La industria farmacéutica ha sido punta de lanza en la lucha contra la pandemia de COVID-19. Pero durante todos estos meses, además de trabajar en esta crisis sanitaria, el sector ha acumulado una serie de aprendizajes útiles para el futuro.

Ana Argelich, presidenta y directora general de MSD, participaba esta semana en un encuentro con la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid. En este, analizaba el papel que ha tenido la industria biofarmacéutica durante este periodo y el rol que debe desempeñar en el futuro post pandemia.

Valor de la ciencia e investigación

Primeramente, Argelich destacaba que las empresas farmacéuticas gastan el 80 por ciento de sus ingresos en investigación. Y es que, Argelich recordaba que además de la investigación en vacunas, hay otras áreas de gran importancia que no deberían descuidarse como la oncología. En este contexto, ponía en valor la alta calidad de los científicos y centros de investigación y asistenciales en España, también ensalzando el apoyo que presta la Agencia Española del Medicamento y Producto Sanitario (Aemps). Esto, destacaba Argelich, hace que España pueda participar en un gran número de ensayos clínicos y ocupe una de las primeras posiciones en el marco global. Ahora, indicaba, falta ampliar la inversión para que la innovación llegue a los pacientes lo antes posible.

Uno de los puntos al que se refería la presidenta de MSD es a la necesidad de abordar la salud desde una perspectiva de 360º. Aquí, precisaba, que este es uno de los enfoques en el que trabaja la compañía que lidera y que puede ser crucial de cara a evitar pandemias similares a la de COVID-19 en un futuro.

También Argelich subrayaba que uno de los principales problemas que ha dificultado la labor en esta crisis sanitaria es que no se habla de salud hasta que no surge un problema de esta envergadura. Por ello, aseguraba, siempre es motivo de debate en las conversaciones sobre presupuestos, aunque ahora es cuando se ha visto la relevancia de la innovación. En este contexto, Argelich aludía a las colaboraciones público-privadas como motor para impulsar la I+D.

Seguridad de vacunas y tratamientos

Otro de los puntos al que Argelich dirigía su discurso es a la fiabilidad de las vacunas y tratamientos aprobados en época de pandemia. A este respecto, explicaba que la ciencia tiene unos procesos y que entidades como la Agencia Europea del Medicamento (EMA) no va a aprobar algo que no llegue a un nivel de seguridad suficiente. En este sentido, recordó que una gran parte de vacunas y tratamientos aprobados por los procedimientos habituales tienen efectos adversos, pero que estos se monitorizan y solucionan, como se hará con las soluciones terapéuticas que se aprueben en tiempos de pandemia.

Ahora, manifestaba, el objetivo es trabajar para inmunizar al mayor número de personas posible. Para lograrlo, aludía a la necesidad de incentivar las vacunaciones, para que estas se den dentro de los plazos establecidos. Y es que, cuanto antes se completen los procesos de inmunización, tal y como afirmaba Argelich, antes será posible que la economía vaya recuperando el pulso.

Producción en épocas de crisis

Como ya se ha puesto de manifiesto, aumentar la producción para contar con más dosis de las vacunas aprobadas o en las fases más avanzadas, es uno de los grandes retos al que se enfrenta la industria. Aquí, Argelich ponía el foco en la complejidad de la fabricación la logística y el trabajo que hay que hacer además para que estas lleguen a todas las comunidades autónomas. Aun así, valoró positivamente las labores de vacunación en España, alegando que los números son mucho más alentadores que en otros territorios.

La presidenta de MSD también hacía referencia a que la industria española está haciendo grandes esfuerzos e inversiones en la parte de fabricación. Dentro de este aspecto, Argelich detallaba que de la mano de la Aemps, se han ejecutado todas las acciones necesarias para apoyar a aquellas empresas que se han puesto en marcha para fabricar productos farmacéuticos como pueden ser las vacunas o principios activos.

Con todo esto, Argelich consideraba que hay motivos suficientes para dar la industria farmacéutica española el crédito que merece. Aunando esfuerzos entre todos los agentes y logrando ampliar las inversiones, consideraba que se deben impulsar áreas como el desarrollo o la digitalización, dando forma cada vez a más proyectos e ideas que sigan haciendo avanzar al sector.


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