápidamente con el fin de hacer al continente más competitivo“. Pero precisamente para llegar a este objetivo incide en la necesidad de evaluar la competitividad de las medidas propuestas, asegurando que “no sean una barrera para mejorar la disponibilidad y el acceso a terapias innovadoras”. Estos dos puntos son prioritarios para Moll, quien cree que, “con las personas expertas adecuadas alrededor de la mesa, se puede y debe tomar acción para que estas medidas tengan un acceso positivo sobre los pacientes inmediatamente”.