El Consejero Delegado de la compañía Bayer en España y Portugal, Bernardo Kanahuati, hace balance de los resultados de la farmacéutica en un año azotado por la pandemia de la COVID-19. El responsable destaca las principales líneas estratégicas de la compañía en una entrevista con El Global, en San Sebastián, en el marco de la inauguración de las nuevas instalaciones de terapias génicas de Viralgen, compañía adquirida por Bayer en 2020.
Pregunta. ¿Cómo evalúa el recorrido de Bayer durante el último año con el golpe de la pandemia?
R. En el 2020 los resultados fueron muy sólidos porque a pesar de ser un año como el que fue, las ventas estuvieron muy en línea con las del año anterior. El negocio farmacéutico, un pilar muy importante, sufrió poco debido a varios aspectos. Por un lado, el número de pacientes que normalmente acude al médico era menor porque estábamos confinados. Por otro, este año pasa algo similar, las patologías de las enfermedades respiratorias fueron pocas o nulas al llevar todos mascarillas. Además, el negocio de agricultura ha tenido un crecimiento muy importante, alrededor del 6 por ciento ya que el sector agrícola creció en 2020 a nivel español y continuamos con nuestros planes de expansión. Para nuestras inversiones fue un año récord, un 9 por ciento más que en el 2019 llegando a una cifra de 65,4 millones de euros.
En este sentido, todo tuvo un impacto, pero los resultados fueron sólidos porque pudimos seguir con la operación de forma ininterrumpida ya que nuestras fábricas operaron de forma consistente abasteciendo al mercado en España.
Todo ello nos permite decir que fue un año muy sólido a pesar de una situación compleja, en la que seguimos con nuestros planes operando de manera continuada y sirviendo a nuestros clientes, pacientes y consumidores
P. Una de las grandes preocupaciones para profesionales y pacientes ahora mismo es el acceso. La COVID-19 ha generado un gran gap en otras patologías, que hacen prever años complicados respecto al diagnóstico y tratamiento de ciertas enfermedades. Además, el último informe WAIT sitúa a España en una posición regular en términos de acceso. ¿Cómo deberían las autoridades mejorar este acceso y qué regulaciones son necesarias para que las innovaciones lleguen?
R. Cualquier país que esté dentro de la Unión Europea tiene que aspirar a dar la mejor calidad del sistema sanitario a sus ciudadanos. En España tenemos la oportunidad de tener el mismo nivel que cualquier otro país europeo, los pacientes españoles deberían tener acceso a los medicamentos al mismo tiempo que un alemán o que un francés o un italiano.
Todo ello debe tener un plan conjunto y estratégico de la iniciativa privada con el Gobierno, en el que, a través del sistema regulatorio, se dé prioridad a los medicamentos de terapias avanzadas, que los medicamentos más punteros tengan un proceso de revisión rápido y que lleguen a los pacientes de la mejor manera.
Por la parte de la industria, tenemos que asegurarnos que haya un suministro adecuado, que los medicamentos sean probados en los ensayos clínicos y que sean medicamentos seguros y de calidad cuando lleguen a los pacientes.
P. En un contexto más general, la COVID-19 ha mostrado el valor de la investigación en el ámbito de la salud (ejemplo de ello son las vacunas). ¿Cree que esta crisis debería servir para fortalecer los sistemas nacionales y potenciar la I+D en los países?
R. La COVID-19 nos ha permitido ver que sectores como el de la salud y la alimentación son esenciales. Hemos visto la importancia que tiene el invertir de manera constante y sostenible en ambos sectores.
«La inversión en I+D tendría que continuar de forma sostenida y con un plan estratégico que permita que España sea pionera»
Un ejemplo claro fue el desarrollo de las vacunas, ya que la industria ha podido tener, con las nuevas tecnologías, vacunas en tiempo récord que son ya aprobadas y con eficacia muy importante para contribuir a solucionar el problema.
P. La industria farmacéutica ha trabajado intensamente en los peores momentos de la crisis, demostrando el potencial que tiene para los países. ¿Cree que, tras lo sucedido, debería potenciarse la presencia industrial farmacéutica en el país y apostar por esta industria como motor de crecimiento económico?
R. Creo que la inversión en la investigación clínica y en medicamentos es fundamental, es el motor económico de cualquier país. Una población sana es una población activa y una población activa genera riqueza. Por este motivo, es necesario un plan estratégico que incentive la innovación, la investigación y el que dé acceso a los medicamentos a todos los pacientes. Esta es la ecuación que, desde mi punto de vista, debe mantenerse en equilibrio sostenible y a largo plazo y que debemos de cuidar en conjunto.
P. Hace poco comentaba que los pilares de Bayer son la salud digital, aumentar el pipeline y las terapias génicas. ¿Cuáles son los avances en cada uno de ellos?
R. Todos tenemos la transformación digital de forma inherente, no podemos renunciar a ella. Podemos verla tanto en la investigación clínica, como en el abordaje comercial, como los procesos de compañía y es algo en lo que todos estamos muy metidos.
