El sector farmacéutico español mantiene su peso en la economía del país (en la que ejerce un efecto impulsor y dinamizador) y no ha sufrido la merma de empleos que ha afectado a otros sectores como el industrial en lo que va de siglo, sobre todo a causa de la crisis financiera de 2008. Son dos de las principales conclusiones del informe El sector farmacéutico en la economía española: contribución al PIB, al empleo y a los ingresos fiscales, elaborado por la UPF Barcelona School of Management. El trabajo analiza datos del periodo comprendido entre 1995 y 2019.

De acuerdo con este estudio, el peso relativo del valor agregado bruto (VAB) del sector farmacéutico sobre el conjunto de la economía española se ha mantenido sobre el 0,6-0,7 por ciento del VAB del total. El valor añadido bruto es el valor del conjunto de bienes y servicios que se producen en un país durante un periodo de tiempo, descontando los impuestos indirectos y los consumos intermedios. 

En concreto, la producción del sector farmacéutico español genera una producción de 34.303 millones de euros, un VAB de 16.930 millones de euros y un total de 204.463 empleos equivalentes a tiempo completo. En 2019, el peso del sector en el PIB era del 0,61 por ciento.

Una fuente constante de puestos de trabajo

Además, la contribución del sector farmacéutico al empleo en España se encuentra entre el 0,20 por ciento y el 0,25 por ciento del total de los empleos, un dato que contrasta con la caída de 7,4 puntos porcentuales en el peso relativo del resto del empleo industrial.

Entre 1995 y 2019, tanto el empleo de toda la economía como el del sector farmacéutico han crecido de forma significativa, un 38,1 por ciento y un 23,4 por ciento, respectivamente, mientras que el de la industria ha caído un 15,6 por ciento. Desde el inicio de la crisis financiera (2008) el sector farmacéutico ha visto aumentar el empleo (4,4 por ciento), mientras que ni el resto de la industria ni el conjunto de la economía han alcanzado los niveles de 2008, con caídas del 21,7 por ciento y del 6,0 por ciento, respectivamente.

El estudio aporta un dato muy relevante: por cada millón de euros de gasto del sistema farmacéutico español, se generan 15,4 empleos a tiempo completo.

Un sector más productivo que la media

La productividad es otro de los aspectos en los que el sector farmacéutico español destaca, como se encarga de señalar el informe de la UPF. En 2019, la del sector farmacéutico era 1,15 veces la de la industria y 1,61 veces la del conjunto de la economía. Por otro lado, cada euro de gasto del sector farmacéutico genera una producción en la economía superior a la que crean el sector servicios y la media de las ramas de actividad, pero inferior a la de la industria en su conjunto.

Otro de los puntos que subraya la importancia del sector farmacéutico nacional es que si este dejara de adquirir sus inputs intermedios en España, la producción en la economía española se reduciría en un 0,76 por ciento. En cambio, si el resto de sectores dejaran de adquirir inputs del sector farmacéutico, la caída en la producción bajaría al 0,31 por ciento.

Si el sector farmacéutico español dejase de adquirir sus inputs intermedios en España, el PIB caería un 0,76 por ciento

Maná fiscal (e I+D)

El estudio de la UPF Barcelona School of Management, que ha sido elaborado por los economistas Júlia Bosch Jou, Jaume García Villar y Jaume Puig-Junoy, subraya que la actividad generada por el sector farmacéutico de manera directa, indirecta e inducida resulta muy beneficiosa para las arcas del Estado, ya que le aporta anualmente 3.978 millones de euros de ingresos vía impuestos (IVA, IRPF y sociedades) y de cotizaciones a la Seguridad Social. Por cada euro de gasto del sector farmacéutico se generan 0,30 euros de ingresos fiscales.

Para terminar, el informe indica que la I+D interna del sector farmacéutico suponía en 2019 más del 5 por ciento de la I+D desarrollada en toda la economía española, cifra muy por encima del peso de este sector dentro del PIB o del empleo.


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