Para nosotros es muy importante tanto en la parte de desarrollo con la parte comercial. Por ejemplo, con el teletrabajo, nosotros en España tenemos un centro de servicios con más de 500 personas que dan servicio a muchas regiones del mundo desde casa de forma ininterrumpida manteniendo un nivel de servicio excelente y con calidad.
En relación con el portfolio de productos, vamos a lanzar nuevos productos en el área cardio renal: medicamentos para la insuficiencia cardiaca, medicamentos para los pacientes que sufren de enfermedades renales. Continuamos innovando, por ejemplo, acabamos de lanzar hace unos meses un medicamento en oncología para cáncer de próstata, Nubeqa (darolutamida).
P. ¿Cuánto ha invertido Bayer en la apertura del nuevo centro de Viralgen en San Sebastián y por qué es importante?
R. Hemos invertido en las nuevas instalaciones de Viralgen 70 millones de euros en el módulo recién inaugurado. La infraestructura cuenta de 3 módulos que se inaugurarán en un futuro próximo. Ahora, hay alrededor de 30 personas de Viralgen trabajando y con el tiempo se irá aumentando hasta tener 130, con un potencial de llegar hasta cerca de 500 personas.
La apertura de este centro permite dar un matiz importante que es el de la biotecnología o el de la biorevolución. Todo este tema es muy importante porque se debe dar el mismo enfoque en el sector de la salud y la alimentación.
Este enfoque es posible gracias a la biociencia, que va avanzando muy rápido, y a la tecnología, que permite que se aceleren procesos que antes tomaban mucho tiempo. Cuando analizamos un fármaco o desarrollamos una molécula, ahora el proceso es mucho más rápido gracias a la Inteligencia Artificial (IA) y el Machine learning.
«Abrir una planta como está es una clara señal del potencial que hay en el país y las ganas que tenemos muchas compañías de invertir»
La apuesta, en su momento, la hizo AskBio. La tecnología que hay en San Sebastián es muy importante porque es una de las fábricas con una tecnología patentada para poder producir a escala en la aumentación genética, tiene un portfolio potente en la etapa clínica en áreas terapéuticas que nosotros conocemos, adyacentes a las nuestras, donde nosotros tenemos la experiencia y la posibilidad de acercar en el futuro estos medicamentos a los pacientes que los necesitan.
P. ¿Qué va a suponer este centro para los pacientes?
R. Para los pacientes que tienen enfermedades crónicas que no están bien tratadas o para las que no hay solución, este centro supone una esperanza. A través de las terapias celulares y génicas, este tipo de investigaciones pueden derivar en productos que puedan incluso hasta curar este tipo de enfermedades.
Ahora vamos a etapa por etapa. La apertura de la planta de Viralgen aquí en San Sebastián representa primero una pieza más en la estrategia de terapias celulares y génicas del grupo Bayer. Viralgen lo adquirimos a través de la compra de ASKbio en Estados Unidos y es una muestra de ilusión para los pacientes para los que trabajamos, pero también una oportunidad muy especial para que España se posicione a nivel europeo y mundial como un eje importante de este tipo de terapias avanzadas.
Este centro es una pieza más dentro de la plataforma global de Bayer, tenemos centros de producción en la costa este y en la costa oeste de Estados Unidos. Ahora tenemos en España y en Alemania, por lo que es una estrategia global en la que todo está enmarcado en un esqueleto común.
«El centro va a cumplir dos funciones muy importantes: primero continuar con un negocio exitoso que ya tiene y producir los futuros productos nuestros que vamos a poder comercializar en la compañía«
P. ¿Cuáles son los objetivos de la compañía y los retos de futuro?
R. La idea principal es ser pioneros de la bio revolución que está sucediendo. Como grupo Bayer, el enfoque que tenemos es muy claro: sabemos que en unos cuántos años vamos a ser muchos más habitantes en el planeta, que el cambio climático impacta de manera importante en las tierras cultivables y que vamos a necesitar tener un muy buen cuidado de nuestra salud y tener alimentos de calidad.
Además, vamos a vivir más años, por lo que el objetivo es estar en el epicentro de la biorevolución. Para ello, queremos desarrollar medicamentos innovadores y productos que acompañen a los agricultores a tener un sistema productivo sostenible y más eficiente que respete la planeta, que respete los recurso. Todo ello para poder cumplir nuestra visión: salud para todos y alimentación.
«Invertir de forma anticipada en terapias avanzadas, hoy suena como una promesa pero el día de mañana puede ser una realidad»
Estos avances van a permitir a muchas personas vivir de manera saludable, al mismo tiempo que invertimos en una plataforma digital potente. En este sentido, pretendemos que los agricultores administren sus recursos tanto financieros como de productos fitosanitarios, como acuíferos, como energéticos, de una manera más óptima para cuidar sus cultivos.
Por ejemplo, utilizar semillas que puedan resistir mejor las inclemencias del clima en una zona árida, en una zona en la que no haya mucha agua o donde demasiada agua. Todo esto ha permitido en que podamos ofrecer salud y alimentación para todos.
